Pérdida de tiempo neocatecumenal (I)

 

El vídeo muestra una larguísima pérdida de tiempo que tuvo lugar en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar, allá por agosto de 2017. La proyección empieza con aplausos al divo, los asistentes incluso se ponen en pie para recibirlo y él entra escoltado por una guardia krikoriana.

Tras lo cual se procede a presentar a los presentes, valga la redundancia, tarea para la que el escoltado reclama al padre Nicanor que, obediente y sumiso, se apresura a acudir a su llamada, aunque no se sabe bien la lección.

 Esa parte me la salto en la transcripción.

Bien, hermanos, pues vamos a comenzar. Yo no tenía ganas de hacer este encuentro...[se acerca otro subalterno para ponerle a Kiko el megáfono bueno en la mano]. Digo que no quería haber hecho este encuentro porque ahora tengo el encuentro de envío dos a dos que hacemos en Italia de los sacerdotes de Roma, de España, seminaristas, etcétera y después tengo la convivencia de rectores y después tengo la convivencia de seminaristas para distribuirlos en diferentes seminarios y después la convivencia de principio de curso… o sea, tengo siete convivencias una detrás de otra y no tenía muchas ganas de hacer este encuentro.

En suma, le esperan unos catorce días de escucharse a sí mismo -que le encanta- y después varios meses de vagancia, mientras los demás suelen tener unos 22-23 días laborables al mes al que sigue otro mes de trabajo y luego otro y luego…

Llegada del divo: aplausos, cámaras, fotos y guardia krikoriana

Pero bueno, Dios lo ha querido.

Falso. Si vas al cine no es porque “Dios lo ha querido”, es porque tú quieres. Si vas a hacer la compra, no es porque “Dios lo ha querido”, es porque toca.

Y gracias a los hermanos de Cieza (…) que querían hacer un grupo para el rosario y pedían, por favor, si yo podía hacer etcétera. Bien, pues ya que no tengo más remedio que hacerlo, haré el encuentro, allí, en la en la parroquia. O sea que hoy haremos… esto es un encuentro vocacional.

Puedo asegurar que lo que es en realidad es una lamentable pérdida de tiempo.

Un encuentro vocacional, dice... ¿Qué hacen allí los niños y los presbis? Perder el tiempo

Os he traído aquí… Es un dibujo que he hecho yo de la foto de Carmen, ahí lo tenéis, y además voy a haceros un regalo. Lo he hecho en pequeñito para dároslo a cada uno. ¿Os parece bien? A cada uno de vosotros os regalo este dibujo que he hecho yo de Carmen, y al final de puesto: “Queridos hermanos, un recuerdo de este encuentro -así tenéis un recuerdo de este encuentro-. Es un dibujo que he hecho de una foto de Carmen. Os lo regalo para que recéis por ella y también para que recéis por mí. Ánimo, que el Señor Jesús y la santa Virgen María nos ayuda a todos. Kiko”. ¿De acuerdo? Muy bien.

Siempre tan generoso cuando pagan otros. Pero seguro que les parecía mejor que les diera cincuenta euros a cada uno, como al mendigo.

 

Al menos, el dibujito no está trucado como el de las Notas biográficas

Al final, los seminaristas que tengo aquí atrás, les hemos entregado mil y lo repartirán a todos, saliendo os damos, pero por favor coger uno, no cojáis veinte porque en poco tiempo entonces algunos se quedan sin nada. Bien, esto os lo regalamos.

Esas tonterías se pagan con las bolsas negras en las que algunos echan lo que los suyos necesitan.

Como sabéis, ahora, bueno, es impresionante, espero que habréis comprado el libro de Carmen -los diarios de Carmen-, que realmente es impresionante, que está publicado, lo venden en todas las librerías religiosas, y donde se ve el inmenso amor que tenía Carmen a Jesucristo. No sabíamos nosotros el sufrimiento tan grande de Carmen, con el cual ha vivido Carmen todos estos años conmigo, nunca lo ha mostrado por fuera, ni me ha dicho a mí nada. Nos hemos quedado sobrecogidos cuando hemos leído… pues, no sé, puedo leer cualquier cosa: “Señor, me consuelas tan inmerecidamente que me conmueves, pero qué puedo decirte si la vida ya es un don inmerecido. Jesús mío, recuerdo las tribulaciones, las tinieblas, los sufrimientos y me llenas de alegría al haberlos pasado. Verdaderamente tú has escuchado mis gritos; me has hecho gritarte, llamarte y tú eres indescriptible, presente, amorosísimo, infinito y eterno, dulcísimo, me rodeas deliciosamente, me unges con aceite nuevo, con fortaleza, y tú eres mi único. Gracias gracias, Señor”.

