Convivencia de inicio de camino (II)

VIERNES - MONICIÓN y COMENTARIO a la CARTA de JUAN
 

«En la carta de S. Juan se dice: "Hermanos, lo que hemos oído, lo que hemos experimentado, esto es lo que os anunciamos a vosotros". Después se dice que los cristianos son hijos de la luz, porque Dios es luz y en él no hay tinieblas.

La luz es propiamente que Dios es amor.

El mandamiento "amar a Dios, amar al prójimo" es un mandamiento antiguo es el mandamiento de siempre, pero San Juan dice que ahora es un mandamiento nuevo, porque Dios da la posibilidad de que este mandamiento sea realizado plenamente, porque al mundo que no lo conocía, Dios se lo ha dado, se lo ha mostrado, lo ha realizado a través del don de su Hijo Jesucristo. Pero dirá algo más profundo: quien odia a un hermano camina en tinieblas, no sabe a dónde va; pero dice más: el que odia a su hermano es un homicida, y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna dentro de sí, no tiene a Dios dentro de sí; y todavía dice: No sufráis si el mundo os aborrece, porque no sois del mundo. Pero nosotros sabemos que hemos pasado de una situación de muerte, de tinieblas, de incapacidad de amar, a una vida eterna ya experimentada ahora, porque amamos a los hermanos. Que nadie se alarme si en este momento no ama al hermano; puedes estar completamente seguro de que esta sala está llena de asesinos, pero Jesucristo viene propiamente para ellos. Al asesino que está crucificado a su lado le dice: "Hoy estarás conmigo en el paraíso"; todos sus robos, sus asesinatos, no importan nada».

No es así. Todo ello no impide la salvación, pero importar, importa.

El neurótico, el bobo, el narcisista

«Jesús viene a por los enfermos, come con los pecadores y la gente se escandaliza: ¡pero son los enfermos los que necesitan al médico, no los sanos! Si alguien aquí está sano, si alguien es capaz de amar a los demás, verdaderamente amar al otro, es decir, donarse a cualquier hombre, no debería estar aquí, debe continuar su camino. Aquí tiene que estar el neurótico, el estúpido, el bobo, el narcisista, aquel que no es capaz de amar, que lo ha intentado mil veces y siempre se da de bruces con su realidad, que es un egoísta».

Si ahora han decidido que el camino no acaba nunca debe ser porque nunca adquieren la salud; el neurótico sigue neurótico de por vida, el necio sigue necio; el narcisista, narcisista; etc. En consecuencia, en el CNC ninguno llega a ser luz, se quedan en tinieblas, para siempre.

«No nos hemos reunido en nuestro nombre, no queremos hacer ninguna gran fórmula, una fórmula perfecta que haga que salgáis de aquí prepotentes, como los mejores cristianos, para hacer un cristianismo militante y conquistar Roma y convertir al Vaticano. Nosotros no conquistamos nada, no predicamos un cristianismo proselitista. Nosotros comenzamos un camino que nos llevará al conocimiento profundo de nuestra realidad. De tu realidad: todavía no sabes nada, no te conoces y en el fondo te crees bueno. Si caminamos con Jesús, Él te enseña lo que eres, lo que es tu verdadera realidad, lo que significa el pecado para el mundo. Hoy no se cree en el pecado y en el mal, se cree sólo en la guerra: ¡es el único mal que existe! Descubriendo tu realidad profunda, realidad de pecado, conocerás el inmenso amor de Dios. Hagamos de modo que esta lectura que vamos a escuchar sea como una trompeta que suena y que no sea un hecho que nos denuncia, porque todos estamos ya denunciados; pero que sea una buena noticia, que anuncia la obra que Dios va a hacer con nosotros: de gente inútil hará hijos suyos capaces de amar como Cristo ha amado. Esto es todo obra de Dios para que nosotros podamos glorificar a Dios, dar gracias a Dios, y decirle a Dios mañana por la noche: Tú eres santo y nosotros somos testigos de que has hecho en nosotros una obra impresionante, que si se la contamos a alguien no lo podrá creer».

Léase bien: en el kikismo no todos son hijos de Dios, sino que hay gente inútil e hijos de Dios. Obviamente lo de amar al prójimo lo restringen sólo a los prójimos que no son inútiles.

