Mamotretos varios

jueves, 13 de febrero de 2020

Traditio symboli (XLI)



En la anterior entrada referente al mamotreto de la traditio, quedó la cosa en que se reparte una encuesta entre los presentes que la contestan durante una hora en grupos de cinco o seis personas. Cuando se juntan de nuevo, toca contestar a las preguntas de un tal Kiko que, como se verá, gusta de meter el dedo en temas privados de otros.
Kiko:
Comencemos con la primera pregunta. Es importante, como dije, que no se pierda el cuestionario porque los catequistas luego pasarán por las comunidades y responderéis estas preguntas cada uno de vosotros. Dependiendo de cómo respondas, él te dirá si puedes o no ir por las casas, tus catequistas lo verán para ayudarte, por tu propio bien.  
En realidad, el objetivo de tus kikotistas, como el de los míos, siempre será kikotizarte. No van a ayudarte porque no les importas como persona, solo ven en ti un posible adicto vital a la kikotina.
Primero preséntate: ¿cómo te llamas? ¿De qué comunidad eres?
R: ... Estoy casada y mi esposo solicitó el divorcio en enero.
Kiko: ¿Cuántos años llevas casada?
Esta pregunta no está en la encuesta y el asunto es personal. Lo mismo pasa con las que siguen.
R: Prácticamente nunca vivimos juntos en los 6 años que estuvimos casados.
Kiko: ¿Nunca ha aceptado el camino?
R: No, en absoluto.
Kiko: ¿No tienes hijos?
R: No, no vivimos juntos... No sé si recuerdas que yo estaba en la convivencia de itinerantes y me dijiste que me quedara en casa porque tenía una misión muy importante allí con mi esposo. La vi así y me fui a casa muy contenta; después de poco tiempo se fue a vivir a México y todavía está allí.
Y digo yo, si no vivían juntos, ¿qué tenía que hacer en esa casa donde no vivía con el marido? ¿o es que la idea era que se colase en donde fuese que vivía el marido? Y el objetivo final, ¿sería que aceptase en camino que no había aceptado nunca? Porque parece que es lo único que importa a su sensibilidad.
Vino por Navidad y fue al abogado para solicitar el divorcio; también yo hablé con el abogado y le dije que no quería, que pertenezco a la Iglesia Católica y no acepto el divorcio. Pero el abogado me dijo que la ley le da a cualquier persona el derecho de divorciarse, si han pasado 5 años desde que no vivimos juntos, como es nuestro caso, y que lo único que podría hacer era escribir: "Esto se hace en contra de la opinión del otro cónyuge".
Kiko: ¿En qué trabajas?
R: Soy profesora de inglés en un instituto.
Kiko: ¿Antes del camino estabas ciega?
R: Sí, antes del camino pensaba que todos eran injustos conmigo porque yo tenía derecho a ser amada por todos y todos tenían que ser buenos conmigo, comenzando por mi familia. No soportaba a mis padres, me sentía muy mal, muy desafortunada porque pensaba que nadie me amaba. Para mí, la situación en el hogar era tan insoportable que pedí ir al internado del colegio para no tener que vivir con mis padres porque no podía sufrirlos.
Kiko: ¿Qué es lo que no veías antes del camino?
R: No veía amor en nadie, no veía bondad ni afecto en ninguna parte y me creía con todos los derechos.
Kiko: ¿Ni siquiera veías el amor de Dios? No conocías el amor humano o el amor de Dios porque no te sentías amada.
R: Eso es, correcto.
Kiko: ¿Ahora lo ves? Entonces, ¿eso es lo que ves?
