"Dios me quiere pecador"

La frase del título se la escuché decir en numerosas ocasiones a una konvertidísima kikokúmena.

La señora en cuestión, nada lerda y con facilidad de palabra, padecía un trastorno depresivo desde la muerte de su marido; se obsesionó con la muerte y acabó quitándose la vida. Que Dios la haya perdonado.

El caso es que esta mujer (que insisto en que ni era de pocas luces ni le costaba expresarse, sino todo lo contrario), en sus etapas eufóricas (que también las tenía), no perdía la ocasión de hacer ecos para manifestar su agradecimiento a Dios por haberla llevado al Camino.

Era típico que en sus ecos no faltase el dar gracias a un Dios que “la quería pecadora” y dar gracias por el CNC que era donde ella había descubierto esta realidad de “ser querida siendo pecadora”.

En los primeros tiempos, la frase comodín que había que aprenderse era “Dios te ama tal y como eres” y luego se añadía “con tus debilidades y tus pecados”. Con el tiempo, la frase se fue acomodando en un intento por hacer ver que este amor al otro tal y como es, sólo se daba en el CNC.

Dios te ama pese a tus debilidades, aunque no seas del CNC

Lo explico: La misma expresión se la escuché varias veces al catequista kikoquista responsable; sólo que el kikoquista introducía otra variable: aseguraba que la Iglesia se había desnaturalizado y ya no tenía capacidad evangelizadora porque había caído en el error de buscar hombres santos y de rechazar a los pecadores; no así el CNC, único movimiento única iniciación cristiana donde el mensaje evangélico brillaba con todo su fulgor y donde los pecadores era acogidos con amor y se les aceptaba tal y como eran.

Y así se pasó del “Dios me ama tal y como soy” al “Dios me quiere pecador”.

Y como lo decía el kikoquista de turno, a ver quien osaba contradecirle.

Pues sucedió una vez, en una celebración de la palabra, que nos presidió un sacerdote ajeno al CNC. En esta celebración la hermana depresiva, que estaba en fase eufórica, volvió a razonar sobre su pecado, sobre su incapacidad para vencerlo y sobre lo agradecida que estaba al CNC que era donde había descubierto que a Dios le daba igual que ella fuese una pecadora empedernida porque era Dios quien primero “la quería pecadora” y luego Dios movía el corazón de sus hermanos de comunidad para que ellos también la “quisieran pecadora”.

El sacerdote cortó los ecos. Y dedicó toda la homilía a explicar con paciencia y humildad que si bien Dios nos quiere a pesar de nuestro pecado, lo que quiere es que seamos santos.

La interpretación de la Escritura sólo corresponde a la Iglesia

Explicó que Dios no se complace en el pecado ni en los pecadores. Que el único que se complace con ellos es el diablo, porque el pecado resta discernimiento de tal forma que el pecador queda incapacitado para descubrir a Dios en su vida.

Nos invitó a combatir y a no complacernos en el pecado, sino acudir con frecuencia a la confesión sacramental.

Nos advirtió contra el acomodamiento en el vicio, es decir, contra la actitud pasota del “como de todas formas voy a caer y a pecar, para qué combatir”.

De todas las homilías escuchadas en tantos años, apenas recuerdo ninguna. Esta me impactó, porque tranquilizó mi espíritu que se revolvía cada vez que escuchaba la barbaridad de “Dios me quiere pecador”. Y por la campaña de acoso contra este sacerdote que se atrevió a corregir públicamente las enseñanzas del sumo kikoquista responsable del CNC en la parroquia.

Tal vez sea casualidad, pero no mucho tiempo después el sacerdote fue desterrado destinado a otra parroquia.

Para kikoquistas: El Papa Francisco advierte que todo lo que concierne al modo de interpretar las Escrituras está sometido en última instancia sólo al juicio de la Iglesia Católica, "a la que compete el mandato divino y el ministerio de conservar e interpretar la palabra de Dios".

Mas Info: http://noticias.noticiascristianas.me/el-papa-dice-que-solo-la-iglesia-catlica-puede-interpretar-la-biblia#ixzz3EbCxcvnO

Escrito por Gloria.