Kikomitin. Pascua 2018 (III)

KIKO:

«Muy bien, hermanos, no voy a ser muy largo. Y si Dios me inspira espero daros una palabra [y si no, os dará el tostón de siempre]. Pero como siempre, antes vamos a escuchar esta palabra de S. Juan que os va a ayudar, porque el Señor, que nos ha dado un don inmenso que es el Camino Neocatecumenal [Nein. El don es la Iglesia; el CNC, que tanto la ataca, no], un Carisma que tiene un sabor que recuerda a la Iglesia primitiva, con un sabor y una fuerza especial hoy en la Iglesia, en la que hemos sido convocados para anunciar el evangelio, para la nueva evangelización.

Estos son todos los que van a ir de Roma

Sabéis que todos hemos sido convocados para celebrar los 50 años del Camino Neocatecumenal en Roma, donde juntamente con el Papa Francisco cantaremos un Te Deum de acción de gracias a Dios por su amor y por su fidelidad durante estos cincuenta años [la verdad: un Te Deum suena mucho mejor en gregoriano que en kikiano]. Este es el folleto que hemos entregado a los obispos para invitarles a este encuentro, en el que recibiremos al Santo Padre, que incensará el Icono, la cruz y nos saludará. Después presentaré yo a los doscientos mil hermanos que vendrán de todo el mundo.»

Porque por más que se rebusque en toda Roma, que tiene cerca de 3.000.000 habitantes, o en toda Italia (más de 60.000.000 habitantes) iban a ser menos que las cuatro viejas que su humildad ve en todas las parroquias, así que han tenido que invitar a todo el mundo mundial (© Manolito Gafotas).

«Escucharemos las palabras del Papa Francisco. Os lo digo porque estáis invitados todos y de Madrid os habéis apuntado muy poquitos; no sé por qué. ¿Es que no tenéis fe? ¿No tenéis entusiasmo? ¿No tenéis ganas de ir a Roma y conmemorar los cincuenta años del Camino con el Papa?»

La fe no tiene nada que ver con ir de excursión a presenciar una kikada, pero a su sensibilidad le trae sin cuidado la falta de coherencia.

«Lo tenemos todo previsto, incluso un aparcamiento que nos deja la universidad de Tor Vergata con capacidad para 2.500 autobuses.»

En la propaganda de inicio de curso, el aparcamiento era para 5.000 autobuses. Poco después, en el mitin de Adviento, había crecido un disparate, hasta alcanzar las 25.000 plazas de autobús. Ahora ha encogido. Se conoce que, como en el cuento de Alicia, al aparcamiento le dan seta para crecer y para encoger. Y sigue con el rollo de lo "importantísimo" que es que todos vayan a hacer bulto a Roma, no sea que se vea que el CNC se desinfla por todos lados.

«Y para que vean lo que es el Camino, el Papa enviará treinta y cinco Missio ad gentes. Irán al estrado los treinta y cinco presbíteros que están llevando adelante estas missio ad gentes en toda Europa [y en Jaén, no olvidarse de Jaén, que es zona deskikianizadísima] y que aunque ya fueron enviadas tienen que ser confirmadas por el Santo Padre; porque todas estas misiones ad gentes, que tenemos cientos, han sido todas enviadas por el Papa Benedicto XVI y por el Papa Francisco. Éstas últimas que hemos enviado este año tienen que ser confirmadas y enviadas por el Santo Padre. Y también el Papa enviará veinte communitates in missionem.»

Y bla bla bla. Al menos, parece ser que los que vayan se librarán de tener que escuchar a la orquesta sin ánimo de lucro del Camino; porque el Papa no tienen tiempo para ruidosos kikirikantos.

Os ha unido a mí, pero tú apártate y no me estorbes

«O sea, pensad lo que es el cristianismo, algo tan grande a lo que Dios os ha llamado y os ha elegido desde antes de la creación del mundo. Y os ha unido a nosotros, en su voluntad y en su diseño, algo verdaderamente impresionante [sí, impresionante la vanagloria de alguno que siempre quiere quedar en otro plano. Ni ser uno de los elegidos le vale, él tiene que descollar sí o sí, que para eso es quien sabe cual es la voluntad de Dios para todos]: que el Señor viva en nosotros y esté en nosotros profundamente y que nos dé a participar, por el Espíritu Santo, de su amor. Y ese amor en nosotros nos lleva a hacer su voluntad. Y no hay cosa más grande que evangelizar, que salir, salir, como ha dicho el Papa, de nuestra comodidad, de nuestro sitio. Id. No es fácil, por eso yo estaba asustado de los hermanos, las comunidades que salieron en misión, pues tuve un encuentro con los responsables y las comunidades que salieron en misión y todos están muy contentos; no obstante que es difícil, que están lejos, etc. Porque el Señor nos acompaña.

Ser enviado es importante: hay foto con el jefe

Yo les dije claramente a todos: mirad, ser enviados en misión es muy importante por una razón, porque el peligro más grande que tiene el cristiano es el instalarse, el aburguesarse; es la comodidad, es acomodarse. Y el acomodarse nos lleva a la tibieza, perdemos el celo. Y sobre la tibieza, las palabras más duras de la Biblia las emplea contra los tibios. «Porque no eres ni frio ni caliente, estoy para vomitarte» dice Dios, «Te voy a vomitar, porque ojalá fueras frío, un comunista ateo, poniendo bombas. Ojalá, porque no eres nada, ni frío ni caliente, eres un comodón y un burgués, estoy para vomitarte»; eso lo dice el Apocalipsis.»

Rigurosamente falso. Eso sólo lo dice su humildad, el manipulador de textos bíblicos.