Tostón de inicio de curso 2021-22 (VI)

 

No puede faltar en un tostonazo de inicio la proyección de algún vídeo de autobombo de sí mismos. Este año tan providencial para el camino, la comunidad y tal merecía algo más que solo un vídeo, así que primero publicitaron el libro de un italiano al que relacionaron con los cuentos nada científicos que contaba la finada de categoría superior sobre la luz, y para continuar anunciaron que este año iban a ser dos vídeos, uno sobre la tierra como nave espacial que surca el espacio y otro sobre la fecundación de los mamíferos, todo ello para animar a los jóvenes, caso de que tengan que volver a encerrarse en su casita por un nuevo confinamiento, a emplear el tiempo en algo útil.

«Aquí vemos unas intervenciones de Carmen, y también de Kiko, sobre la luz que han animado a los jóvenes, y se puede hacer sobre todo ahora que estamos en tiempo de covid, ahora que hemos tenido un tiempo de confinamiento en las casas, en lugar de refugiarse en tantas cosas inútiles, ha animado a estudiar la Ciencia. Necesitamos científicos católicos, a la luz de la fe, porque la verdad es única, y ciencia y razón vienen de Dios, que es la verdad. Entonces, ahora, en homenaje a Carmen, vamos a ver dos vídeos. Uno sobre la creación, la maravilla del cosmos, os acordáis que Carmen hablaba que estamos en este planeta como en una nave espacial, navegando a velocidad enorme, etc., también sobre la luz. También otra maravilla, que es la aventura de la fecundación humana, los espermatozoides del hombre con el óvulo de la mujer, de donde hemos nacido todos. ¡Un milagro patente! El origen de la vida en el seno de la mujer. Una maravilla. Todo esto en homenaje a Carmen» (Uno pézimo en el tostonazo del curso 2021-22).

Por lo menos está bien que reconozcan que solo se homenajean a sí mismos, como los paganos, y que a diosito no le dedican tiempo ni esfuerzo.

Al día siguiente, en lugar de centrarse en alabar a Dios con las Laudes, la secre comenta algo que deja claro que para el Vaticano tanto Kiko como Mario ya están retirados, como corresponde a la ordenanza del Papa. Ese algo es que quien ha sido nombrada representante del CNC en el sínodo de obispos recién estrenado es ella, la secre.

Otro detalle que se apresura a aclarar Ascen es que tiene la intención de que su participación en el sínodo sea nula hasta 2023 y llegados a esa fecha, ya se verá:

«ASCENSIÓN: Por cierto, el otro día estaba invitada como representante del Camino Neocatecumenal, no yo personalmente, al inicio del camino sinodal. El Sínodo será en el 2023, durante estos dos años, serán los Sínodos diocesanos…

KIKO: Han nombrado a Ascensión, y no a mí, "madre sinodal".

ASCENSIÓN: Yo sólo he estado en los inicios del camino sinodal, que dura dos años, luego cuando se haga el Sínodo, ya veremos, cómo está la Iglesia y cómo estamos nosotros.

KIKO: Pero lo importante es que te han nombrado a ti, y a mí, no. Cuánto me han humillado. Las mujeres, hermanos, nos ganan en todo».

Tras la gracieta, Ascen reconoce que en el sínodo ella no va a escuchar nada ni a nadie, sino a “vender su producto”, aunque no funciona: «lo que yo dije el otro día en los trabajos preparatorios del Sínodo: Lo que el Camino puede colaborar y ayudar en la Iglesia y presentar es una experiencia de más de 50 años de iniciación cristiana en este mundo secularizado».

Una iniciación que tarda cincuenta años y sigue sin dar frutos es mejor tirarla a la basura. Se darían cuenta si no estuviesen ciegos. Luego suelta el consabido rollete tenebrista sobre la masonería y los lobbies que quieren cargarse las raíces cristianas de la sociedad y a la familia. Y entonces, en lugar de apoyarse en Dios, única roca firme, suelta la propaganda oficial: «¿cómo vamos a defendernos de estos ataques? Sin la comunidad ¿cómo vamos a poder resistir?».

Insensata. La Iglesia no será derrotada porque su roca es Cristo, pero quien se apoye en la comunidad de las puertas cerradas se hundirá con ella.

Lo que precede, que es pura propaganda de sí mismos, es lo que llaman “monición” al primer salmo de las laudes. Para llorar.