R: Lo que veo ahora es que Dios me ama. Todo lo que siempre he buscado en la gente: que me amaran, que me comprendieran, que fueran pacientes conmigo, que me apreciaran; esto es lo que Dios ha hecho conmigo. Dios me ha amado y no me ha dejado atrás, sino que me ha dado su Palabra, me ha hablado como un amigo y no retiró su Palabra de mí a pesar de que he sido tan mala con él (sic), a pesar de que dije "No me interesa. No quiero lo que me ofreces, prefiero vivir mi vida, quiero comodidad, ser una burguesa, construirme a mí misma". Me dio más y más y le dije que no me interesaba; y ha seguido buscándome, me ha protegido.
Kiko: Hoy ves el amor de Dios en tu vida a pesar del hecho de que tu esposo te ha abandonado y vive en México, estás sola y eres joven. Otro en tu caso diría: "¿Por qué me pasa esto a mí?". En cambio, tú ves el amor de Dios.
R: En realidad, yo también me preguntaba y le preguntaba a Dios por qué me pasaba esto; y he tenido muchos años de oscuridad a este respecto. Pero hoy veo que Dios ha sido muy bueno conmigo y me ha protegido durante todo este tiempo.
Kiko: ¿Cómo se abrieron tus ojos? ¿Qué ha hecho el Señor contigo para abrirte los ojos?
R: Me ha amado y me ha dado una Palabra, siempre. He sido una persona a quien la Palabra siempre ha dicho mucho desde el comienzo de la comunidad.
Kiko: Concretamente, ¿cómo se te abrieron los ojos?
R: Por medio de la Palabra que me dijo lo que era.
Kiko: ¿Pero esta Palabra vino volando? Imagina que vas a una casa y una mujer te dice: "¡Qué Dios me ama! ¡Mi esposo se fue de casa con otra!". "Escuche, señora, estoy casada y mi esposo acaba de solicitar el divorcio; sin embargo, vengo aquí contenta, esto no me destruyó aunque me rebelé", etc. Y ella te dice: "¡Cómo desearía tener paz! En cambio, todo me destruye " y te pregunta:" ¿Cómo conociste a Jesucristo?".
R: Les diría que por casualidad, sin saber cómo y por qué, comencé una catequesis; no sabía qué eran las catequesis, pero comenzaron a decirme que Dios me amaba.
Kiko: Y esta señora te dice: "¿Qué es esto de la catequesis? ¿Catecismo para niños?".
Es muy importante, si acaso alguien escucha -que no suele pasar, porque ya los conocen-, ningunear las verdaderas catequesis que enseñan el Catecismo para vender un producto fraudulento con chutes de kikotina.
R: Me dijeron que había conferencias, que mi hermano también estaba dentro, y fui con curiosidad para ver de qué se trataba. Fui allí pensando que era una conferencia o algo así.
Kiko: ¿De los protestantes?
R: No, en la Iglesia Católica. Pero entonces no lo sabía, no sabía a dónde iba. Allí conocí a personas que en primer lugar me dijeron que Dios me amaba.
Kiko: ¿Quién te trajo allí? ¿Por qué fuiste a la catequesis?
R: Porque mi hermano estaba en una comunidad y tenía curiosidad por ver lo que hacían. Entonces fui allí y eso fue lo que encontré.
Kiko: Allí te encontraste con Jesucristo, Jesucristo se te acercó. ¿Y qué hizo Él por ti?
Entendedlo bien: ella sabe que solo se encontró un grupo de gente con unos mantras aprendidos de memoria, pero se trata de fingir que se encontró nada menos que con Cristo resucitado, vencedor sobre la muerte.
R: Me hizo sentir persona, es decir, sentí que yo era alguien para él, que él me amaba.
Una y otra vez, en el mamotreto los “él” están en minúscula. Dudo que sea un error, ya que diosito no merece mayúsculas.
