Mamotretos varios

sábado, 21 de octubre de 2023

La salida, el itinerario y la meta

 

Los responsables del Camino dicen que lo suyo no es un movimiento ni una asociación ni muchísimo menos un grupito dentro de la parroquia, que es lo que quería hacer de ellos un Papa que no tuvo la amabilidad de morirse cuando le apetecía a uno muy sensible, pero «dimitió. Pues gracias a Dios» (Kiko en Puerto Rico, 14 de marzo de 2017).

Ellos aseguran que el Camino Neocatecumenal es un itinerario, es decir, es la «ruta que se sigue para llegar a un lugar» (Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española).

La pregunta que surge de forma natural es: ¿Adónde lleva el itinerario CNC? ¿Cuál es su meta, cuál es su destino?


Los loros bien amaestrados contestarán que la meta es la renovación del Bautismo, y que el recorrido está jalonado de pasos que capacitan a los catecúmenos para adquirir verdadera y plena conciencia de lo que significa y obra el Bautismo en ellos.

¡¡Un camino que lleva a quienes lo siguen a la plena conciencia de lo que significa ser hijos de Dios!! ¡Cómo no considerar deseable un itinerario que asegura conducirte sin pérdida, error ni engaño a una meta semejante! 

 


Sin embargo, el punto de partida de ese itinerario se fundamenta en errores gordísimos.

El primer error es que el único camino que lleva al Padre es Jesucristo. NO HAY OTRO. Y confundir el instrumento inútil con el verdadero camino es síntoma de idolatría.

El segundo error es además un juicio improcedente sobre el prójimo. Porque sucede que los loros bien amaestrados también han de repetir y asegurar que nadie nadie nadie que no recorra su camino ha podido alcanzar ya esa meta.

En otra palabras, son tan humildes ellos que su palabrería se basa en la asunción de que no existe ni ha existido ni existirá un ser humano que haya comprendido y vivido su Bautismo sin la guía del CNC.

Dicho de otro modo: están adiestrados para considerar que nadie es cristiano adulto salvo quienes el gran gurú o ellos determinen.

«Yo llegué a los veinticinco años sin ver un solo cristiano», les enseña Kiko en el mamotreto del primer escruticio. Lo que demuestra que la lupa de ver intenciones ajenas es consustancial al itinerario que empieza mal.

La posesión de tal lupa hace que ellos distingan entre los santos normalitos y la una sola santa -de momento- de categoría extra superior, del mismo modo que se entiende su desprecio hacia los religiosos de misa de 12, esos ignorantes cargados de devociones populares que se confiesan con curas clericalistas y no practican la bibliomancia a destajo para saber qué les quiere decir Dios.

Por tanto, el punto de partida de este itinerario es opuesto a la recta doctrina de la Iglesia Católica, que no juzga las intenciones, sino los actos, y no dispone de bola de cristal ni de aparato alguno capaz de medir la fe de los catecúmenos.

Ese es otro aspecto identitario del itinerario CNC: hace correr el bulo de que los kikotistas adquieren en propiedad, en virtud de su designación como loros, el carisma de medir la fe de los demás, no solo de los catecúmenos, también de los ajenos. Aunque lo último está chupado, pues es dogma kikiano que los de fuera no tienen fe o, a lo sumo, la tienen del calibre de un chiquillo en su primera comunión que, en opinión de estos notas, es el menor calibre posible.

Una vez más sucede que la pretensión de medir la fe de los demás no es Cristiana ni propia de la Iglesia Católica, es más bien un arcaísmo propio de paganos y supersticiosos.

Ese dogma falso y mentecato tiene otra consecuencia: obliga al secreto de los textos que los loros memorizan, pues en ellos están las recetas a aplicar. Es decir, su pretendida sabiduría no es tal, solo son recetas memorizadas.

Por descontado, el secreto tampoco es cristiano ni propio de la Iglesia Católica, por el contrario, es propio de masones, satanistas y grupos por el estilo que no buscan el bien común ni tienen por destino la fe, sino más bien la dominación. Pero si el punto de partida es errado, no es de sorprender que el recorrido tampoco sea acertado.

Otro error en ese recorrido tan tan largo que nunca acaba porque jamás se alcanza la meta es la autointerpretación de las Escrituras al margen de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia Católica.

En el CNC no hay el menor interés por conocer la recta interpretación de las Escrituras, de lo que se trata es de que cada uno las aplique al tuntún a su vida y sus circunstancias; «hacerlas carne», le dicen a lo que no es sino instrumentalizar la palabra de Dios para acomodarla a los intereses o anhelos personales. Y además se hace pasar por inspiración divina las ocurrencias que se sueltan en los ecos a la Palabra.

