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⎯ Introducción al canto: “Shemá Israel”

KIKO:

¿Acaso para ti es más importante que tus hijos coman?

Así como en el anuncio de la Pascua cantamos un trocito del Pregón pascual, en el anuncio de Cuaresma cantamos el canto: Shemá Israel. Porque sabéis que el Señor llevó a su pueblo al desierto, y en el monte Sinaí apareció en medio del fuego y en el temblor de la montaña. Y se oyó una voz que decía: «Shemá Israel». Shemá en hebreo significa «escucha». Por eso la fe viene por el oído: «Escucha Israel, yo soy el único Dios que existe» ––dijo. Dios es ehad, Uno. «Y amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma ––o con tu inteligencia–– y con todas tus fuerzas; y al prójimo como a ti mismo». O sea, Dios se ha mostrado como amor y pide a los hombres que amen a Dios con todo el corazón. Pero ¿cómo se ama a Dios con todo el corazón? Dios para ello va a elegir a un pueblo de dura cerviz, un pueblo muy difícil, para que se vea más su gloria y cómo es de grande el Señor. Y va a enseñar a ese pueblo cómo se ama a Dios con todo el corazón, cómo se ama a Dios con toda la inteligencia y cómo se ama a Dios con todas las fuerzas; con todo tu trabajo, con todo tu dinero.

Eso, que no está en las Escrituras, es lo que importa a alguno; que los jets privados salen caros y ya no basta con que los sufrientes catecúmenos den algo, tienen que darlo todo.

Esto, que es todo el catecumenado, que es la vida cristiana, la Iglesia, sabiendo que el centro de la vida cristiana es el Triduo pascual, es la noche de las noches, la Noche Santa en la cual el Señor ha hecho un memorial de su paso por este mundo al Padre, es tan importante esta noche que dice que hay que prepararse para ella durante cuarenta días; durante cuarenta días hay que prepararse para esta noche.

No se trata de hacer una cosa en la parroquia, sino de estropearla

Por eso nosotros estamos intentando llevar a toda la Iglesia la importancia de esta noche, que no se trata de una Misa vespertina, no se trata de hacer una cosa en la parroquia…

¡Claro que no! Se trata de no pisar la parroquia para hacer una cosa en la comunidad, que es mucho menos y que rompe la unidad a la que han sido llamados.

Es una noche donde nosotros bautizamos a nuestros hijos, esperamos el alba escatológica, preparamos una bellísima cena, etc. Es la noche en la que pasa el Señor destruyendo a nuestro faraón, liberándonos sobre todo de la levadura de los fariseos que es la hipocresía. Pues todos necesitamos, hermanos, prepararnos durante esta Cuaresma para esta noche. Porque si no asistimos bien preparados a esta noche no resistiremos el combate que nos va a presentar el demonio en España; no lo resistiremos. Ni resistirás que tus hijos se separen o que tu mujer se muera mañana; no resistiremos. Para resistir hace falta ser cristianos. ¿Y qué es lo que nos hace ser cristianos? Pues Dios nos ha dejado una noche sacramental en la que él (sic) va a pasar. En esa noche Dios está decidido a ayudarnos, va a destruir en nosotros todas las esclavitudes, al faraón. Y vamos a cantar: «Precipitó en el mar caballo y caballero». Quisiera liberarnos el Señor de nuestro orgullo, de nuestra soberbia, de nuestra burguesía, de nuestra comodidad, de nuestro apego al dinero, de nuestro apego a nuestras ideas, a nuestras cosas, a que se hagan las cosas en la familia como yo digo, etc. Todo lo que no es cristiano en nuestra vida.

Tantos años calentando metacrilato y singuen apegados a las mismas cosas de siempre… y encima pretenden ir de santos por la vida.

Ser cristiano significa ser el último. Considerarte el último y el peor de todos y sé humilde; quizá no sabéis ni siquiera lo que es eso. Ser humilde, humilde con tu mujer, humilde con tus hijos, humilde con tu marido, humilde con los demás… Humildes.

Alguno debe confundir la humildad con el baile de la comunidad

La humildad es la verdad. Dime cuánto eres humilde y te diré cuán santo eres ––dicen en la Iglesia. La humildad, que es dificilísimo que seáis humildes, que seamos humildes. Pero para eso hace falta que escuchemos la Palabra, por eso es muy importante que tengamos una comunidad.

La humildad nada tiene que ver con la comunidad. De hecho todos los "kikos" tienen comunidad y aún estoy esperando encontrar a uno que sea humilde.

