Buscando 150.000 neocatecumenales desesperadamente

El 5 de mayo llegó, el encuentro se produjo y pasó. Y eso ha sido todo.

No ha habido conversiones masivas de judíos ni de paganos ni de la burra de Balaam; no se han producido milagros y prodigios en todos y cada uno de los cienes y cienes de autocares congregados, no ha habido levitaciones, nadie ha recibido el don de lenguas… Nada. Un fiasco y un fracaso, como vaticinaba ese pájaro de mal agüero tan sensible que ya dijo que la cosa se iba a poner chunga si no llegaban a los 150.000 congregados. 

Saludando al Papa

La realidad, al parecer, está más cerca de la 60.000 que de otra cosa, por más que se hayan vaciado los RM para llevar a todos los presbis y seminaristas a llenar huecos. Es lo que pasa cuando uno se pone chulo y pretende cosas que son superiores a sus fuerzas. Pero ya se sabe como son estos chicos: lo suyo es el reino de la cantidad y lo de la Iglesia sólo son cuatro viejas.

Y no hay quien les saque de ese cliché.

En no habiendo pasado nada de nada, pese a haberse pasado muchas bolsas en muchos sitios para “ayudar” al encuentro, lo más destacable son las perlas que les ha soltado el Papa Francisco. Deberían enmarcarlas y ponerlas en lugar de la mezuzá, el shemá y el cuatro de la kikotisa.

Saludando al pañuelo

Por ejemplo, las siguientes son ideales para que los kikotistas se tatúen cualquiera de ellas en la frente:

«Hay que tener cuidado, por ejemplo, para no dictar el paso a los demás. Más bien, hay que acompañar y esperar, recordando que el camino del otro no es idéntico al mío.»

«Con cuidado y respeto por el camino de cada uno y sin forzar el crecimiento de nadie, porque la respuesta a Dios madura solo en la libertad auténtica y sincera.»

En esta otra parece que al Papa no le convencen los guetos:

«En la fe y en la misión se avanza juntos, sin aislarse y sin imponer el propio sentido de marcha, se avanza unidos, como Iglesia, con los pastores, con todos los hermanos».

Y hay una en la que parece recordarles a los congregados que ellos no son nadie para atar ni desatar, ni en el Cielo ni en la Tierra:

«”Id y haced discípulos a todas las gentes”. Y cuando Jesús dice  todas parece que quiera subrayar que en su corazón hay lugar para cada gente. Nadie está excluido.» 

Cardenales y obispos despidiéndose del Papa... menos uno. Y la categoría superior de las manitas falsas

Es como si les dijese: están en su derecho a cuestionar las decisiones del kikotista. Y si lo hacen, te tienes que aguantar, no le puedes excluir ni expulsar.

Incluso les explica que está muy feo hurgar en la privacidad de las personas y empeñarse en que todos y cada uno han de contar sus problemas, sus debilidades y sus pecados:

«Como los padres, que no ven en primer lugar los defectos y las faltas de sus hijos, sino a sus propios hijos y con esta perspectiva acogen sus problemas y sus dificultades, también así hacen los misioneros con las gentes amadas por Dios. No ponen en primera fila los aspectos negativos y las cosas para cambiar, sino que "ven con el corazón", con una mirada que aprecia, un enfoque que respeta, una confianza que tiene paciencia.»

Y una vez más les recuerda que no hay nada cristiano en el rechazo a la particularidad del otro:

«Amad las culturas y tradiciones de las gentes, sin aplicar modelos preestablecidos.»

Posando para la foto

Y que repitiendo como loros las consignas caducas de unos mamotretos errados no se evangeliza, porque en esas consignas no está el Espíritu de Dios:

«No partáis de teorías y esquemas, sino de situaciones concretas: así será el Espíritu el que dará forma al anuncio según sus tiempos y sus formas. Y la Iglesia crecerá a su imagen: unida en la diversidad de las gentes, de los dones y de los carismas.»

Es que tenemos un Papa con sentido del humor, tanto que ni se le ocurrió aprovechar la ocasión para declarar la santidad de categoría superior de nadie. Y mira que estaba a huevo. A ver si es que el Papa no cree en esa presunta santidad superior sobre todas las demás santidades. No me extrañaría, al fin y al cabo no hay que olvidar que este Papa es el mismo que se niega a ordenar que el Camino sea obligatorio en todas las parroquias.

Por algo será.