Por fortuna, los demás salmos no van precedidos de “moniciones”, pero la lectura, sí, “monición” a cargo de Kiko que carga contra los loritos mal entrenados a los que acusa de estar endemoniados, lo que es muy kikótico:

«Este año nos invita a tener todos los mismos sentimientos, sin críticas y sin murmuraciones. He visto cuánto daño hace el demonio cuando se infiltra y te hace criticar a los catequistas, hermanos que han comenzado a criticarnos y han abandonado el Camino y han perdido todo porque está claro que nosotros somos enviados del Señor... El demonio se introduce y ya no crees que el otro sea un hombre de Dios. Te dice el demonio: ¡mira lo que ha hecho! Y en lugar de ser un enviado de Dios se convierte en un monstruo porque ha hecho esto, y esto, y esto... Y se acabó. Las críticas y el murmurar de otro. Todo aquello que lleva a criticar a los catequistas, o a los curas presbis, o a nosotros, siempre viene del demonio porque divide, divide y crea un veneno dentro que no sabes qué sucede, ya no estás en comunión, hay críticas, es terrible».

Lo terrible es callar ante la injusticia, porque te hace cómplice de ella; lo terrible es negar la verdad y preferir la mentira para evitar problemas. Y lo que está claro es que los verdaderos enviados de Dios no se alaban ni se predican a sí mismos.

Y como de vez en cuando se le escapa alguna verdad, también hace un comentario que da idea de la recesión del Camino en todas partes: ya se conforman con que haya tres comunidades donde antes presumían de una decena:

«Por eso, el problema no es tener mucha gente o poca en las parroquias, ni muchas comunidades en las parroquias; no es un problema de número que puede aguar todo. Las comunidades pueden estar llenas de jóvenes en crisis, de fornicaciones, de críticas... un horror, ¡un horror! Pequeñas comunidades, dos o tres comunidades perseguidas, pero unidas, con el mismo sentir».

Y hay otro párrafo en el que habla de su juventud y, por primera vez, reconoce que su ir a las chabolas fue por rebeldía y no fue bueno: «Yo he estado en el absurdo, hay una tentación existencial de decir que todo es absurdo, de vivir el absurdo de una forma burlona, haciendo burla de Dios y de todo; vivir la vida como un absurdo, transformado en un existencialista. Esta es una tentación del demonio; son aquellos chicos que, engañados, abandonan la familia y viven ocupando las casas, las calles, y haciendo de su destrucción una forma de rebeldía. Es una cosa satánica, un volver a entrar en un rizo monstruoso del cual es muy difícil salir. (…) Es una cosa demoníaca, destruir la sociedad y destruirse a sí mismo. En el fondo es una cosa nietzschiana, o sea “romper las tablas y ser potente contra Dios: blasfemar contra Dios”. Es un chiquillo de 16 años; no entiende que detrás de esto está el odio contra su padre, lo hace y se transforma en un monstruo, en un asesino, en un ser demoníaco».

Y después vuelve al monotema de que el mal no es que los catequistas tengan una mafia en la que favorecen a los amigotes y perjudican a quienes les caen mal, nada de eso, el mal es que tú les pongas en la verdad y les afees su comportamiento, porque ellos se tienen por emisarios divinos con derecho a actuar tan injustamente como les de la gana y tú estás en la obligación de aceptar sus injusticias. Y por si queda alguna duda de que en el CNC no tienen ni idea de doctrina cristiana, insiste en que todos los males proceden de Dios:

«¿Qué significa hacer obras buenas? Salvar a los hombres del infierno; no hay obra mejor. Salvar a los hombres del infierno. Estáis invitados con Cristo a militar por la causa de Cristo, a salvar a la Humanidad con Cristo. Y si para salvar a la Humanidad con Cristo debo subir a la cruz, he aquí que permite un cáncer para aquella monja que está completamente sola en un monasterio de clausura con un cáncer en los huesos. Y Cristo la llama a redimir a toda la Humanidad con Él».

Y en que él solito (Kiko, no Cristo) salva a la humanidad entera:

«Nuestra paga, mi paga de cristiano es solamente una: el bien que vosotros recibís, el bien que recibe la gente en mi obrar. Y si hago esta pintura es para que os sirva de algo –poco, poquísimo-. Hacer el bien ¡no hay otra paga! Estoy feliz haciéndote feliz, estoy feliz salvándote (…) Por eso debemos estar muy atentos a la voluntad de Dios. Yo lo entiendo, me lo dice la fe: si ahora viene una persecución contra mí, sé que ahí está mi salvación y la de toda la Humanidad, aunque tengo miedo, aunque no lo quiero. Pero no puedo ser un bellaco, debo afrontar en Cristo con valentía la voluntad divina porque en ella encuentro la salvación de toda la Humanidad. En ella puedo, con Cristo, ayudar a los hombres porque sé que en el fondo la única felicidad verdadera a la que me llama Cristo es a amar a los hombres, amarles (sic) y salvarles».

No es pretencioso ni nada.