Kiko: ¿Cómo te ha hecho ver que te amaba? Concretamente.
R: Yo era una chica extraña y difícil, a quien nadie podía soportar, pero él me amaba, me hablaba, no me despreciaba.
Y aquí el sensible empieza a reclamar pecados concretos en los que experimentó ese amor, lo que claramente es una intromisión que solo un hijo del maligno practicaría. Además, hace uso de un relato evangélico en que si algo destaca es que nadie pide cuentas de pecados y nadie las da.
 Kiko: ¿Hizo barro en tu vida? ¿Puso barro en tus ojos? estamos llevando a cabo la catequesis del ciego; al ciego le preguntan: "Veamos: ¿cómo te abrió los ojos?" El ciego dice que tomó saliva, hizo barro con el polvo y se puso este barro en los ojos. El Señor ha puesto barro en tus ojos? ¿Qué es este barro? Son tus pecados: te los mostró, te mostró que el problema no era que las personas no te amaran sino que eras un egoísta, que pensabas que eras la reina de los mares, ¿no te mostró tus pecados? ¿Qué pecados te mostró?
R: Me ha demostrado que soy una persona capaz de odiar de una manera terrible, hasta el punto de desear la muerte del otro, que el otro desaparezca; es decir, soy una asesina, porque prefiero que muera una persona. Me demostró que soy envidiosa, que cuando aman o aprecian a otras personas, les envidio. Me demostró que no estoy interesada en las personas en sí mismas, no me interesa el otro en sí mismo, pero siempre busco cómo puedo utilizarlo; que soy incapaz de servir a los demás. Que los otros me sirvan, que se postren ante mí.
Kiko: El Señor iluminó todo esto con su Palabra, con su saliva, mezclándola con tus pecados, iluminando tus pecados.
R: Lo que he visto es que debido a las cosas que he hecho, la forma en que traté a los demás, no merecía estar viva porque he sido muy cruel. Yo lastimo a la gente.
Kiko: Y Jesucristo, una vez que te mostró tu porquería, lo que tú eres ¿qué hizo?
R: Me dijo: "Tienes miedo de quién eres pero yo no, yo te conozco, sé que eres así y no tengo miedo; te amo, yo pago por ti".
Kiko: Y él ha lavado tus pecados, ¿te los quita?
R: Sí, me los perdona.
Kiko: ¿Cómo te perdona tus pecados? Él sufre por tus pecados.
R: Sí, la única justificación que puedo tener para un pecado, porque no tengo ninguno, es decir "Está bien, Señor, paga por esto".
Y a seguir con otra cosa, que no hay que preocuparse más.
Kiko: Deberías haber pagado con la muerte y Jesús ha querido morir por ti para que puedas recibir la vida gratis.
R: Y no solo esto, porque en la mejor de las hipótesis me quedé así...
Kiko: ¿Para ti esto es algo intelectual que te han dicho o lo sientes en tu corazón?
R: Creo que si he podido seguir viviendo es por esto. Me escandalizó muchísimo verme tal como soy.
Kiko: Y tú, ¿qué dices de aquel que es capaz de amarte hasta la locura, al extremo de pagar por ti, de morir por ti?
R: Creo que es el que Dios envió para redimirme de esta situación de muerte, de angustia en la que vivía.
Kiko: ¿Cómo se llama?
R: Jesús de Nazaret.
Kiko: ¿Y dónde está?
R: En la Iglesia Católica. Sin saberlo al principio, encontré todo esto en la Iglesia: me lo dieron allí, en una Iglesia que yo criticaba, que no amaba. Y allí, en esa Iglesia que incluso ahora puede tener una apariencia que no me gusta o que a la gente no le gusta, allí es donde me lo dieron.

