Kikomitin. Pascua 2018 (II)

«KIKO:

Nos hace pensar los sufrimientos que habéis tenido y que hoy tienen muchos hermanos porque el faraón se levanta y no les deja celebrar la Pascua. Me estoy acordando ahora de un obispo ––y de los hermanos que están consternados–– que les ha prohibido celebrar la Pascua, salir a otras parroquias…»

Primero, está faltando a la verdad. Segundo, el obispo es el único que puede disponer como se ha de celebrar la Pascua en su diócesis. Y está en su derecho a reclamar que la Pascua se celebre con la asamblea parroquial.

Aquí si saben lo que es persecución

«Bueno, una persecución tan tremenda que los hermanos no saben qué hacer, porque les obliga a ir a las vigilias de la parroquia que dura tres horas, que empieza a las 21:30 y a las 0:00 ya se ha acabado y no les permiten hacer nada. Yo les he dicho: No sé, buscad un párroco que conozca al Camino y que le diga al obispo que él se encarga de hacer una Vigilia más larga y que los hermanos puedan participar». Cualquier cosa antes que obedecer al obispo, claro.

«Lo que pasa es que como son tantas comunidades no caben allí [¿No caben en toda la isla? Ya lo dudo]; para los hermanos es un sufrimiento enorme no poder celebrar la Vigilia pascual, como nos pasaría a nosotros, porque la Vigilia pascual es el centro de la Iniciación cristiana.»

Nueva mentira (con “mayusculitis”, por cierto). Los hermanos están invitados a celebrar la vigilia pascual con toda la Iglesia, fuera del gueto. Pero algunos prefieren las cebollas de Egipto.

Aquí, no

«Por eso hemos sufrido tanto cuando, el año pasado, un párroco de Madrid les dijo a los hermanos que tenían que ir a la vigilia de la parroquia. Menos mal que escribí una carta al Card. Osoro y el cardenal llamó a este párroco y, al final, pues Dios hizo un milagro: cambiaron al párroco de causalidad [sic] y vino uno que conocía el Camino, que le gustan muchísimo nuestras celebraciones, y le dijo a este párroco que no tenía razón; con lo cual los hermanos respiraron. Primero se levanta el faraón y después Dios hace el milagro de que puedan partir, que puedan celebrar la Vigilia pascual toda la noche.»

Los chismes improbables gustan mucho en el CNC. Sorprende que no haya atribuido a una intercesión de categoría superior el milagrito, pero lo que cuenta es asignar a la Iglesia de todos el papelón de malvado faraón.

«Sabéis lo que ha dicho el Papa Francisco: «La Iglesia debe al Camino Neocatecumenal la recuperación de la Noche Santa»; eso ha dicho.»

Nueva trola. Por eso, desafío a quien quiera a que aporte alguna prueba de que el Papa haya dicho eso alguna vez. No podrá. Y ya entrado de lleno en la faena trolera, sigue echándose flores, que se quiere mucho, aunque para eso tenga que recurrir a chismes de hace varios años, chismes que ya se desmontaron en este mismo blog, por ejemplo, aquí.

«Bueno, como hemos invitado a hablar a la hermana de nuestro equipo, le he pedido al P. Mario que nos diga alguna palabra también. A ver si le animáis a que nos diga una palabra porque dice que no.

Adelante, eres el presbítero del equipo.

Los apuntes del Papa

P. MARIO:

Solamente dos pensamientos, dos cosas.

El primero es que sabéis que el Papa Francisco, en las últimas catequesis de las Audiencias los Miércoles está acabando ahora las catequesis sobre la Eucaristía. Y os quiero leer simplemente un trocito donde ––a mí me lo parece y espero que también a vosotros–– resuena otra voz, que es la voz de Carmen. Y es maravilloso que las catequesis que nos ha dado Carmen lleguen a toda la Iglesia por medio del Papa públicamente.»

