Mamotretos varios

domingo, 21 de julio de 2024

La categórica falta de normalidad de Carmen

 

Kiko pasa con naturalidad bipolar del «¿Por qué no eres más humilde? ¿Por qué no te consideras indigno de juzgar? Considérate el último y el peor de todos: no juzgues» (mamotreto inicio curso 2023-24) al «Carmen, que es una santa de una categoría superior, nos está ayudando desde el cielo» (carta del 20 de mayo de 2017, en la que Kiko pedía dinero para seguir con su tren de vida, aunque él lo llamaba invitar a los demás a participar en la kikotización mundial itinerante y lo acompañaba con la contundente afirmación de que toda aportación sería recompensada con el ciento por uno).

Para él, la verdad no es la realidad, sino lo que él decide que le conviene en cada momento, y en el caso de Carmen le trae sin cuidado que la gente que la conoció recuerde cómo se comportaba ella en público, siempre esquiva, gruñona y falta de modales. Kiko ha dispuesto que hay que pintar una Carmen sensible y amorosa, y la realidad no va a impedírselo, que para eso él cuenta con la maquinaria del CNC.

Carmen pintada por algún enemigo. No perderse los comentarios.

 

Así sucedió que como un año después de la muerte de Carmen salieó a la luz su “diario”, aunque llamarlo diario es, verdaderamente, estirar mucho el significado de la palabra, puesto que en realidad son notas, repetitivas, reiterativas, una y otra vez las mismas frases, más como un ejercicio de caligrafía que como un diario. Pero esas notas, escasamente biográficas, han servido a los neocatecumenales para asegurar que Carmen tenía intensos diálogos amorosos con Jesucristo.

¡Qué imaginación la de algunos!

Carmen no mostraba amor a nadie, era ruda con todos, conocidos o desconocidos. Y quien no ama a su hermano, al que ve, ¿cómo va a amar a Dios, a quien no ve?

A propósito de su verdadero carácter traduzco un testimonio anónimo publicado en el blog Neocatecumenali.

Tuvo lugar en el año 2000, cuando se celebró la JMJ en Israel con Juan Pablo II. Los peregrinos neocatecumenales estaban contentos porque el Papa los visitaría en el Monte de las Bienaventuranzas, exactamente en la Domus Galilaeae.

Otro intento por pintarla mejor de lo que era
«…El día se volvió gris, el cielo tormentoso, pero los corazones todavía estaban llenos de expectación. Recuerdo el Monte de las Bienaventuranzas repleto de neocatecumenales esperando al Santo Padre. Desde donde estaba, observaba las gorras de colores que distinguían unas comunidades de otras, el barullo y los gritos eran continuos y pude reconocer algunas notas de cantos propios neocatecumenales que distraían e impedían en recogimiento.

El presbítero, Don Gianni, regateaba con un chico para conseguir una gorra roja, la suya, amarilla, no le sentaba bien.

Todavía había que esperar mucho hasta el arranque del evento. Decidí alejarme de toda contaminación moral, para poder concentrarme, reflexionar y sacar lo mejor de la experiencia.

Poco después estaba fuera del recinto y del caos. De repente, una voz implacable empezó a dar órdenes y rompió la serenidad interior que yo había logrado conquistar.

Carmen Hernández (gritando): "¡Él crea problemas! ¡No me escucha! ¡Es un desastre! ¡Un desastre!".

El verdadero desastre era la alteración de Carmen. Inconscientemente intenté meter bajo la camiseta el rosario y la pequeña medalla de la Virgen María que me había regalado, un día antes, el padre Norberth.

A pesar de su agitación, ella advirtió mi gesto y me conminó a mostrarle lo que intentaba esconder. En ese momento comenzó conmigo una acalorada discusión, breve pero intensa. ¡Me exasperó! Me dijo de todo por llevar una medalla, me hizo pensar que sus katekesis eran una falsedad. Ante su falta de respeto e intolerancia, le dije, en mi frustración, que evitara mencionar a la Virgen María.

Me replicó que lo que yo tenía que hacer era crucificar la razón y obedecer.

