Segundo escrutinio (XXXIX)

«Esto es lo sorprendente. Porque es imposible convertir a un adulto.»

Ya empieza con sus errores de bulto, porque es taaaaan humilde que cree que es él quien les convierte. Y claro, para él es imposible.

«Por ejemplo, cuando estaba en las chabolas, me parecía imposible que surgiera una comunidad. Las cosas de Dios no interesan a los gitanos. ¡Imposible! Pero cuando Dios quiere, todo se vuelve posible: ¡realmente!

Por eso os digo que no tengáis miedo de este escrutinio, porque estamos aquí enviados por Jesucristo para ayudaos a liberaros de vuestros demonios. Algunos de vosotros no pasaréis, ¿eh? Y la comunidad tal como es ahora seguramente desaparecerá, habrá cambios: veréis que es algo estupendo. Porque el peligro que corremos en el camino es hacer de la comunidad un "grupito", una secta, dar importancia a nuestra amistad. Este es un ídolo que nos cierra a la acción de Jesucristo. Aquí sólo hay precatecumenos, pasarán al catecumenado aquellos que tengan el oído abierto. Porque Dios está eligiendo, eligiendo entre toda la masa que está aquí. Porque lo importante es que Dios se está eligiendo un pueblo.»

Qué socorrido es eso de decir que es Dios quien te humilla públicamente y luego te desprecia y no te quiere para ser parte del pueblo que “se está eligiendo”. Muy socorrido, muy artero y muy mendaz.

«Esto no quiere decir que otros sean peores, ni que estén condenados, nada de esto. No estoy diciendo nada de esto. Simplemente que el Señor nos ha elegido para esta misión de ser la sal de la tierra. La sal sala derritiéndose, destruyéndose. Por tanto, los signos son si te dejas disolver, destruir, por los pecados de tu esposa, de tu marido, de cualquiera. Quien no tiene el Espíritu de Jesucristo no se deja destruir por nadie ni por nada; no acepta en absoluto portar sobre sí la injusticia. Los "justicieros" son justicieros porque quieren eliminar la injusticia de la tierra. Por ejemplo, todos los asesinos que están en las cárceles son justicieros.»

Así es la neurótica doktrina kika: el asesino, un pobrecillo, sólo intentaba equilibrar el universo cuando asesinó a una chiquilla a la que no había visto nunca.

«Una sorpresa enorme que tuve fue que todos los ladrones que estaban conmigo en las barracas eran todos justicieros. Robaban porque todos eran justicieros. Habían visto, por ejemplo, que su madre era una prostituta porque su padre la había abandonado y la había arrojado a la calle porque esperaba un hijo no estando casada, y ese hijo era él. Y habían visto el terrible sufrimiento de estas mujeres que llevaban sobre sus hombros la hipocresía de una sociedad llamada católica.»

Para quien tenga dos deditos de frente, sucede aún más en la sociedad sionista, en la musulmana, en la hinduista…

«Entonces este chico robaba para quitarle a los ricos, como Robin Hood. Era un justiciero; no podía soportar la injusticia absolutamente.»

Debe pensar que se dirige a un auditorio de chicos de 6 años, porque no se sostiene la “razón” para disculpar el robo.

«Primero era un moralista y un exigente consigo mismo; y cuando cometía algún pecado, se autodestruía, no podría soportarlo. Siempre es lo mismo. Siempre hay un justiciero, un moralista, un exigente consigo mismo: lo que detesta en los demás es siempre lo que hay en él, en lo profundo de sí mismo. Un justiciero es uno que no soporta la injusticia.

Bien. El cristianismo es lo contrario. El único que realmente podía haber hecho justicia, Jesús, no hizo justicia, prefirió aceptar la injusticia.»

El menda no tiene ni idea de cristianismo. Jesús hizo justicia: asumió las consecuencias del pecado, tanto según la justicia humana como la divina, se sometió a la justicia humana y divina. Y por eso nos ha rescatado de la muerte, no por no sé qué injusticias, sino por aceptar la justicia divina.