Usar en vano el nombre de Dios y achacarle a Él todos lo que algunos largan por la boca es otro de los errores del CNC.

Y ya puestos a hacer a Dios responsable de todo, también le encasquetan todos los desastres e incluso de todos los pecados, pues la incorrecta interpretación de las Escrituras les lleva a sostener que si ni una hoja se mueve ni un cabello se cae sin que Dios lo quiera, ello implica que ninguna tragedia tiene lugar ni nadie incurre en pecado sin que también Dios lo consienta, acepte e incluso quiera.

Es tan demencial que nadie con dos neuronas podría aceptar semejante argumento, lo que obliga al kikismo a establecer otra norma sacrosanta en su itinerario que no lleva a ninguna parte, y dicha norma es la pretendida infalibilidad del kikotista.

Con esta premisa eso tan demencial se trueca en un lo que pasa es que tú ahora no lo entiendes, ya lo verás más adelante.

Así que el itinerario neocatecumenal tiene un punto de partida incorrecto, el recorrido equivocado y, encima, se impone la obediencia absoluta al guía inepto que solo repite las máximas erradas de uno muy sensible.

Obediencia a la que también han de someterse los presbikikos. Es decir, el sacerdocio ministerial es tenido en nada frente al presunto karisma del kikotista (el que les dota de visión ultrasideral para ver y medir la fe de los demás), pues prima la presunción de que nadie, por más sacerdote que sea, tiene fe si no ha recorrido el itinerario neocatecumenal en sometimiento a los kikotistas y si estos no garantizan su fe tras medirla con su visión magikika.

Y esta subversión de la estructura jerárquica de la Iglesia, que es Cuerpo de Cristo, tampoco es cristiana.

Así les va a los pobres neocatecumenales.

 

4 comentarios:

  1. También nos dijeron que la meta era ser el siervo de Yhave, el hombre celeste, pero esto es una gran mentira ya que con la formación que dan los kikotistas, las kikotesis retorcidas que dan y todos los errores doctrinales y dogmáticos que enseñan, más la apología que le hacen al pecado la única menta en el CNC es llegar a ser el último y el peor de todos, el hombre de pecado!, porque como siempre dicen ellos: el camino no es para obras de caridad y esas cositas de beatorros religiosos rezanderos buenazos de Misa de 12, el camino es para los más pecadores de los pecadores y malvados, y Dios te quiere así.

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    1. anónimo 14:51, ya había olvidado lo del Siervo de Yahve y el hombre celeste, es exactamente así, es imposible que esas figuras se den en el camino pues es claro y todos los que pasamos por esa secta lo sabemos y lo vivimos, la formación que dan aunque parezca increíble es una formación en el pecado, tu no puedes dejar de pecar te lo repiten una y otra vez, déjate de moralismos no seas santurron te dicen, cosas de los tales catequistas como la siguiente son en verdad del demonio, no le puedo dar otro calificativo, como por ejemplo: "ya" dios" te hara caer en pecados para que no os creais un buenesito".
      Algo más grave y peligroso es la kenosis que predican, es una kenosis retorcida, aberrante y adulterada y alterada, en pocas palabras te hostigan para que entiendas que tienes que bajar los 7 escalones a la piscina bautismal, y este descendimiento se hace cayendo en pecados, tienes que ver tu peor realidad de pecador hasta el fondo, inclusive debes buscar ocasión de pecado para lograr experimentar la retorcida kenosis que se inventaron kiko-carmen-pezzi. Después cuando en público en la comunidad y delante de los catequistas confiesas los pecados en los que has empezado a caer entonces los aberrantes catequistas con una sonrisa os dicen: estupendo vais muy bien, ya "dios" os dará la conversión cuando él lo vea bien. (como algo mágico), por supuesto que todo esto es un círculo vicioso que no te lleva a ninguna parte, de aquí en adelante solo tendrás cuidado de ir trompeteando (además con una falsa humildad) que eres el peor pecador de todos los pecadores y el último de los últimos.

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  2. Solo los que nunca han conocido la Santa Iglesia Católica y su recta doctrina puede caer en el kkmino, después de 17 años me di cuenta toda la falsedad que hablan en sus katekesis, de todos los pasos que hice, fue todo una mentira, solo los protestantes divulgan palabras y utilizan la bibliomancia como ellos, y se sienten escogidos, me da pena saber que muchos no podrán ver, ni conocer la verdad. Son muchos reformados en el pensamiento, pero en fin, solo Dios abre los ojos,

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  3. ¿Existe alguna forma de conseguir los mamotretos posteriores al segundo escrutinio? En internet no parece que estén, o no he sabido encontrarlos.

    A.

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.