Carmen Hernández: ¡No entiendes nada! ¿Tal vez crees que estamos aquí porque nos amamos los unos a los otros? ¡No somos nadie! ¡Tú no eres nadie! ¡Estamos aquí, inútiles, insignificantes, para dar gracias a Dios! ¡Despójate de tu soberbia! ¡No tienes el don de la obediencia! ¡Vete, vete ahora mismo y pídele perdón a Dios!”.

La miré asombrada, con el alma rebosante de confusión le dije: "¡No soy insignificante, soy hija de Dios!". Empecé a llorar y me fui antes de que ella pudiera atacar de nuevo mi decisión de portar esos objetos santos.

Recuerdo con dificultad el resto de acontecimientos de ese día, mi mente estaba exasperadamente concentrada en el encontronazo con Carmen, pero me sorprendió notar su metamorfosis a medida que avanzaba el día. Empecé a preguntarme si era bipolar o si simplemente era astuta y engañosa. Me inclino por la segunda opción...».

 

Y recurrieron al fotoshop

Así era Carmen, la “santa” de categoría superior. Una mujer llena de rabia, desagradable, ruda, ingobernable, testaruda como una mula en su relación con la gente. Pero esta anécdota muestra algo peor. Si trataba de esa manera a sus presuntos “hermanos menores en la fe”, mejor no saber lo mala que sería con sus “iguales” (de existir, claro).

En cuanto al “motivo” que encontró Carmen para humillar a aquella joven: ¡Un colgante con la imagen de la Virgen María y un rosario alrededor del cuello, que llevaba con devoción!

Yo viví algo parecido en el viaje a Loreto, cuando algunos de los “alumnos” neocatecumenales se colgaron el rosario recién recibido alrededor del cuello. Lo hicieron sin mala intención, no como burla, sino como quien presume de una condecoración que acaba de recibir, pero el kikotista presunto adulto en la fe, emitió un juicio de intención terrible contra quienes lucían el rosario al cuello, dio por hecho que todos ellos lo hacían por pura mundanidad, por frivolidad, por falta de respeto y lo dijo a gritos y, por supuesto, ante las tres comunidades allí reunidas.

Pudo llevarse a un aparte a los jóvenes que se habían puesto el rosario al cuello, pero es más neocatecumenal proceder a humillarlos ante todos. Y eso fue lo que hizo.

Volviendo con Carmen… No es la primera vez que escucho del odio de Carmen hacia los sacramentales católicos. Carmen odiaba toda devoción. Por eso resulta tan extraño lo que cuenta Kiko sobre sus escritos personales, donde sus declaraciones de amor alcanzan el nivel de cursis y empalagosas. Al final, ella actuaba en privado de manera opuesta a lo que solía mostrar en público.

Porque la burla a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús es un clásico imprescindible en la predicación de ambos, el absurdo -para ellos- de muchas devociones populares, en definitiva, su identificación de todas esas cosas con la hipocresía de los cristianos dominicales, religiosos naturales, etc.

Nada más alejado que Kiko y Carmen de la devoción católica por la Virgen y los santos a través del encendido de velas, el rezo de novenas, la asistencia a procesiones y demás. ¿Puede un verdadero santo odiar la devoción a la Virgen María? ¿Es preciso tener una categoria "especial" para ello?

Mucha gente piensa que Carmen solo era una mimada niña rica, muchos que padecía algún tipo de enfermedad mental no diagnosticada. Ni Kiko ni ella podían admitir el problema, porque toda su catequesis sobre el pecado oculto como origen de las enfermedades mentales les habría comprometido a ambos.

Siempre estuvieron obsesionados con el pecado escondido detrás de cada depresión, por ejemplo. Siempre han negado y renegado de la curación con ayuda de psiquiatras y psicólogos. Solo Dios podía sanar y salvar a quienes padecían algún trastorno mental. Aplicando su propio criterio, ambos debían ser pecadores ocultos y no redimidos, porque sus respectivos extraños síntomas comportamentales estaban ahí, delante de nuestras narices. Quizás Carmen era bipolar, quizás tenía un trastorno límite de la personalidad, ¿quién sabe? Lo único seguro es que no era "normal" en absoluto.

