Tostón de inicio de curso 2022-2023 (IX)

 

En esta reunión tostonaria de inicio de curso no podía faltar una mención a la inauguración de la iglesia de Fuentes del Carbonero, a la que Kiko no acudió porque estaba indispuesto… indisposición que había desaparecido justo al día siguiente.

Iglesia de Fuentes y su "indescriptible" paisaje castellano

 Bien, el caso es que lo cuenta el padre Antonio Riquelme, que es un kikinerante en la zona noroeste de España que habla entremezclando frases e ideas, como casi todos los kikos, lo que me hace pensar que sus homilías deben ser ininteligibles.

Su relato es breve y no es novedoso, pero estad atentos al final, que tampoco es novedoso, pero tiene interés porque narra en primera persona algo que en este blog se ha mencionado muchas veces sobre lo que significa poner al CNC por encima de todo.

«Hemos inaugurado el día 12 de octubre, estuvo el Sr. Obispo, la Iglesia de Fuentes de Carbonero.

Llevábamos dos o tres años con la restauración, Kiko, P. Mario y Ascen vieron la oportunidad de que la iglesia, que fue entrañable, se pudiera restaurar. No se puede decir con palabras la belleza, el entorno, todo lo que la rodea».

Lo que rodea la iglesia: campos en la meseta castellana

 La realidad es que es fácil describir lo que la rodea: la meseta castellana que se extiende en campos de cultivo o de matorral.

«Hicimos una invitación lo más equilibrada, teníamos unos 200 sitios, entre dentro y un poco fuera, pero fue el doble la cantidad de gente que vino. Muchos eran de Fuentes, que habían abandonado el pueblo desde el año 1961, aproximadamente, muchos de ellos lloraban». 

Los que estaban un poco dentro, llorosos o no

 

¡Qué fantástico! No se sabe cómo quienes abandonaron hace más de medio siglo un pueblecito perdido de Segovia deciden pasarse por allí todos juntitos… A ver si era una excursión del IMSERSO, porque sesenta años después ya todos tendrán una edad…

Los que estaban un poco fuera, acompañando la foto trucada de Carmen

 «Y el obispo estuvo muy bien, porque Kiko había mandado una carta suya del agradecimiento y de la alegría, donde el pueblo de Fuentes, las casas estaban en ruinas, y solamente quedaba en pie la iglesia llena de pobres, cuando vinieron de las barracas. Aquellas palabras las cogió el obispo y dijo: “Verdaderamente, la iglesia, que es lo que queda en pie, es la iglesia de los pobres. Y pobres somos todos. Aquí el que se crea rico, sobra”. Y empezó a hablar de la iglesia de los pobres, diciendo que hoy hay una pobreza que no es la económica, y citó a S. Pablo: “Mirad quiénes habéis sido llamados”. Y después conectó lo de la pobreza con la Virgen María, porque era la fiesta de la Virgen del Pilar, la “pobre de Yahveh” es la Virgen María”».

En Kikónides las cosas son así: solo se tiene en cuenta al obispo si este tiene a bien hacerse eco de algún dicho kikil. La idea que ha de subyacer es: el obispo está con Kiko, el obispo sigue a Kiko, no al revés.

El obispo con bordados de obispo

 «Fue un día de gracia y de gloria. Han hecho una obra realmente impresionante, porque había que poner los materiales adecuados, con un grupo de artistas, a los que ha ayudado Marisa».

Las fotografías en las que se ve el interior son para pensar que mejor que el grupo de artistas -que no se ha comido mucho el magín- les hubiese interesado un grupo de restauradores.

Pero lo más kiko y triste viene a continuación:

«Perdonadme que lo diga, a mí me coincidió que mi madre estaba en la agonía, y me marché sabiendo que se podía morir, yo no quería ir, estábamos muy ligados los dos, mi madre estaba en el Camino, y quería despedirla en su muerte, pero mis hermanas me dijeron: “Tú te vas”. Mi madre me decía siempre que la misión era lo primero, que adelante. Y mi madre murió ese misma noche de la inauguración».

Así que su madre se murió el día de la patrona de España, el doce de octubre, mientras su hijo presbi, en lugar de estar a su lado, se dedicaba a las cositas del Camino, que son su misión, según dice. Y tres días después el 15 de octubre, ese mismo presbi estaba en Madrid, relatando los fastos de la inauguración, porque de nuevo la misión es lo más importante.

Alienado no, lo siguiente.