Rino, Nicanor, Kiko, el dibujito en el atril sobre un antimension y el móvil

 Así puedo leeros cualquier cosa. Bueno, este no es tan negativo, pero a veces sobrecogen.  Dice: “Es de noche -por ejemplo, otro número-. Fantasmas mortíferos, noche terrible, se yerguen fantasmas que me consumen en la impotencia, en la culpa, en el dolor. Jesús mío, como si fuera culpable yo de todo a ti grito en la noche, sin respuesta. Y el amanecer ¿para qué? Jesús mío, me consumo en la tristeza, en la nada. Jesús, muero esperándote, tú, mi vida”. Así. Es interesante, muy importante, que lo leáis, porque Carmen está en línea de vuestro Camino Neocatecumenal; es la que Dios ha elegido, juntamente conmigo, hemos estado cincuenta años juntos para abrir el Camino Neocatecumenal en todo el mundo.

Dale con usar el nombre de Dios en vano.

Dicen los padres del desierto que “ama a Jesucristo y te seguirán a miles”. Yo creía que… Ahora comprendo por qué hay tantos miles y miles que siguen en el Camino, es gracias al amor que Carmen muestra a Jesucristo. Está constantemente diciendo: te amo, Señor. Te amo, te amo. Constantemente. “Tú multiplicas las cosas y yo entro de nuevo en el dolor... Me gustaría decir tantas cosas, mas quedo muda”… “que tengo yo que hacer, escapar a solas y amarte”, etcétera. Es muy importante que leáis el amor que Carmen ha a Jesucristo.

Es muy importante que compréis, que paguéis, que hay que llenar las arcas.

Encuentro "vocacional" publicitario de libritos

Es más, os tengo que decir que el Papa me ha mandado ayer una carta a mí, porque le mandé este libro y mirad lo que me dice ayer:

“Del vaticano.

Querido hermano -así me llama el Papa. Fantástico. No dice estimado o algo así, ¿no? Me llama así el Papa Francisco: querido hermano-, he recibido el libro de los diarios escritos por Carmen Hernández durante los años 1979 - 1981. Agradezco este don. Me alegra mucho que a través de estas páginas se haga presente su testimonio, el testimonio de un gran amor a Jesús, cuya luz transforma el sufrimiento en ofrecimiento, el cansancio en alegría, la vida en un tiempo para evangelizar. Dios ayude al Camino para que siembre en todo momento el Evangelio con alegría y sin reservas, con fe y con humilde obediencia, haciendo de las pruebas y de las dificultades un motivo para gloriarse en el Señor Jesús. Por favor te pido que reces por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen santa os cuide. Fraternalmente, Francisco” -firmado por él-.

Ya hemos hecho la primera edición -se han vendido ya 10.000 libros de esto- ahora se hace la segunda, y meteremos en la segunda esta paginita del Papa como preámbulo -introducción- al libro.

“Se han vendido tantos”… Ya os he dicho que lo que le importa no es que leáis o dejéis de leer -por el contenido del mensaje del Papa es evidente que no había leído nada- sino que paguéis.

No tenía ganas de ir, pero con tal de presumir... Lo que agita dice que es una carta del Papa

Como sabéis, también os tengo que decir que Dios nos ha inspirado el hacer un anuncio del Evangelio kerigmático al mundo entero y, entonces, en todas las naciones están haciendo unas convivencias donde les enviamos de dos en dos, sin dinero y sin nada, por todo el mundo. En Angola, me han dicho, el obispo les ha lavado los pies a todos los que volvían de evangelizar.

En Angola debe de ser que no hay más que un obispo. Sin nombre. Ni falta que hace. La credibilidad de la noticia no es cero, es lo siguiente por debajo de cero.

Vamos sin nada, duermen en la calle, algunos pasan tres días sin comer, no sabemos.

Kiko no va a ningún sitio sin tener asegurado el alojamiento, las comiditas en incluso los almohadones para mullir el asiento del jet privado.

Somos profetas que llegamos a un pueblo y de pronto allí, ¿qué va a pasar? ¿va a ser visitado Jesucristo? Va a pasar en estos dos pobres, que pueden ser rechazados y no los acoge nadie, o pueden ser acogidos. Es un misterio que en el día del juicio final quien a vosotros escucha, a mí me escucha, quien a vosotros acoge, a mí me acoge.

Los verdaderos profetas no se predican a sí mismos, Kiko solo habla de sí mismo, sus pinturitas, sus cantitos, sus rolletes… El día del Juicio Final sospecho que quien más problemas tenga sea quien ha abusado del nombre de Dios. Pero una verdad ha dicho, quien se pare a escuchar a los pobres loros abducidos percibe una copia casi clónica de Kiko.

Me han mandado una carta, que ahora casi todos los equipos de todo el mundo están mandando una página para decirnos qué ha pasado, y están llenas de milagros, enormes milagros, hemos salvado tanta gente del suicidio, etcétera.

Lástima que llegasen tarde con la rubia del ferry y no la pudieran salvar. Lo más deleznable de esta mentira es que el menda se atribuye a sí mismo -típico de los falsos problemas- cualquier éxito.