La memez esta de que el Papa copia apuntes de las kikotesis de Carmen (que no son públicas ni para los sacerdotes), es repetición del neomitin del diciembre pasado https://cruxsancta.blogspot.com.es/2017/12/las-cortas-patitas-de-las-mentiras.html, así que lo omito. Sólo me interesa resaltar que el Papa está dando catequesis sobre la Misa desde noviembre, cada miércoles, pero de todo lo que ha dicho hay quien tiene el oído tan pézzimo que sólo menciona reiteradamente la tercera catequesis (señal de que no ha habido forma de confundir nada más con un discurso karmelitano de kategoría superior).

Pezzi antes de ver la luz

Después, aunque esto merecería un aplauso, que haréis al final [a sus órdenes, al final todos aplaudirán como párvulos bien entrenados], estos días he encontrado una lectura que me ha tocado mucho que es de las Cartas pascuales de S. Atanasio. Me ha impresionado porque uno de los problemas que desde hace años suscita dificultad para la celebración en pequeña comunidad, sea de la Eucaristía y, sobre todo, de la Pascua, es que se piensa que en la Pascua todos los fieles tienen que estar juntos, en la parroquia o donde sea. Pero esta es una teología muy coja, porque la unión no la realiza ni el lugar ni el tiempo [ni el trípode, ni el diezmo, ni los pasos, ni la comunidad...]; incluso ni siquiera el número de personas, que es algo de lo que se han preocupado muchos curas de tener mucha gente, que es en el fondo lo que le interesa más [¡Qué pézzimo es esto de juzgar a los demás! Les tendría que lavar los pies por juzgar a tantos curas], pero la comunión no viene de celebrar todos juntos en el mismo lugar.»

Por eso, como muestra de incoherencia típica neocatecumenal, su sensibilidad decreta que todas las comunidades han de celebrar juntas la Pascua, juntas entre ellas pero aparte de la parroquia, porque la parroquia no salva y ellos son otra cosa.

«Y esto es lo que señala, precisamente, S. Atanasio. Dice:

El misterio pascual reúne en la unidad de la fe también a aquellos que están lejos con su cuerpo.

Yo me siento unido a mi comunidad aunque voy pocas veces; y así también los itinerantes.»

Por supuesto, la visión interestelar pézzima permite saber lo que sienten todos los itinerantes del universo. Y por eso va a sostener que para potenciar un rabioso sentimiento de unidad con la parroquia, lo que hay que hacer es no juntarse por nada del mundo con los parroquianos a secas y en especial cuidar muchísimo de no hacerlo en las solemnidades. En cambio, como el sentimiento de unidad con la comunidad es tan débil, tan mínimo, tan birriático, no hay más remedio que quedarse aparte, como en un gueto, para que no se rompa esa mísera unidad apenas sostenida con alfileres.

«El que por nuestra salvación entregó a la muerte a su hijo, por el mismo motivo nos hace el don de esta festividad que reluce, claramente, entre todas las otras fiestas del curso del año. La celebración litúrgica nos sostiene en las aflicciones que encontramos en este mundo.

Los de la primera fila: achacosos y en oscuridad

Sobre todo, los de cierta edad, tenemos periodos de achaques, de dolores, de oscuridad. Y en la Pascua Cristo resucitado nos arrastra hacia la vida eterna con la fuerza de su resurrección.

Por medio de ella Dios nos concede aquella alegría de la salvación que acrecienta la comunión. Mediante la acción sacramental de la fiesta, de facto, nos funde en una única asamblea, nos une a todos espiritualmente. Nos hace encontrarnos cerca, también, de los que están lejos.

La celebración de la Iglesia nos ofrece la manera de orar juntos, de elevar, comunitariamente, nuestra acción de gracias a Dios. Ésta, es una exigencia propia de cada fiesta litúrgica, es un milagro de la bondad de Dios. Esto es, hacernos sentir unidos, solidarios, en la celebración, y fundir en la unidad de la fe a los que están lejos y los que están cerca, presentes y ausentes.

Así que si una comunidad, por el bien de la comunidad, celebra la Pascua fuera de la parroquia está ausente corporalmente, pero está unida, por el Espíritu Santo, a la parroquia.»

(Aplausos) [tal y como se había ordenado]

Así que si cada hermano de una comunidad, por su propio bien o en su libertad o por obediencia al obispo, celebra la Pascua con su parroquia no pasa nada… Pero inexplicablemente algo que es tan obvio no se le ocurre a estos lumbreras.