Tostón publicitario. Cuaresma 2022 (VI)

 

La arenga de “una señora que esta por aquí” que, en realidad, es una lista de avisos e instrucciones de obligado seguimiento:

«Kiko decía que la Cuaresma es el momento de preparar la Pascua. Uno de los momentos más importantes de la Pascua son los niños, no podemos pensar en la Pascua sin niños. Por eso es importante preparar bien a los niños, y los didáscalos son esos hermanos que ayudan a pasar la fe a los niños. A veces puede ser pesado, pero es un carisma fundamental en la comunidad para la tarea que Dios nos ha encomendado: pasar la fe a la próxima generación. Con esta situación del Covid, en alguna zona, por diferentes dificultades, nos han dicho que este carisma está un poco en crisis. Esta palabra es para animar a todos los didáscalos a empezar de nuevo, porque los niños los están esperando».

Es sorprendente lo bien que se le da a los solterones sin hijos decidir qué es lo que necesitan los niños. Quizá sea por eso de que la ignorancia es atrevida.

La realidad es que los pobres niños se aburren como monos en la mega-celebración-de-muchas-horas, se duermen en las sillas, se tiran al suelo, dan la lata a los padres, se ponen nerviosos… Y el Espíritu Santo no les sopla ni más ni mejor por pasar una pésima noche.

«Este año haremos la Pascua sin restricciones -esperamos- y aprovechamos para decir que los didáscalos cuidan especialmente a los niños en los momentos más importantes, Navidad y Pascua, los tiempos fuertes en los que trabajan con ellos. Y en la convivencia mensual, en la que el didáscalo le hace una catequesis al niño, le hace preguntas: ¿cómo van las Laudes con los padres? ¿Y la Eucaristía? ¿Te aburres? Preguntas para saber cómo están los niños. En la convivencia, el didáscalo tiene un tiempo para estar con ellos».

Sabido es que esta gente no imparte catequesis, ellos las hacen, que son más chulos. Lo cierto es que lo que le interesa a Ascen es que entiendan que ese tiempo -que presuntamente es para “hacerles una catequesis” a los niños- lo tienen que emplear en interrogarlos a fondo: enterarse de si rezan Laudes en familia, saber quienes están conformes y quienes están hartos, indagar los motivos, etc.

Y todavía les pone más deberes:

«También hay una convivencia al año, o solo los didáscalos de la comunidad o todos los de la parroquia, para ayudar a los niños, animarlos, rezar las Laudes, jugar, dar la experiencia de cómo son».

Eso es lo que hacen a los niños en los campamentos de verano que montan los “padrinos”: se interroga a los chicos para que cuenten cómo son. A eso lo llaman “dar la experiencia”.

«Kiko me ha contado que una vez, con los hijos de Mártires Canadienses, fueron al cine a ver una película. Kiko aprovechó para darles una catequesis y después merendaron, rezaron. ¡Fue un día inolvidable!».

Solo le ha faltado asegurar que Kiko pagó todo: el cine, las palomitas, la merienda, el autobús… y que al despedirse le regaló un dibujito a cada uno. Supongo que se dio cuenta de que era demasiado irreal incluso para oyentes kikos.

Lo interesante es que si ahora toca decir que los didáscalos son un karisma -¿o serán un ministerio?- importantísimo, era obvio que Kiko se arrogaría a sí mismo el haber sido el primero de todos: el primer kikotista, el primer responsable, el primer itinerante, el primer salmista, el primer lector y ahora también el primer didáscalo. El día que toque potenciar a los ostiarios, Kiko se sacará de la manga que él, una vez, recosió la puntilla de un purificador y lo dejó primoroso.

«Esto ayuda a el didáscalo a hacerse amigo de los niños. Claramente con los niños que pueden estar en las celebraciones, los demasiado pequeños se quedan con la niñera. El didáscalo es como un amigo, que en el período de la preadolescencia les ayuda a tener el deseo de entrar en el camino, es quien les prepara para el ingreso oficial en la comunidad, después de la primera comunión».