Sugerencia para el próximo fotoshop

De hecho, entre los comentarios publicados en Neocatechumenali sobre la anécdota precedente, hay algunos que inciden en la falta de normalidad carmelitana:

@Valentina Giusti publicó que San Luis María Grignion de Monfort en el "Tratado de la verdadera devoción a Santísima Virgen" identifica siete falsas devociones inspiradas por el demonio. A Carmen le va como anillo al dedo el devoto "crítico":

«Los devotos críticos son, por lo común, sabios orgullosos, engreídos y pagados de sí mismos, que en el fondo tienen alguna devoción a la Santísima Virgen, pero critican casi todas las formas de piedad con que las gentes sencillas honran ingenua y santamente a esta buena Madre sólo porque no se acomodan a su fantasía. Ponen en duda todos los milagros e historias referidas por autores fidedignos o tomadas de las crónicas de las órdenes religiosas que atestiguan la misericordia y el poder de la Santísima Virgen. Se irritan al ver a las gentes sencillas y humildes arrodilladas –para rogar a Dios– ante un altar o imagen de María o en la esquina de una calle.

Llegan hasta acusarlas de idolatría como si adoraran la madera o la piedra. En cuanto a ellos –así dicen–, ¡no les gustan tales devociones exteriores ni son tan cándidos como para creer a tantos cuentos e historietas como corren acerca de la Santísima Virgen! Si se les recuerdan las admirables alabanzas que los Santos Padres tributan a María, responden que hablaban como oradores, en forma hiperbólica, o dan una falsa explicación de sus palabras.

Esta clase de falsos devotos y gente orgullosa y mundana es mucho de temer; hace un daño incalculable a la devoción a la Santísima Virgen, alejando de ella definitivamente a los pueblos so pretexto de desterrar abusos».

Un comentarista mete el dedo en la llaga con su acertada explicación del motivo por el que el CNC recurrió a la treta de falsear una foto de la presunta “santa”:


Otro comentario muy valioso está escrito en español:

Kiko y Carmen siempre ridiculizan a los católicos (no neocatecumenales). No importa si fueras un fundador o un simple padre de familia. Si no estás en el CNC, tu fe es simplemente ridícula.

  Y a esta mujer, que en cincuenta años nadie le sacó una foto de rodillas ni en el recogimiento de la oración, quieren hacerla pasar por santa. Y de categoría superior, además.

 

22 comentarios:

  1. Una pena no tener facebook para ver estas perlitas de comentarios. La pinturita, fea donde las haya, pintada por quien haya sido, es el rostro de un demonio, da miedo, pavor, terror. Esta gente ha perdido el norte pero muy bien perdido, si alguna vez tuvo norte.
    Yo estuve en en el 2000 en aquél Monte. Hoy estoy en el monte del sufrimiento gracias a ellos.

    ResponderEliminar
  2. La decadencia en el cnc ha llegado a tal nivel que este año ninguno de los tres integrantes del triunvirato ha tenido ganas de emplear unos minutos en dar instrucciones a las huestes sobre cómo conmemorar el aniversario de la gran noticia de la muerte de carmen. Ha tenido que ser Pili, la encargada del centro neoca de Madrid, quien se haocupado de advertir a las comunidades del precepto kikiano -porque en el cnc todo es por obligación y por puños- de hacer una uka conmemorativa de la efeméride.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por descontado, de la misma forma que en cincuenta años nadie pudo obtener una foto de Carmen en oración, tampoco ahora podrá nadie tomar una foto del triunvirato en una uka conmemorativa de carmen, porque esos fardos son para los demás, jamás para ellos.

      Eliminar
    2. Igual en los tres días de convivencia de inicio de curso solo se dedican a fumar, tomar coffe y hablar de Carmen, de Kiko y de la historia del Pueblo Judío

      Eliminar
    3. Igual en los tres días de convivencia de inicio de curso solo se dedican a fumar, tomar coffe y hablar de Carmen, de Kiko y de la historia del Pueblo Judío

      Eliminar
  3. mucha hipocresia en ese grupo. prohibido pensar porque son juicios.