21 comentarios:

  1. Esto confirma que kikotistas e itinerantes se encuentran en situaciones y estados de vida lamentables, aparentando lo que no son e imponiendo cargas a los kikorros rasos, al igual que llenándolos de consejos con los cuales han arruinado muchas vidas.

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  2. Kiko: ¿En qué trabajas?
    R: Soy profesora de inglés en un instituto.
    Kiko: ¿Antes del camino estabas ciega?

    Si, y ahora estoy peor, kiko, ya que vuestros catequistas destruyeron mi matrimonio y mi familia.

    Es mi caso

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    1. No es un consuelo, anónima de las 6:30 el que no sea una anécdota "tu caso", sino muy habitual. Sinceramente, me conmueve leerte tan breve, y a la vez tan explícita, con tanto dolor (perdona mi atrevimiento)

      Espero que puedas aceptar un amable abrazo.

      -sepul-

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    2. Gracias por vuestra comprensión, pero ya no creo en nada ni en nadie, un abrazo.

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  3. Gracias a la entrada, se confirma lo denunciado!

    "Kiko: Y Jesucristo, una vez que te mostró tu porquería, lo que tú eres ¿qué hizo?"


    Dice que Jesucristo te mostró tu porquería....
    No, los equipos de itinerantes te llevan a volverte una porquería, lo seas o no, esa es la finalidad, si es necesario te mandan a que peques, hasta conseguir su propósito, que el resto del itinerario tu carta de presentación sea: soy una porquería, soy un desastre, soy una mierda, soy un pecador,soy lo pedor de lo pedor, etc etc etc.

    Lo anterior es típico en el CN, típico y demoníaco.

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  4. Esta es la parte de ese "paso" en el que decidí que esto no podía seguir; fui a saco contra ellos y sus preguntas y al final el mismo sábado por la noche me dijeron que mejor que lo dejara...son unos sinvergüenzas todos en general, empezando por el Maicito y continuando por todos sus secuaces, porque nadie sensato seguiría tales enseñanzas erróneas y de forma tan cruel y despreciable.

    Lázaro.

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    1. Bueno, yo en teoría todavía tengo comunidad, aunque hace casi un año que no asisto, a partir también de este "paso", se me hace que el kkamino falla por querer pretender discernir sobre la ceguera o no-ceguera de los demás. La fe es personal y sólo la conoce Dios, y no es posible que con tres preguntas, esos señores kikotistas puedan saber lo que hay dentro del corazón del otro. Y menos aún cuando llegan con unos prejuicios y unos mantras profundamente internalizados que no les dejan salir a amar al otro "que es Cristo" sino que sólo quieren ver el grado de adoctrinamiento que tiene cada 'hermano' para determinar si sigue en su reality de la fe (fe en minúscula, porque me refiero a la fe en el maicito y sus disvariaciones)

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  5. “Kiko: ¿Hizo barro en tu vida? ¿Puso barro en tus ojos? estamos llevando a cabo la catequesis del ciego; al ciego le preguntan: "Veamos: ¿cómo te abrió los ojos?" El ciego dice que tomó saliva, hizo barro con el polvo y se puso este barro en los ojos. El Señor ha puesto barro en tus ojos? ¿Qué es este barro? Son tus pecados: te los mostró, te mostró que el problema no era que las personas no te amaran sino que eras un egoísta, que pensabas que eras la reina de los mares, ¿no te mostró tus pecados? ¿Qué pecados te mostró?”

    Siempre las mismas historietas estereotipadas y falseadas. La interpretación de la perícopa del ciego de nacimiento es aberrante. Kiko se inventó que el barro son los pecados. A lo mejor Dios creó al hombre del barro porque lo creó del pecado y para el pecado, luego no es extraño que a la mínima Adam y Eva se comieran la manzana (si es que era manzana). Parece teología gnóstica, pero menos amena.
    Pero en resumen te dicen que estás ciego y lo solucionan vaciandote los ojos.
    “Dios me ha amado y no me ha dejado atrás, sino que me ha dado su Palabra, me ha hablado como un amigo y no retiró su Palabra de mí a pesar de que he sido tan mala con él (sic), a pesar de que dije "No me interesa. No quiero lo que me ofreces, prefiero vivir mi vida, quiero comodidad, ser una burguesa, construirme a mí misma". Me dio más y más y le dije que no me interesaba; y ha seguido buscándome, me ha protegido.”
    El pobre san Antonio Abad no tuvo la suerte de conocer el Camino. Si se hubiera sentado en una silla de metacrilato y hubiera esperado la acción divina sin hacer nada por su parte, sin esforzarse por no pecar (una pérdida de tiempo), se hubiera ahorrado un montón de padecimientos. En cambio luchó contra toda clase de tentaciones terribles y al final se creyó triunfante. Era un pobre religioso natural, lástima que Kiko no hubiera nacido aun para iluminarlo. Tanta ascesis no sirve para nada, hay que aprovechar la gratuidad de Dios, aunque en el Camino la gratuidad sale carísima.


