Los presbíteros son camareros

 

Rescato una nueva intervención de Carmen en Canadá, año 2002.

Sucedió casi al final de la reunión de baño de masa para complacer el ego del sumo humilde Kiko, es decir, justo antes de las levantadas de chicos que se prestan para hacer bulto en los RM y que no se vean tan vacíos como realmente están.

La intervención es la siguiente:

«¡Yo quería deciros que no os levantéis todos! Recuerdo que solamente hay un Sacerdote, ¡que es Jesucristo! Los otros son presbíteros que son servidores, "camareros". En una mesa, donde se está comiendo, se está medio sentado y medio sirviendo».

En el cristianismo, los curas representan a Cristo y, por lo mismo, son mucho más que camareros. Pero Carmen habla claro de como son las cosas en el kikismo: los presbíteros solo están llamados a servir, obedecer y callar, porque los que mandan son los kikotistas.

Quien no se quiera dar por enterado, demostrará poco sentido común, porque lo más sensato, como advierte Carmen, es no levantarse.

«Los presbíteros son servidores del Sacerdocio de Jesucristo, porque lavan los pies, porque sirven el pan. No se realizan a sí mismos con un dominio, con un poder. Entonces, el Papa y estos cardenales son extraordinarios. También Pedro es el servidor de los servidores».

Y dale. Tal vez convenga aclarar que Pedro, ese servidor de servidores, es quien gobierna la Iglesia. ¡Ya le gustaría a cierto ser muy sensible tener el poder que tiene Pedro!

«Entonces, se piensa que la solución de los seminarios vacíos, de los curas pederastas, homosexuales, etc. es que los presbíteros se casen».

Cambio de tema y salida por la tangente sin venir a cuento.

«Vosotros, ¡sabed que muchos tampoco se quieren casar! Los jóvenes no se quieren casar, ¡porque el matrimonio es mucho más difícil que ser presbítero casto, claro!, y los esposos se derrumban y se divorcian».

No te levantes para ser camarero, no te cases… ¡Qué mensaje tan estimulante! Se lo deja claro a los chicos.

«¡En hebreo, la palabra "esposo" es la misma palabra que "santificación"!»

¿En serio? He buscado alguna raíz lingüística común entre esas dos palabras. Y será por mi desconocimiento del hebreo, pero internet se ha negado a mostrarme ningún parecido más allá de kadish (santo) e ish (varón), que no tienen nada que ver, solo comparten terminación, como camión y trombón.

«Si queréis ser santos, ¡casaos! Porque sabed que para que la corriente eléctrica se pueda transmitir, se necesitan dos polos, el positivo y el negativo, y si estos no están, la cosa no funciona, ¡y no llega la luz a la casa!! Por eso, este contraste entre el hombre y la mujer es fantástico y maravilloso, porque da la Vida. Mientras que todos aquellos que quieren ser mujeres, y las mujeres que quieren ser hombres, es el desastre de hoy, de los gais, y se piensan que la solución está en que se acepte que sea gay, Sin embargo, el problema no se resuelve».

No sé si lo he entendido, pero además de homófobo me parece entender que no da al matrimonio otro valor que el de dar vida, con minúscula. Porque si la pongo con mayúscula es peor, ya que entonces se niega a los presbis, esos camareros, la posibilidad legítima de llevar la Vida ni para ellos ni para nadie.

«Si tenéis problemas, no miréis la televisión, ni a los psicólogos, ni a nada. Uno se puede curar verdaderamente de cualquier problema, enfermedad -que en España se dice: nacido mal-, son miles y miles los que tienen tantos problemas verdaderamente, problemas humanos que se pueden resolver todos. Nosotros hemos visto curarse a tantos y tantos que tenían problemas, o con la madre, o con el padre, o con los jovencitos o con las jovencitas. ¡Curados!, aquellos que tenían estos problemas y que no han venido aquí hasta que no se habían curado primero en la comunidad».

Año 2002. Todavía en ese entonces la cúpula kika insistía en que la comunidad era la panacea que lo curaba todo. Es más, aseguraban haber visto tantas y tantas curaciones mágicas. A día de hoy, la obstinada realidad -y la posibilidad de denuncias penales- les ha obligado a reconocer que el CNC no cura nada y que hay que mandar a quienes tienen problemas a grupos especializados para que reciban un tratamiento acorde a su dolencia.

¿De qué sirve la comunidad si no sirve para aquello que en verdad marca tu existencia?