    ResponderEliminar
  4. "Quien juzga se pone en el lugar de Dios y haciendo esto se encamina a una derrota segura en la vida porque será correspondido con la misma moneda." Papa Francisco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo digo a propósito del juicio sumarísimo de Carmen contra la jovencita: “¡No entiendes nada! ¿Tal vez crees que estamos aquí porque nos amamos los unos a los otros? ¡No somos nadie! ¡ Tú no eres nadie! ¡Estamos aquí, inútiles, insignificantes, para dar gracias a Dios! ¡Despójate de tu soberbia! ¡No tienes el don de la obediencia! ¡Vete, vete ahora mismo y pídele perdón a Dios!”.

      Eliminar
    2. waooo, con razón esta gente, supuestos catequistas, nos trataban de que eramos unas mierdas, que eramos lo peor de lo peor; rechazaban que se hablara de conversión y santidad; siempre teníamos que ir con orgullo y soberbia trompeteando que eramos lo peor de lo peor,. Gracias al Señor ya no estamos en esa secta camino neocatecumenal. Una de las últimas aberraciones que les oímos decir fue... ya Dios te hará caer en pecados, Jesucristo te ha traído a este camino para mostrarte que sois un cerdo.

      Eliminar
    3. Carmen juzgaba a todo el mundo, y los kikotistas, que son loros, repiten lo que vieron hacer a carmen y a Kiko.

      Eliminar
    4. Lo peor es que esos de cuya boca siempre salen juicios se creen cristianos en virtud de su sometimiento a un mal pintor y peor cantante, sin saber nada de Dios.

      Eliminar
  5. La que no se arrodilló nunca, porque el recogimiento y la humildad eran cosas que su orgullo no aceptaba, ¿qué se le pasaría por la cabeza si tuviese la oportunidad de ver cómo sus seguidores se arrodillan alrededor de su tumba, dando un claro ejemplo de esa idolatría que ella tanto rechazó?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Arrodillarse es cosa de religiosos naturales... salvo cuando se arrodillan ante Kiko, claro.

      Eliminar
    2. Siempre me pregunte eso, cuestionan y tratan de beatorros rezanderos a los que se arrodillan ante el Santísimo o en la Misa en la Consagración, pero no dicen nada cuando se arrodillan ante Kiko Argüello para pedir su bendición y tampoco cuando se arrodillan en la tumba de Carmen Hernandez, vaya vaya que son falsos!!

      Eliminar
    3. Tampoco pasa nada por rezar a Kiko (A Kiko!!) Pero ay de tí, si te encomiendas a algún santo...

      Eliminar
    4. Si tienes una estampida de Kiko y Carmen en un altar no pasa nada pero si los catequistas te llegan a pillar con una estampida de un Santo te califican de beatorro religioso rezandero buenazo de Misa de 12

      Eliminar
    5. Igualmente si vas a la tumba de Carmen Hernandez y os arrodillais y haces novenas no pasa nada es estupendo ; pero si los catequistas te llegan a pillar rezando y arrodillado en la tumba de otra persona o de un familiar, no te digo lo que os van a decir, religioso natural nativo!

      Eliminar
  6. en el camino están tan engallados que aseguran que los adefesios qué pinta Kiko son mejores que las obras de Miguel Angel

    ResponderEliminar
  7. Hola. Ayer fueron unos jóvenes de una parroquia cuyo párroco es presbítero kiko pidiendo para una peregrinación "a Francia" por el pirineo, pero no aclaró bien donde. ¿Tienen algo los del CNC por esa zona?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si los jóvenes eran hijos de neocatecumenales, entonces lo que buscan es costearse la perekikación preceptiva del final de curso de padrinos. Es decir, van, sí o sí, durante el curso, una vez por semana, a la casa de los padrinos, donde a veces el padrino es demasiado cariñoso y afectivo con alguna, y en verano, sí o también, a una perekikación que está establecido que recale en algún santuario mariano para hacerse notar y mantener la presunción de catolicidad.

      Eliminar
    2. Hola. ¿ Que función tienen los padrinos neocatecumenales?

      Eliminar
    3. Básicamente tienen la tarea de interrogar a fondo a los chicos para enterarse de las miserias de la familia de cada uno. La información es poder.

      Eliminar

Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.