Un amigo, dice. El didáscalo es un soplón con la misión de interrogar a los niños para chivarse a los padres, al respon o a los kikotistas de la información interesante obtenida.

«Hay que animar a nuestros didáscalos: es un carisma muy importante para ayudar a los padres. Kiko también lo hizo con mucho ahínco».

Con tanto ahínco como el que muestra cuando firma lo que no pinta. El mismo.

«Bien, si en algún lugar los niños han dejado de ir a la Eucaristía, esta Cuaresma es un buen momento para volver, para empezar de nuevo».

Le importa cero los motivos por los que el niño haya dejado de ir. Le importa cero si tiene problemas de salud y no conviene exponerlo a cierto virus, si hay dificultades en la familia, si le coincide con alguna actividad extraescolar… La vida de todos debe girar en torno a la comunidad y sus akikolarres, nada puede ser más importante.

«Para los jóvenes. En este tiempo con todos los problemas que ha habido, no se ha hecho la scrutatio del domingo. Es hora de retomar, de empezar de nuevo. Hay que unir más parroquias, a menos que sean estas parroquias muy grandes de Roma, que ya son un pueblo, pero normalmente se agrupan varias parroquias, ya sea por vicariato o por barrios, para que los jóvenes se conozcan, se hagan amigos».

Para que no busquen amigos fuera del gueto. No sea que les guste más lo de fuera.

«Enseñamos a los jóvenes una cosa maravillosa que es el amor a la Palabra de Dios ya la Eucaristía. Debemos ser fieles a lo que Dios inspiró a Kiko y Carmen, es decir, hacer scrutatio el domingo por la noche, con dignidad, preparando bien las mesas, haciendo scrutatio y adoración al Santísimo. Esta es una gran ayuda en la lucha que tienen. Esto se hace una vez al mes y es bueno -sin ser pesados- recordar a los jóvenes las reuniones. Se olvidan por qué entran en crisis... Mandad un aviso para que los que andan un poco perdidos se recuperen».

Traducción: la kikada del domingo por la tarde para jóvenes va fatal y aprovechando la pandemia muchos se han ido para no volver, lo que demuestra que no encontraban a Dios en esa kikada y por eso no les seduce nada de nada. En vista de lo cual se hace valer el comodín de no tocar lo que diosito ha inspirado a los últimos y los peores: Kiko y Carmen.

«Para los itinerantes. Este año hemos visto que muchos jóvenes han entrado en los seminarios casi sin saber dónde estaban y algunos se han vuelto a casa. Por eso hemos visto que la preparación en el Centro Vocacional es muy importante. La preparación, que no consiste sólo en ir a la convivencia de Puerto San Jorge, es una gran responsabilidad de los Centros Vocacionales. Kiko y Carmen han preparado un esquema con tres encuentros»

¿Kiko habrá usado la huija para comunicarse con Carmen? ¿Se le aparecerá en sueños? ¿Carmen le habrá telefoneado desde el más allá?

En Madrid tienen tres encuentros al mes, en otras partes lo hacen diferente. Pensamos que, viendo la debilidad de los jóvenes de hoy, es bueno tener tres encuentros al mes con los jóvenes del Centro Vocacional, para que estén bien preparados, los domingos por la noche a ser posible, dice Kiko. Esta es solo una recomendación»

Es decir, que todo lo anterior no es una recomendación.

«Sois vosotros los que discernís qué es mejor para los jóvenes. Pero hay que trabajar duro para prepararlos bien para el seminario».

¿Qué van a discernir unos laicos que viven del cuento del “centro vocacional”?

«Para las chicas que dicen: ¿y nosotras? Las chicas siguen el mismo esquema. Luego debemos mostrarles las diferentes formas de evangelización, las diferentes formas de vida religiosa. En general, con las chicas se están haciendo estos tres encuentros, uno al mes. Depende de la edad».

Ir a China a hacer de salmonetas o a cualquier parte a hacer de chachas gratis lo llaman “diferentes formas de evangelizar".