Hace casi veinte años...

  

Si alguien ha visto el vídeo publicitario de este año, es un refrito entre un par de documentales científicos y los consabidos mantras de siempre a cargo de Kiko y Carmen en versión 2002. Se conoce que este año 2021 tan fantástico para la comunidad y tal no tienen nada nuevo que enseñar y se han visto en la necesidad de desempolvar algo de hace casi dos décadas.

No puedo alardear de haber visionado el vídeo de principio a fin, porque lo he visto a saltos. Los documentales son uno sobre el universo y otro sobre la fecundación de los mamíferos, ambos sin grandes pretensiones y orientados a una audiencia poco formada en ambas materias, y no se me ocurre otra razón para poner estos documentales a los hermanos neocatecumenales más que el tratar de remediar su ignorancia, por si alguno piensa que la Tierra es plana o que el sol gira alrededor de la Tierra o que nos reproducimos por medio de esporas…

En serio, no sé qué pintan esos documentales en el vídeo de este año. El primero, si no lo he entendido mal, es para explicar que la luz del sol -de todos los soles del universo- surge de un proceso de fusión nuclear; y el segundo explica que la fusión del material genético de un óvulo y un espermatozoide es lo que produce un nuevo ser. En suma, ciencia al alcance de los niños de sexto de Primaria.

Entre medias, intercalan a Carmen en el atril, parlando en itañolo para decir que Dios es Luz, lo que es cierto, pero nada tiene que ver con la fusión nuclear de los soles, o para declarar que el cristiano ha de ser sal, lo que de ninguna manera hace referencia ni a la luz ni a la fecundación.

El caso es que hay un momento en el vídeo en el que a propósito de la sal dice Kiko que las pequeñas comunidades son la sal que da sabor a la comida.

No sé si fue un error o si no era consciente de lo que decía.

Para que las comunidades fuesen sal tendrían que juntarse con los religiosos de misa de doce, porque si la sal no se mezcla con la comida, ni sala, ni alimenta, ni sirve para nada. De hecho, la sal no alimenta nunca, pero realza el sabor del alimento, es decir, que la sal se emplea en función del alimento, que es lo vital. Se puede vivir con una dieta sin sal, pero no se puede vivir sin alimento.

De modo que si las comunidades son la sal y además, como es bien sabido, se constituyen en guetos cerrados que no se junta con la gran asamblea de la Iglesia, resulta de ello que las comunidades solo sirven para ser echadas fuera y pisoteadas.

Las palabras del mismo Kiko condenan a las comunidades.