Tostón de inicio de curso 2023-24 (IV)

 

Tras el primer salmo de las Laudes, en lo que llaman “monición” al canto de respuesta al salmo (que viene a ser otro salmo), Kiko procede una vez más a emitir las herejías que le salen de dentro con toda naturalidad:

Dios muestra su Amor en la creación

«Cantamos el salmo 138 “Delante de los ángeles”. Dice [el salmo] que el Señor mira a los humildes, y termina diciendo: "El Señor completará su obra en mí". Somos su obra, un milagro, una maravilla que quiere mostrar al mundo. A veces nos escandaliza que nos haya elegido a nosotros que somos así, tan frágiles, tan débiles. Pero Dios muestra su santidad precisamente en nuestra maldad, en nuestros pecados, en nuestra fragilidad: muestra allí su santidad».

No, Kiko, no has entendido nada. Un pederasta no muestra la santidad de Dios, ni un mentiroso, ni un adicto a la pornografía. Hay que tener una carencia de discernimiento pavorosa o una perversión más pavorosa aún para sostener lo que Kiko sostiene.

«Digo esto porque algunos de nosotros en nuestro orgullo no podemos tolerar nuestra debilidad, quisiéramos que Dios, al elegirnos, nos diera un temperamento diferente; nos humilla muchísimo -no obstante que somos anunciadores del Evangelio, la gente nos obedece, guardan nuestra palabra, incluso los sacerdotes nos escuchen, o los obispos, o el Papa- nos humilla muchísimo contemplar nuestra debilidad. Los soberbios no pueden soportarlo».

A ver si va a ser que cada vez más catecúmenos y kikotistas abandonan el CNC hartos de exigencias y de promesas que nunca se cumplen. No se van por soberbia, se van por mera cuestión de supervivencia. Pero quien no puede soportar la verdad es Kiko, por eso se inventa que los que se van lo hacen porque quieren ser alabados y quieren brillar ellos, en lugar de hacer brillar la gloria divina que es algo que jamás brilla en la conducta de un malvado, repito.

Según Kiko lo que hace que la kikotización de las naciones no progrese adecuadamente es la mala conducta de los operarios, mala en el sentido de que en lugar de poner al CNC por encima de todo y de todos, dan su amor a otros seres tan débiles como ellos:

«"Maldito el hombre que confía en el hombre", dice la Escritura. Toda persona que confía en un hombre (la esposa confía en el marido, el marido confía en el amor de los hijos, uno confía en la amistad u otras cosas) siempre experimenta una maldición profundísima».

Se entiende, ¿verdad? Tu marido es tu enemigo, no confíes en él, fíate solo de tu kikotista; tus hijos son ídolos, no confíes en ellos y, sobre todo, no los antepongas a los dictados de tu kikotista; tus amigos no son de fiar, no los escuches, tu oído solo debe estar atento a la voz de tu kikotista.

Y lo más perverso es la conclusión a tanto desatino:

«Bueno, hermanos, que el Señor nos dé humildad para que siempre podamos vencer al demonio apoyándonos en el conocimiento profundo de quiénes somos».

Porque quien no razona por sí mismo sino que solo hace lo que dice el kikotista no combate al demonio.

A continuación vuelve a la cantinela de lo muchisisisisisisísimo que agrada a Dios que la gente sea humillada, por lo que es muy grave que haya tantos catecúmenos que se resistan a ser pisoteados:

«Muchos de vosotros hace mucho tiempo que dejasteis de saber lo que significa ser humillado, humillado, acosado, humillado, sentirse profundamente humillado, el último de todos los que estamos aquí. Ese es el sacrificio a Dios, el único sacrificio que se espera de nosotros: un corazón humillado, un corazón contrito».

A ver si lo entiendes: es a Dios a quien defraudas si no dejas que tu kikotista, elegido por Dios para esta misión, te pisotee.

A veces me pregunto si Kiko no se escucha a sí mismo y por eso suelta las barbaridades que suelta.

En este punto toca confundir humillación, que es de lo que ha hablado hasta ahora, con humildad, que no es lo mismo, pero así es el kikismo: lo que busca es que te dejes humillar, y para ello vende que el humillado es humilde. Una vez más solo demuestra su falta de discernimiento y lo equivocado que está. O bien, si sabe lo que dice, sabe que falta a la verdad.

«San Pablo dice que tener fe significa considerar a los demás superiores a ti, y no por educación, sino como algo que surge de lo más profundo de ti. ¡Considera a los demás superiores a ti! Sólo así podremos ser verdaderamente instrumentos del Señor. Que Dios nos salve de considerarnos alguien. "El Señor mira a los humildes"; Dios da su gracia a los humildes, a este corazón humillado (...) Dios mira a los humildes para darles su gracia, para visitarlos, para darles su Espiritu».

En todo caso, todavía no he visto a ningún catecúmeno humilde, todos se tienen por superiores a los religiosos de misa de 12.

Tras insistir en confundir humildad y humillación, Kiko se aplica a reiterar que nada puede ser más importante que el CNC, ni cónyuge, ni familia, ni nada de nada. Y el que no se someta, además de no ser humilde es que es un perezoso:

«Pensad que Dios lo único que quiere de nosotros es vivir en nosotros. Y no tiene cabida en nuestro corazón lleno de deseos, de ídolos. ¿Qué lugar puede encontrar Dios en tu corazón si ya lo tienes tan lleno? Lleno de sexualidad, o lleno de esa mujer, o de tu trabajo; lleno de ti mismo o de tu pereza, de tus ganas de descansar: no sé de qué está lleno tu corazón.

Dios tratará de alejarte de todo eso, del amor de tu familia o del amor de no sé quién para meterse Él en tu corazón, porque sólo cuando tu corazón sea invadido por Él y solo Él encontrará la tranquilidad, ¡la ¡paz! Y estarás contentísimo, ya sea que vayas a pasear por el bosque, que mañana salgas en coche, o pasado mañana tengas que ir a la oficina: tendrás tranquilidad, paz. Lo tendrás a Él. Lo habrás encontrado a Él: la perla preciosa, el tesoro escondido, has encontrado la Vida eterna».

Y para los que todavía se resistan a renunciar a su familia por el CNC, la amenaza velada:

«No lo sé, tal vez puedas hacer esto cuando seas viejo, en una residencia, abandonado por todos, solo: tal vez allí, ese día, el Señor podrá encontrar un espacio para decir " Aquí estoy" y ese día podrás pasar a la felicidad».

Ya lo sabes, o te sometes o serás abandonado en una residencia. Tu eliges, porque todo es en tu libertad, primo.