Verdades a medias...

Kiko en el mamotreto del anuncio de Pascua 2014 (Parte 7)
Madrid, Santa Catalina Labouré
Sábado, 12 de abril de 2014
(los subtitulo en azul son licencias del blogger)

O sea, que venimos con esta alegría en medio de tantos sufrimientos. Pero ánimo, hermanos, no os asustéis que hay que sufrir. Yo no me espero otra cosa, somos cristianos y Jesucristo, pobrecillo, ha sido perseguido, odiado. El Papa lo ha dicho el otro día cuando el Evangelio de Lázaro: “Y después de resucitar a Lázaro se reunieron y decidieron matarlo”, matarlo; el odio a Jesucristo era tal que no lo aceptaron. Nosotros hemos sufrido mucho en París. Al nuevo párroco de Saint-Honoré d'Eylau le digo: «Pero hombre, ustedes han hecho aquí un edificio, otro edificio, ¿no tenemos un sitio donde podamos reunirnos? Están todas las comunidades fuera». «No». Y le tiene sin cuidado.

Es el turno de TODOS LOS CURAS FRANCESES

Además, porque los franceses han hecho un análisis después del Concilio en el que han concluido que la Iglesia tiene que abrirse al mundo, como decía Juan XXIII: “Amar el mundo, abrirse al mundo”, el mundo ya no es el enemigo. Lo que decía san Juan: “que el que ama el mundo es enemigo de Dios”, lo quitaron, porque tienen que abrirse al mundo y amar al mundo. Y los curas franceses, por ejemplo, si
preparan a un matrimonio, a unos jóvenes que se quieren casar, no comienzan hablándoles de Cristo, sino que parten de ellos. Y por ejemplo dicen: «¿Tú por qué te quieres casar por la Iglesia? ¿Tú crees en Dios?» Dice: «Yo, no», me caso porque quiere mi mujer, mi novia; y mi novia quiere porque su madre es católica. Y yo, por no enfrentarme pues me caso por la Iglesia». «¿Y qué piensas tú de la Iglesia?» Y no dice lo que piensa de la Iglesia porque si lo hace… Entonces dice el cura: «Tenemos que cambiar la Iglesia, la Iglesia tiene que ser muy buena con todos, tiene que aceptar a todos; la Iglesia tiene que amar al mundo, tiene que querer a los homosexuales, tienes que …». No se te ocurra decirles nada a estos curas con esta mentalidad. Y además dicen: «¿Pero Dios no ama a todos?» «Sí». «Y los hombres, ¿cómo van a ser juzgados?» «Pues en función de su honestidad y sinceridad; pues ya está». «Y un comunista: ¿se condena?» «No, si es honesto consigo mismo; pues ya está» «Pues ¿qué necesidad hay de evangelizar si Dios está actuando con todo el mundo?» «¡La Iglesia tiene que cambiar su actitud: basta de hablar de pecado, basta de hablar de sexo, basta de hablar del infierno y esas cosas! ¡Qué horror! ¿Es que puede ser posible que haya un infierno eterno y que Dios condene?» Todo eso se lo han cargado.

Y cuando en la parroquia de Saint-Honoré d'Eylau, después de la Traditio, nosotros hemos pedido trabajar en la parroquia, en un grupo que llevaba la preparación al Bautismo, había un curilla que era del Camino, muy majo, se tuvo que marchar a África, pues viene otro a llevar esto de los bautizos. Cuando oye que el catequista habla del pecado original: «Porque el pecado que nos lleva a la muerte y
nos …», pues se levantó y los echó: «¡Delante de mí no se nombra esto!» Y los echó y no nos permitieron ya hablar nada más en la parroquia, no podíamos decir nada: «Tenéis una teología anticuada, integrista, neoconservadora». Sí, así hemos estado en Francia, han perdido completamente la antropología cristiana, se ha deshecho, no tienen el concepto que tenemos nosotros de que el hombre sufre. Luego me gustaría que estos curas vinieran a escuchar los escrutinios, porque para ellos todo el mundo está muy bien, París es precioso, la primavera, todo está muy bien, Dios es amor y es misericordia. Y vámonos a casa. «¿Pero por qué hacen ustedes el ridículo?» Después del Concilio mucha gente han hecho toda esta síntesis horrorosa que es del demonio. Ayer, me parece, habló el Papa del demonio, y ha dicho que existe; pues que no hable mucho del demonio porque va a perder su popularidad.

