Hijos del Camino (y II)

 

En el Camino te machacan con que los hijos no pueden ser motivo de no acudir a la celebración con la comunidad. Tus hijos te los envía Dios, por tanto no pueden separarte de Dios. Lo que para ellos significa que no pueden separarte de la comunidad. El Demonio, según los neocatecumenales, siempre querrá que antepongas tus hijos a la celebración. Porque el Demonio odia a la comunidad. Esto hay que tenerlo claro como el agua si pretendes caminar.

No importa si tu bebé está con fiebre, si tu niña está ingresada en el hospital, tu deber número uno es acudir a la celebración de la comunidad por encima de todo. Los katequistas te instruirán en cómo discernir cuándo y cómo el Demonio se sirve de tus hijos para robarte la fe. El Demonio juega con la salud y los accidentes a su antojo para que tú no vayas a la comunidad y te quedes en tu casa.

Dicho esto, si tu niño se ahoga en la piscina cuando tú estabas en la eucaristía por supuesto que era voluntad de Dios, porque tú estabas donde era tu obligación estar: con tu comunidad. Si tu hijo se pone enfermo cada vez que lo dejas con las cuidadoras en un salón mugriento que se usa de almacén de trastos viejos, ese pensamiento viene del Demonio, es la tentación. 

Dios cuida de tus hijos mientras tú estás con la comunidad. Dios provee cuidadoras y no les pasa nada por llorar dos horas, o las que hagan falta, lejos de ti ni por estar con fiebre en una sala infecta. No se mueren, tranquila. No se traumatizan, tranquila. Lo que sí los traumatiza es tu amor histérico de madre. Esto es un mantra esencial. Madres histéricas tienen hijos asmáticos, según el Camino Neocatecumenal. Dios te manda la enfermedad de tu hijo para tu conversión, para que se manifieste su gloria. "¿Qué quiere decirte el Señor con el cáncer de tu hija?", te preguntarán tus katequistas.

Imaginemos por un instante cómo nosotros, adultos, podemos enfrentarnos a esa pregunta. "Hum, el Señor quiere decirme algo a través del cáncer de mi hija, algo que yo no soy capaz de captar, esto será la prueba de que yo no escucho a Dios, si yo lo hubiera escuchado tal vez no tendría que buscarme a través del cáncer de mi hija, si yo no fuera tan tonto/malo/pecador entonces Dios no enviaría el cáncer a mi hija...". Imaginemos por un instante cómo un niño, por muy neocatecumenalizado que esté, se enfrenta a esa interpretación de Dios-la enfermedad-la conversión de otros.

He puesto el ejemplo de la enfermedad porque es algo no querido ni provocado por el ser humano. Pero ¿qué interpreta un katequista cuando el sufrimiento de un hijo de alguien del Camino está relacionado con algo provocado por otra persona? Por ejemplo, el abuso físico y psicológico, la violencia, los malos tratos ejercidos por un adulto sobre el hijo como víctima. Lo cierto es que no difiere en nada. Si tu hijo es sexualmente abusado por un adulto, entonces es que Dios lo permite por algo. Igual que Dios permite que tú pegues a tu hija hasta dejarla inconsciente. Dios lo permite para que tú veas lo que hay en tu corazón. Para que te conviertas. Es palabra del katequista neocatecumenal.

Afortunadamente para mí, Dios me ha dado inteligencia para pensar y manos para buscar la verdad en los libros. Yo buscaba en el Catecismo de la Iglesia Católica la primera respuesta a tantas bestialidades que presenciaba en mi comunidad y que escuchaba a mis katequistas o a otros katequistas de otras zonas. Cuando yo escuchaba cosas que me hacían daño, buscaba qué decía la Iglesia en esa cuestión o ante casos similares. Y, en última instancia, buscaba el consejo de alguien de la Iglesia que estuviera bien preparado o especializado en ese punto concreto. 

Afortunadamente para mí, yo pude saber cuándo el Camino estaba predicando blanco mientras que la Iglesia decía negro. Y hablo de los tiempos en que no existía internet. Ahora con internet, todo es mucho más fácil y rápido. ¿Qué dice el Camino de las víctimas de abusos, cómo enfoca los casos de niños abusados por un adulto, qué le dicen los katequistas al que ha sufrido esos abusos, qué le dicen en cuanto a su abusador, cómo tratan a un abusador que les confiesa su crimen? Por otro lado, ¿qué dice la Iglesia sobre los abusos cometidos contra niños? ¿Qué recomienda a las víctimas? ¿Qué dice de los que cometen esos crímenes?

Así con todo, con cada uno de los elementos de una lista: la enfermedad física, la enfermedad mental, la homosexualidad, la procreación, el trabajo, los derechos humanos, las obligaciones en materia de derechos y libertades, la educación, el dinero, la separación matrimonial, el divorcio... Respecto a cualquier tema de la vida humana, es fundamental saber qué dice el Camino Neocatecumenal y qué dice la Iglesia a través de su doctrina. Sorprendentemente, en la mayoría de temas hay muchos puntos de divergencia e incluso de flagrante contradicción. 

Regresemos a los niños y jóvenes del Camino. ¿Cómo pueden saber ellos qué dice el magisterio de la Iglesia respecto a cualquier cosa para contrastar las enseñanzas del Camino Neocatecumenal? ¿En quién pueden confiar para consultar una duda si solo viven rodeados de personas del Camino Neocatecumenal? ¿Existe para ellos algún resquicio por el que pueda entrar algo de la fe católica sin filtrar por el Camino Neocatecumenal?

Un niño de los Testigos de Jehová seguramente se sienta solo frente a los niños que no profesan las creencias de su secta. Un niño del Camino Neocatecumenal se sentirá igual de solo que el anterior, como si fuera de una secta cuando supuestamente su religión es la católica. Ese es el verdadero problema. El niño del Camino Neocatecumenal se va a sentir siempre distinto al hijo del "cristiano de misa de 12", al hijo de los de Adoración Nocturna y al hijo de los Carismáticos. Todos ellos se unirán en misa el domingo por la mañana, el del Camino, no. El niño del Camino vive en un gueto dentro de la propia Iglesia. Es terrible.

Lamento ser tan dura, pero he conocido a gente del Camino que no te prestaría su coche ni en caso de necesidad. Los neocatecumenales pueden pasar ocho horas de Vigilia Pascual y salir tan ciegos como entraron, incapacitados para reconocer en el religioso de misa de 12 a Cristo, convencidos de que todos les persiguen y todos los odian. Y eso es lo que trasmiten a sus hijos, no la fe, sino las neuras.

(escrito por Lapaz).