«LECTURA: 1 Jn 1, 2, 1-11; 3,13-24, (eventualmente 4, 7-17)

¿Es posible amar, hermanos? ¿Es posible amar al prójimo más que a uno mismo? Puede ser fácil de amar a una buena persona, una persona que me quiere bien; pero amar a un enemigo, alguien que me quiere mal, ¿cómo es posible? Hermanos, Dios nos ha amado así: nos ha amado totalmente hasta dar la última gota de su sangre en Cristo muerto, y por esto sabemos que Dios nos ama. Por tanto, si nosotros amamos, sabemos que Dios está en nosotros.

La comunidad ayudará a no ser esclavo de la moda

Hermanos, a partir de este momento, debéis tener sólo un temor: que no ames a nadie. Por esto, hermanos, la comunidad os ayudará a través del catecumenado, para esto, porque el día que tú no aceptes a una persona concreta que te ha fastidiado, que siempre está en crisis, que tú no le aceptas porque te mata, piensa, hermano, que tú estás excomulgado de la Iglesia, porque lo único que te garantiza estar dentro de la Iglesia es el hecho de que Dios te ha dado su Espíritu y Dios no rechaza a nadie: Dios no desprecia a los que tú desprecias, porque Dios ama a todos. La maravilla en el fondo es precisamente esta, hermano: Dios nos llama para convertirnos en sus hijos. Lo que nos pasa es que en el fondo nos sentimos personas vacunadas por un cristianismo tradicional, y creemos que todos somos hijos de Dios, que todos somos cristianos porque hemos sido bautizados y hemos hecho la primera comunión, vamos a Misa los domingos, no robamos y no matamos, por lo que todo está bien. Gracias a Dios que, por fortuna, hoy las cosas cambian: hay gente marxista que no se confiesan cristianas porque con este cristianismo no se obtiene nada bueno...

Nuestro cristianismo: una chufla

Lo importante, hermanos, es que algo está cambiando realmente: nosotros no éramos cristianos, no sabíamos nada sobre el cristianismo, éramos pre-cristianos. Pero si éramos puestos ante la Palabra de Cristo, nunca habíamos recibido un Espíritu nuevo venido del cielo, y por eso no dábamos fruto y nuestro cristianismo era una chufla. Tener fe, hermanos, significa haberse encontrado con Cristo resucitado dentro de nosotros, tener una nueva naturaleza, ser hijos de Dios, tener en nosotros el Espíritu de Dios que nos transforma. Y podrás ver el mundo a través de los ojos de Jesús Cristo, porque Cristo vive en ti.

Todo esto se puede hacer en ti: Dios nos llama para iniciar juntos un catecumenado, que es un camino hacia este encuentro, hacia un renacimiento. Al final de esta convivencia se te preguntará: ¿quieres  continuar o no? Piénsalo. ¿Crees que en este camino llegarás a nacer del Espíritu Santo, de modo que tu bautismo sea una realidad?»

Sí, has leído bien: dice que el Bautismo no es efectivo per sé, sino sólo cuando se deforma a través del CNC.

No se dan medallas, me las quedo yo todas

«Cuando al final del camino neocatecumenal llegues a renovar el Bautismo, cuando el obispo te imponga las manos, no significará que tú ya seas un cristiano de una pieza, porque ser cristiano significa conocer profundamente la propia realidad, significa amar a todos los hombres, y que tú te consideres el último de todos; significa ver a los hombres con el respeto con que Dios les ve. Entonces, tu actitud hacia los demás no será ni paternalista ni de suficiencia, sino de amor, y no destruirás el mundo, sino que lo construirás. No se da ninguna medalla, comenzamos un camino hacia la fe, pero esto debe ser una realidad. Si piensas que Dios no te ha llamado para este encuentro, no debes continuar; continuaremos con unos pocos, pero con personas que verdaderamente crean que este camino les llevará a recibir el Espíritu de Dios dentro de ellos, como obra de Dios.

Hermanos, hagamos un canto para que esta noche sea un Pentecostés y cantemos todos y creamos que el Espíritu ya está sobre nosotros, que ya está obrando en nosotros. Tal vez alguien ya ha empezado a creer que Dios le ama y que Dios le ha mirado para darle una gran alegría, para darle la vista como al ciego. Si te sientes ciego ya puedes creer que Dios está mirando a los que sufren, y que Dios es tan poderoso como para hacer una nueva creación en ti, para resucitarte, para traer la vida de la muerte.

CANTO: Pentecostés

PETICIONES ESPONTÁNEAS: Roguemos al Señor que nos dé su Espíritu y que nos ayude en esta convivencia.

PADRE NUESTRO. No se da la paz. Silencio.

BENDICIÓN
Antes de ir a la cama, se recuerda el silencio».