«El justiciero es lo contrario. Por ejemplo, en las cárceles, entre los presos, si alguien hace una... le muerden. Recuerdo a un niño en las chabolas: como no soportaba el pecado, siempre el mismo escándalo: el pecado, tenía que ir a eliminar la injusticia. Recuerdo que uno de ellos le había hecho una, en un baile le había insultado. Bien. En ese momento no pasó nada. Dejó pasar la cosa. Casi un año después se presentó delante de este que lo había ofendido -que figúrate si se acordaba de la cosa-, con una piedra envuelta en un periódico y un bum, bum... lo mató: le abrió la cabeza por la mitad. Esto fue uno que estaba en mi barraca. Y contentísimo, no tenía ningún remordimiento: había quitado de en medio una injusticia y el mundo ahora es mejor.»

Es lo que tienen las malas influencias: un año en una barraca en mala compañía y se convierte en un asesino.

«Este chico, con otros, iba con homosexuales ricos y se prostituía con ellos para ganar dinero. Cuando, un día, se dieron cuenta de lo que estaban haciendo, mataron al homosexual, y estaban tan contentos "porque habían eliminado a una víbora... era un depravado".»

Es decir, que desde los tiempos de las barracas, los frutos del CNC son los mismos: el mal y la destrucción personal.

«Justicieros, hicieron justicia. Porque siempre es lo mismo: el escándalo del pecado y del sufrimiento. No debe haber pecadores: al pecador lo pisotean.»

Y como pisotear al otro debe ser que no es pecado para las mentes esquizoides, todo resuelto. Por eso será que se pisotea a todo el mundo en los escruticidios.

«No debe haber pecadores: al pecador lo pisotean.
Bien, ser cristiano es lo contrario. En este escrutinio, Dios se está formando una Iglesia, un pueblo, un cuerpo; una Iglesia nueva en la parroquia, que es el Cuerpo de Cristo resucitado.»

Como no sea el cuerpo del anticristo, porque la palabra de Dios es irrevocable, y esa palabra dice que el Cuerpo de Cristo es la Iglesia de siempre, la que Kiko desprecia con “las cuatro viejas” y la “liturgia estúpida”.

«Este cuerpo es Cristo mismo. Cristo es quien toma sobre sí el pecado de la multitud. Pero esto no los sabe la gente. Y es inútil que se lo digáis porque la gente no lo cree. La única forma para que la gente pueda creerlo  es que vea que Cristo, dentro de ti, continúa cargando con los pecados de todos. Entonces el Señor se está formando aquí un cuerpo para tomar sobre sí el pecado de esta generación. Vuestra misión consistirá en responder con bien al mal que hacen. Y estaréis muy contentos de ser humillados, es decir, de que os hagan injusticia, porque tendréis ocasión de mostrar vuestro cristianismo, rompiendo la cadena del mal que causa la injusticia, en vuestro cuerpo.»

Jamás se ha visto en ningún sitio a un kiko que se comporte como un cristiano. Sería un acontecimiento sideral. Tengo para mí que si alguna vez sucediese se detendría el sol para contemplar el evento.

«Esto es terrible, porque el mundo no soporta una injusticia sin resolverla, debe ser resuelta. Si tu esposa te hace una injusticia, tienes que golpearla, debes detener esta injusticia; debe aprender para que no vuelva a hacerlo: dos bofetadas y ya está. Necesitamos deshacernos de este tipo, este monstruo. Estoy seguro de que si ahora quisieramos ver cuántos pecados de otras personas has soportado, no veríamos ninguno. Sin embargo, estás llamado a hacer esto. Digo esto para que entiendas un poco lo que es este escrutinio.»

Sonsacar y chismear sobre pecados ajenos es una intromisión inaceptable, pero es lo que se hace en los segundos. Y como no hay nada mágico en ese paso y como Dios no está presente donde se pisotea la dignidad humana, el resultado es que ni eran cristianos antes del pisoteo ni lo son después.