Don Kikote contra el mundo (y III)

Seguimos con el mitin de Kiko a las comunidades de Roma y de Lacio en preparación de la manifestación del 20 de junio en Roma.

Atentos a lo que viene ahora, le gustó tanto que cometió el error de repetirlo ante el público sin orejeras que le escuchó en la manifestación del 20 de junio:

«Es así porque piensan que todo el tema de la violencia contra la mujer es por la diferencia entre hombre y mujer, pero nosotros sabemos por el kerygma, porque tenemos fe, que no es así. Si matan a las mujeres no es porque sean mujeres, sino porque el hombre que es un ateo y que ha puesto su ser persona en la mujer que lo ama, no tiene nada de fe. Si la mujer le quita el ser "¡Tú para mí ya no eres mi marido! No eres nadie", se puede hundir en el no ser amado. Su ser más profundo se hunde en el infierno. Esta experiencia del infierno es tan potente, tan terrible, tan mística que lo primero que piensa es matar a la mujer; lo segunda es "¿cómo hacer comprender a mi esposa el daño que me ha hecho, el sufrimiento infinito que me ha provocado?" Matando a los niños. Recordad esas niñas bellísimas de Suiza: el padre las mató y luego se suicidó».

Lo que al parecer el kikirigma no explica es por qué motivo son hombres  los que en razón de su ateísmo, que no de su sexo ni de su género, deciden matar a sus esposas, que inexplicablemente siempre son mujeres de sexo y de género, por más que la OMS se afane por construir una sociedad nueva en la que todos seamos homosexuales.

Es decir, el kikirigma no acierta a explicar cómo es que el ateo homosexual es menos violento y no siente impulsos asesinos cuando es abandonado por su pareja. O cómo es que la lesbiana abandonada no asesina a su pareja.

Y ya no digamos casos como el de la jovencita Eva Blanco, que ni era pareja ni conocía a su asesino. Un misterio sin resolver incluso para el kikirigma.

«Esto del ser es muy, muy importante. Todo el mundo quiere ser amado. Una mujer da el ser al hombre: ¡Tú eres mi marido! Yo te hago la persona: ¡Te amo! Tú eres para mí mi marido. Tú eres. ¡El ser! Si esta mujer lo abandona y se va con otro, repito, él experimenta una cosa que se llama infierno. ¡El infierno existe! ¿Qué es el infierno? No ser amado por nadie. Dios es amor. De todas estas cosas, estos señores del género no saben nada, todos son ateos, no hay cristianismo, nadie proclama el kerigma, ya no hay contenidos antropológicos, incluso la gente de las parroquias no saben estas cosas».

Va a ser que sólo las mujeres son capaces de dar el ser, que los hombres no pueden darlo, por eso sólo hay violencia contra la que es capaz de darlo y, según Kiko, también de quitarlo… Pero esto sigue sin explicar que no se dé esta misma violencia en parejas rotas de lesbianas, donde de nuevo una de ellas quita el ser, dice Kiko, a la otra. O será que además, sólo los varones son tan débiles que dependen de la dadora de ser para poder existir. Pero eso sigue sin explicar que se produzca la violencia contra inofensivas jovencitas que nunca antes se habían cruzado con quien las asesinó. Y que se trivialice esa violencia, que es real, con monsergas sobre sobre el pobrecito asesino que se siente muy triste y muy solito, es vomitivo.

«Los musulmanes también están en contra de ella (se refiere a la ideología del género). En una escuela  han protestado nuestras familias y no les han hecho caso. Protestó una familia musulmana y se retiró el género. Hemos hablado con el imán de Verona, que está totalmente de acuerdo y vendrá a hablar, también vendrán las mujeres musulmanas con el velo y sus hijos. Incluso los hebreos, en París ha sido el rabino quien se ha opuesto a estas ideas de Simone de Beauvoir de que ser mujer no es algo natural, sino cultural, es aterrador. Quieren cambiar la sociedad, piensan que, con estas ideas, en la nueva sociedad no habrá discriminación. Lo importante es que todos seamos homosexuales. No tenemos nada contra los homosexuales, muchos han entrado en el camino, les ha ayudado mucho. Muchos son itinerantes, ¡son castos como yo! También me gustan las chicas, pero no puedo fornicar. Si a un homosexual le gustan los chicos como él, si es cristiano no fornica. Es casto. No tenemos ningún conflicto, ni les discriminamos. Todo lo contrario. Tenemos hermanos homosexuales que son excelentes catequistas, fantásticos. Tienen una tendencia porque de pequeños fueron violados, víctimas en muchísimos casos. Nunca hemos hecho discriminación en el camino, absolutamente, de ningún tipo».

Es decir, resulta que la homosexualidad no se cura, ni siquiera en el CNC. Pero ya no importa porque ahora Kiko dispone que no se les discrimina, siempre y cuando acepten dar su vida por el CNC, claro, lo que implica renunciar a la familia en favor de la comunidad.