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    1. Al principio del Camino, en las Catequesis, ya te preguntan si estás en Egipto o en el desierto. Tienes que decir que sí, porque de otra manera ellos no te pueden llevar a la "Tierra Prometida".
      Si dices que has vuelto del exilio y estás reconstruyendo el Templo, les desmontas el esquema.

      Así debe ser a lo largo del Camino: responde lo que debes responder, aunque sea mentira. Lo malo es cuando te das cuenta del invento y vas siguiendoles la corriente, te has vuelto un hipócrita, o solo sigues en la comunidad para salvar tu matrimonio, por miedo de dejarlo o por lo que sea, pero has perdido la fe en el Camino, aunque no lo reconozcas.

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  6. Lo que veo es que todos los testimonios de los kikos son cortados por el mismo patrón. Variaciones de un mismo tema

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    1. Es que la primera regla para sobrevivir a las "amorosas" dentelladas de los kikotistas es aprenderse bien lo que quieren oír: ¿antes de la mierda del camino? Ciega cieguísima. ¿En el camino? Uff. Una luz que te pasas de lo que deslumbra, vamos que ahora sí que no puedo ver nada más que pecados y más pecados que voy a contarte con mucho gustito.

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    2. Si, es responder lo que quieren oír, y llegaras a la Domus, conozco varios kikines así, usando esa estrategia, de paso en paso; también lo importante es siempre expresar que sois lo peor de este mundo, si puedes, la otra opción es parir chavales cada 9 meses, no importa que nunca os convirtáis, reproducirse como conejos es una buena garantía para congrasearse con los kikotistas, os repito, así nunca os convirtáis (como todos).

      Algo que les gusta mucho, y os dará el boleto para superar todas las etapas de camino, es que los pecados se ventilen en público, con detalles, especialmente de la vida sexual.

      De todas maneras, como los mismísimos catequistas dicen, no pasa nada. Estáis superando unos pasos inventados por hombres.

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    3. Kiko: Y Jesucristo, una vez que te mostró tu porquería, lo que tú eres ¿qué hizo?"

      Jesucristo te muestra que tu eres una porquería????

      Al inicio nos enseñaron que el otro es Cristo.

      Después de un tiempo nos enseñaron a tratarnos como: soy una porquería y soy una mierda!

      QUE HORROR

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    4. Francisco Garcia, kikorros que estaban engañados y abrieron los ojos, kikorros que fueron maltratos, kikorros que están destapando lo podrido del CN.

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  7. Todos coincidis en que hay que considerarse lo peor de lo peor y así todo el camino, yo me hubiese querido desligar totalmente, pero resulta q ahora tengo familia política super a ferrimos del camino, Dios mio dame paciencia!

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    1. Tan pronto cuestionéis lo más mínimo, dirán... El satan te tiene asido.

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    2. Bien, espero no ofender a nadie, pero hay que hablar con la verdad.
      Predican siempre un mensaje que es:

      HAY QUE HACER COMUNIDADES CRISTIANAS, QUE VIVAN EN HUMILDAD, SENCILLES Y ALABANZA, DONDE EL OTRO ES CRISTO.

      Pero ciertamente estos degenerados responsables y catequistas con sus praxis e inventos y pedagógias retorcidas lo han convertido en otra cosa:

      HAY QUE HACER COMUNIDADES CRISTIANAS, QUE VIVAN EN HUMILDAD, SENCILLES Y ALABANZA, DONDE EL OTRO ES UNA MIERDA.

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    3. "Kiko: Y Jesucristo, una vez que te mostró tu porquería, lo que tú eres ¿qué hizo?"

      Jesucristo te muestra que tu eres una porquería????

      Lo leo y no lo creo!

      Vaya, con razón hay casos de suicidios en las comunidades.

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    4. "Kiko: Y Jesucristo, una vez que te mostró tu porquería, lo que tú eres ¿qué hizo?"

      Jesucristo te muestra que tu eres una porquería????

      Lo leo y no lo creo...

      vaya, con razón hay casos de suicidios en las comunidades.

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  8. Pon la vida de un persona en internet y luego critican que le saquen pecados personales.

    Fuck logic

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.