Y os hemos dicho que una comunidad cristiana es el útero que necesita el embrión del hombre celeste que Dios ha puesto en nuestro corazón por el Bautismo, que estaba como muerto en función de nuestra libertad. Ha dicho el papa Juan Pablo II que si un hombre decide hacer su propia voluntad su bautismo queda como muerto, ya no tiene ningún poder sobre él, porque Dios respeta la libertad del hombre para que se vaya con otra mujer, para que sea un asesino, para sea un ladrón, un mentiroso y un hipócrita. Y Dios no puede hacer nada, no le va a cortar una mano ni le va a dar un castigo. No.

Todo Sacramento es irrevocable. Quien enseñe otra cosa, blasfema contra el Espíritu Santo. Y Juan Pablo II de lo que habló es de las consecuencias del pecado mortal, pero nada puede matar el Bautismo recibido.

Por eso es muy importante que este hombre celeste, este embrión que ha sido puesto en nuestro corazón por el despertar que ha hecho en vosotros el Camino Neocatecumenal, que ha despertado en vosotros la riqueza de vuestro bautismo, este camino que hemos recorrido o que estamos recorriendo, gracias a esto, va creciendo en nosotros el hombre celeste. Por eso me dicen: «Oye, Kiko, ¿cómo has logrado que cuatrocientas familias dejen todo y se vayan a Laos, a China, y estén sin trabajo y sin dinero?». 

 Lo dice bien claro: Dios no tiene nada que ver en esto, todo es obra de Kiko.

La criatura que gesta la comunidad

El otro día me llaman los que están en Ucrania. El gobierno de Ucrania no permite que un extranjero trabaje; están todas las familias sin trabajo. Y les digo: «Oye, pues si no tienen trabajo y están los pobrecillos allí tanto tiempo… Pues que se vuelvan». Y me llaman los hermanos que están allí: «Kiko, nada de volvernos, no, no. Estamos muy contentos, aquí aguantaremos». «Bueno, yo, si queréis, mando a alguien que os mande algo de dinero para comer. ¿Cuánto necesitáis?». «Nada, no te preocupes». Y me dicen: Y «¿cómo has logrado eso?». Y les digo: «Pues es muy sencillo. Mira, esta familia, antes de conocer el Camino eran unos burgueses, solamente pensaban en su comodidad, en pasarlo bien, en irse al campo, en irse de vacaciones. Poco a poco el Camino, y aun cuando no se dan cuenta, el Camino ha ido haciendo crecer en ellos a un hijo de Dios. De tal forma que cuando ese hijo de Dios ha crecido les ha llevado a ofrecerse a la Iglesia». 

Que raro que Kiko incurra en juicios de intención contra sus amadísimos hermanos, casi tan raro como que las familias itinerantes que yo conozco tienen unas crisis de cuidado. Algunas se han vuelto y las que no lo han hecho es porque las presionan para que sigan con el argumento de que es Dios quien quiere su inmolación total.

¿Cuántas familias se han levantado? ¡Miles! Yo ahora tendré una convivencia de familias que previamente tendrán un encuentro por zonas con los catequistas. Y los que estén disponibles, en la última semana de mayo, haremos el sorteo para que vayan en misión; y no te digo adónde. La última vez enviamos un montón de familias, cincuenta y tres enviamos en la audiencia con el Papa. 

El decorado, casi ninguno está allí para ser enviado

Es decir, que los otros montones de "kikos" que llenaban la sala estaban de decorado, porque el envío fue de sólo 53.

Y fue impresionante que de todas estas familias, de 700 familias, no hubo una que protestara. Y yo saqué a sorteo así: «Hace falta una misión ad gentes en Odesa. Bueno, voy a sacar aquí a cinco familias de las que habéis puesto vuestro nombre en el cesto y que estáis dispuestos a partir a cualquier parte del mundo. A ver: Josefina y Manuel, con siete hijos, de la 5ª de San José ––por ejemplo–– poneos de pie. ¿Aceptáis iros a Odesa?». «¡Sí!». «Pues venir aquí. ¡Un aplauso!». Y hemos puesto al cura de esa misión ad gentes y ya tenemos una familia; así vamos a sacar cinco. Y se ve la gracia de que Dios te ha llamado a ofrecerte a Jesucristo en misión, no creáis que es una cosa así… Claro, cada uno tiene su gracia y su misión dentro de la comunidad: unos son catequistas, etc.

Cantamos. En pie.

⎯ Canto: “Shemá Israel”