Traditio symboli (LV)

 

Tras asegurar que todo hecho concreto cometido en el pasado cuenta, Kiko sigue diciendo:

¡Está ahí, todas las cosas están ahí! Todas las cosas tienen una importancia enorme; si Dios existe, todo es muy importante, hermanos. El amor es muy importante, si hemos amado o si no hemos amado; un pecado que hayamos cometido tiene una grandísima importancia en la tierra. Un no amor, un gesto de generosidad del Señor, tiene una importancia inmensa. La vida no es tan mala, puedes vivir como quieras, puedes hacer la vida como quieras... y precisamente porque es muy importante estás ahí, libre: veamos cómo te mueves, qué dirección tomas. Hay personas que toman un rumbo y sus vidas se transforman. Es un misterio enorme, la existencia es un misterio enorme. Hay personas gente cuyos hijos están en la cárcel, consumen drogas o roban, o gente cuya vida se vuelve dura, aterradora, difícil.

Una vez más -no es la primera ni la última- Kiko habla de los demás, él se autoexcluye de esos pobrecitos cuyas vidas quiere observar para ver qué rumbo toman y cómo se mueven, se sitúa por encima del bien y del mal, como todos los falsos profetas. Y, como ellos, reclama tener un falso derecho a conocer cualquier vivencia pasada o presente de sus víctimas.

Bueno hermanos, nosotros damos gracias al Señor este domingo, en este tiempo, después de tantos años porque estamos aquí contentos, contentos, es decir, dispuestos a emprender el combate. La vida no es... Hay gente que piensa que vivimos la vida para pasarla bien, ¡y no! No se dan cuenta de que nuestra vida tiene un diseño, tiene una misión; y en esa misión, en ese diseño, ¡hay algunos hechos muy importantes, muy importantes! No es lo mismo tener un hijo que no tenerlo, no es lo mismo hacer este trabajo o no, no es lo mismo tomar esta decisión que no tomarla, es decir, todo tiene una gran importancia en nuestra existencia, en relación con los demás también. También porque Dios ha querido condicionar las gracias de unos a otros: si tú escuchas una catequesis o no la escuchas, hay una diferencia.

Si tú pierdes el libre albedrío obedeciendo las chuminadas del kikotista o no, hay una gran diferencia.

Por eso tus hijos conocerán a Dios o no lo conocerán.

Hay hijos que lamentablemente solo conocen el kikismo y a su diosito vengativo y caprichoso y nunca han oído hablar del verdadero Dios. Todo porque tú preferiste renunciar a tu libertad a cambio del plato de lentejas con salvación postiza.

Pero está claro que después cada hombre será juzgado según las gracias que ha recibido: está claro, hay personas que han recibido poquísimo... Bueno. Pero Dios quiso salvar a los hombres mediante su Hijo Jesucristo, la Palabra de su Hijo, es decir, escuchando a este profeta: porque la fe viene por la escucha, por la predicación. No proviene de los libros de texto.

Me viene a la cabeza lo que narra san Agustín sobre su conversión, a propósito del chico que cantaba “Toma y lee, toma y lee”. Y él tomó una carta de Pablo de Tarso y leyó.

Entonces, si Jesucristo le dice a uno de vosotros: “Ven, sígueme. Toma esta palabra que le da fe a la gente, te doy esta medicina: la gente es esclava. Esta Palabra que te doy tiene el poder de salvar a la gente”. Y tú: “Yo no quiero ir, prefiero quedarme a ver televisión, no, no quiero. ¡Déjame en paz!”.

El asunto es que no es Jesucristo sino un menda que mira los toros desde la barrera quien te dice lo que tienes que hacer, presuntamente en nombre de Jesús.

Bueno, si te pones así, si lo prefieres quédate en tu casa con la televisión ¿qué me dices a mí? Pero no ha terminado, porque esta Palabra verdaderamente trae la salvación, aunque nosotros seamos recipientes muy débiles; tanto más porque lo somos, quizás, servimos al Señor porque la gente dice: "Mira, si Dios no estuviera... Esa habla tan mal, es tan tímida, tan rara, tan rara que esto verdaderamente me interroga".

La gente que los conoce lo que dice de ellos es que son intratables e intransigentes. Señal de que no es a Cristo a quien siguen.

Y quizás ese matrimonio cuando habla hace que la gente diga: “¡Qué cosas pasan en el mundo! Y dicen que son católicos. Pero ¿será verdad que la Iglesia está haciendo estas cosas ahora? ¡Bah!". Pero algo queda ahí, algo queda: más tarde hemos visto a la gente venir a las catequesis cuatro o cinco años después de la visita a una casa, porque algo quedó allí, había quedado algo.

Se le acaba de escapar, a través de un delirio, que el objetivo de las visitas inoportunas es llevar gente al Camino, no a la Iglesia.

Bueno, hermanos, ahora vamos a escuchar a Jesús hacer un signo que demuestra que él es el profeta que están esperando. Y San Juan dirá que la gente dijo: “Este era el profeta que había de venir”. Vosotros habéis encontrado a este profeta, que os ha dado la vista: ahora veis el amor de Dios, veis el amor de Dios en vuestra historia y por eso podéis celebrar la Eucaristía y todos podemos cantar "Santo, Tú eres Santo, Señor, Santo eres Tú, Santo eres Tú, Santo".

Se entiende perfectamente. Los religiosos de misa de 12 no ven, se necesita la kikotización para poder delirar y practicar la bibliomancia con soltura.

Alguno dice: “¿Cómo puedes decir que Dios es Santo si tienes un hijo en la cárcel, si tu esposo te ha abandonado? ¿Cómo puedes decir 'Santo eres Tú'?". Algunos de vosotros sois así... todavía no entendéis nada porque sois unos neuróticos.

Aplícate el cuento. Cuando la obstinada realidad se empecine en demostrarte que te han vendido una moto rota, recuerda que la culpa no es de la moto, sino tuya, que eres un neurótico, más que neurótico.

¿Qué quiere decir neurótico? Que no puedes soportar el sufrimiento del otro. Veamos una cosa: vosotros sois responsables de una comunidad, o no lo sois. Vuestra comunidad necesita tener problemas. Entonces, ¿por qué te escandalizas si tienes problemas en la comunidad? Los problemas son necesarios. ¿O es que se da la comunidad porque no hay problema? Tenemos que vivir una vida aburrida, estúpida, "cómo nos queremos todos, qué bien estamos aquí para escuchar la Palabra de Dios, la caridad es exquisita..." ¡Pero esto es una mierda! ¿Qué estás diciendo? ¿Esto es el cristianismo? "¡Aquí hay caridad, hay comunión!". Algunos, después de tantos años más, no han entendido nada.

A ver si se entiende de una vez: el kikiano no está para la caridad y no es el buenecito, es el último y el peor de todos. Y encima presume de ello, porque la humildad no la huele ni en pintura.

¿No podía tu esposo pasar por una crisis también? ¡No, tu marido, no! Porque si tiene esa crisis, te hace daño a ti. Entonces di claramente: "Soy un puerco egoísta que no quiero que nadie me moleste". Digámoslo de esta manera.

Si Kiko no insulta, juzga y condena al otro, que es Cristo, explota.

O tu hijo, ¿no debería estudiar? ¿No es libre, tu hijo, no es libre?

Los cristianos tienen una visión diferente de la realidad: se dan cuenta de que los hombres también son libres. Y no pensamos que llegará un día en la historia en que no habrá más injusticias, no habrá más... ¡libertad! ¿Pero cómo? Llegará el día en que un chico de 18 años se hartará de todo, porque está aburrido y no podrá pecar: ¡no, no es así!