«Tenemos que dar una señal de que hay un sensus fidei en las familias, que esto es un abuso, un abuso de poder, una violencia que se hace a los niños».

En resumen, que el sensus fidei (sentido de la fe) se manifiesta en la resistencia al abuso, en la oposición, en la desobediencia civil… ¿Dónde ha quedado eso de que el cristiano no se defiende? ¿Dónde ha quedado eso de “fíate de Dios, que será Él quien te defienda”?

 «No dicen nada, las familias se enteran cuando el niño vuelve de la escuela traumatizado. Le han desnudado y le han hecho ponerse una faldita. Dicen que los chicos tienen que ponerse pintura de labios. ¡No os podéis imaginar! En este manual se dice que tienes que tocar las nalgas al bebé, como los pedófilos, para ver si el niño es sensible a ser homosexual, en cuyo caso le separan y le educan para ser afeminados. Si leéis estos libros, os horrorizáis. No dicen nada, pero ¡hay una terrible maniobra para cambiar la sociedad!»

Volvemos a la postura en la que no es que no exista el género en los niños porque todos nacen neutros, sino que precisamente porque nacen con sexo, hay que violentar su ser sexual natural. Menos mal que sólo sucede en la calenturienta mente kikil, no en el universo real.

Pero lo mejor está por llegar:

«El Papa Francisco en el discurso a los jóvenes en Nápoles el 21/03/2015 dice: la ideología de género es un error de la mente humana, donde se ataca a la familia, es una colonización ideológica que trata de cambiar la mentalidad de la sociedad. Es decir, que el hombre comete de nuevo un pecado contra Dios Creador».

El Papa debió decirlo en un discurso arkano secretísimo de esos que o está por allí un obispo emérito armado de libreta y bolígrado o se pierde, porque en el discurso registrado en la web del vaticano, lo que dice es: "Luego ese error de la mente humana que es la teoría del gender, que crea tanta confusión. Así la familia se ve atacada. ¿Qué se puede hacer con la secularización en acción? ¿Cómo proceder con estas colonizaciones ideológicas? ¿Qué se puede hacer con una cultura que no considera a la familia, donde se prefiere no casarse? Yo no tengo la receta. La Iglesia es consciente de esto y el Señor ha inspirado convocar el Sínodo sobre la familia, sobre tantos problemas".

Pero ya sabemos que el fin justifica los medios y si hay que falsear las palabras del Papa para hacerle decir lo que no ha dicho... Seguimos con el mitin:

«Luego hay un folleto que dice: ¡Ayuda! ¡Ayuda! Estamos solos, la ideología de género está entrando en todos los ambientes, especialmente en las escuelas. ¿Quieres que enseñen esto a tus hijos? Hemos visto los libros que están en las escuelas, los dibujos. Uno dice: Dos mamás. ¡Qué suerte! Luego, otro con dos papás y un niño: mis papás están buscando una mujer para tener otro bebé. Un útero de alquiler: están buscando una mujer para poder tener otro hijo. En otra viñeta hay dos madres y un niño y dice que sus dos mamás se quieren mucho y los tres son una delicia. Estos libros están en todas las escuelas para los niños de 4 años».

Están en todas las escuelas menos en las que yo conozco, también es casualidad.

«Espero veros el 20 de junio, seremos muchos, porque el Papa quiere que sea un éxito».

La Conferencia Episcopal italiana ya se ocupó de explicar lo que opinaba el Papa sobre una manifestación planteada en contra de parte de la sociedad. Y Kiko sellevó un capón por faltar a la verdad.

«Podemos influir en la ley Cirinnà, bloquearla. Si no la bloqueamos el género estará en todas las escuelas y si tú atacas a alguien serás acusado de homofobia. Un lío enorme».

Una injusticia impresionante que sólo porque un kikito ataque a alguien decidan acusarle de homofobia, debería darle vergüenza al atacado, de rodillas debería pedir perdón al atacante.

«Queremos alertar a las personas que no saben nada, muchos de vosotros no sabíais nada antes de esta noche. Es un asunto importante, una acción contra el demonio. Esto que hacemos es como si Dios quisiera que nos enfrentemos a la bestia, pero la bestia es un monstruo enorme, toda la masonería internacional, os podéis imaginar, contra el Camino, contra nosotros. Nosotros como Don Quijote contra los molinos de viento. Nos aplastarán, nos acusarán de homofobia, dirán que somos integristas, probarán de muchas maneras porque están rabiosos, violentos«.

¡Qué importante es la visión de rayos ultra-X que ve hasta las más recónditas intenciones de los demás, para prevenir y adelantarse a sus movimientos! Qué sea un temerario juicio de intención, a Kikote no le importa lo más mínimo, porque hay quien se sitúa por encima del bien y del mal.