Con esta actitud —que racionalmente es muy bonito que Dios y la gracia del Espíritu Santo actúa en todos los hombres— es lo mismo que nos ha pasado en Japón. Es lo que decía el Card. Martini, que ha hecho la cátedra de los no creyentes: hizo que en la catedral se sentara en su cátedra a los no creyentes. «La Iglesia tiene que escuchar a los ateos, tiene que escuchar a los que no creen». Y te engañan con estas mentiras porque el demonio es un ángel de luz. «¡Ay, sí, tenemos que ir al mundo de rodillas, a los paganos, son mejores que vosotros!» Dicen: «¿Quiénes sois vosotros? ¡Soberbios!» Todo es así. Y como se te ocurra escuchar esto y te entre esto dentro, se acabó, nos odias mañana, ya nos odias, porque es muy fácil engañar. Y todo es para que no evangelicemos. Y además se justifican porque como todo está muy bien pues no hay que hacer nada. Muchos curas ¿qué hacen todo el día? ¡Si les toca una misa a la semana! ¿Qué hacen todo el día si no hay gente en las parroquias? ¿A qué se dedican? Digo esto no para atacar a nadie porque es una batalla en la que estamos nosotros. El Camino tiene una misión, es un carisma en la Iglesia, y un carisma es un don que viene del cielo para ayudar a la Iglesia. Somos más que necesarios en este momento. Y estáis vosotros llamados por Dios a este carisma; no solamente Carmen, el P. Mario y yo tenemos que llevar esta batalla: la lleváis todos vosotros. Y es una batalla tremenda que hay que llevar adelante dentro y fuera de la Iglesia.

Ahora a despotricar de los obispos japoneses

¡Y llevaros esa cruz de horror!

Pero son mentiras, el demonio nos engaña un poco así. Ha sido el odio que tienen en Japón contra nosotros, y porque tendríamos que ir de rodillas, según ellos. «Ya quisiéramos nosotros ser como los budistas o como los hindúes: la Iglesia tiene que cambiar su actitud frente a las religiones orientales y no hacer como san Francisco Javier que llevo el cristianismo a cristazos sin inculturarlo», eso dicho así. «Y esto ha sido el fracaso de la Iglesia en Asia, que nunca se ha acercado a…». Mentiras, parece que tienen razón. ¿Fracasó san Francisco Javier y todos los mártires de Japón a los que han matado durante siglos y siglos, que han sido torturados? ¡Eso es un triunfo! Quiere decir que eran cristianos verdaderos. Pero a nosotros nos han echado del seminario de Japón, nos han calumniado, nos han perseguido, han echado a las comunidades; y están escondidas como ratas las familias en misión de Japón con todo lo que han sufrido. Son vuestras familias, enteraos bien, enteraos bien de esto. Y en Hong Kong, qué horror, un pobre párroco que tiene diez comunidades, un italiano: pues el demonio no podía soportar eso. Y hasta que lograron cambiar al párroco y nombraron a un párroco chino, que nada más llegar echó a las comunidades: «¡A la calle! ¡Y llevaros esa cruz de horror y todas vuestras cosas!» ¿Y qué pasó? «¿Y a dónde vamos?» Nos dijeron: «¡Pues nos vamos a los protestantes!»

Kiko casi mete las tres patas ...otra vez

Vosotros rezad por mí para que no me vuelva loco. Gracias a Dios, Dios ha mandado a este Papa que ha dicho todo lo contrario; también el Papa Benedicto XVI ha dicho que no, que hay que anunciar el kerigma, porque ellos decían “evangelización indirecta”, decían los que están en esta línea neoliberal, en Asia también. Porque hasta hace muy pocos años los teólogos de la India habían convencido a los obispos, que son muy pobrecitos, de que todo esto era un follón, de por qué nosotros tenemos que llevar el Antiguo Testamento de Israel. ¿Eso qué es? «¡Que también tiene su Antiguo Testamento la India, hay que estudiar a la India!» Y con esta barbaridad pues se lo creen. «¿Y por qué hay que hacer la misa con el vino? ¡Si aquí no tenemos vino! ¡Hay que inculturarse!» Bueno, ha habido unas herejías, un follón, que no os podéis imaginar. Es que tenéis que entender la Iglesia, tenéis que saber, tenéis que vivir realmente el sufrir y el vivir. Y los intentos del demonio de destruir la Iglesia a todos los niveles.

Cambiando obispos en la línea de Kiko

Kiko evangelizando a los obispos
en su Domus

Gracias a Dios, en ese sentido nos ha ayudado mucho un obispo español que es del mismo pueblo del Card. Rouco. El Nuncio ya ha comenzado a cambiar obispos y ha nombrado obispos de la línea del Papa, ya ha comenzado a cambiar la cosa, pero es que hubo una época en la India, como en Japón, que no os podéis ni imaginar lo que estaban intentando, desviando a un cisma a toda la Iglesia.

La Domus como  instrumento para la conversión de los obispos

evangelizando a otro  obispo

Gracias a Dios el Señor a nosotros nos ha iluminado. Primero: hacer la Domus, contra todos aquellos que dicen: «¡Yo nunca iré a la Domus, qué riqueza!», los que están siempre pensando en el dinero: «¡Qué riqueza! ¿Y los pobres qué?» Y te odian. ¡Si nosotros hemos hecho lo que hemos podido! Y ha sido providencial la Domus; porque siempre te odia, te asesinan, te critican, te murmuran. Y sin embargo la Domus ha sido providencial para los hebreos, que están impresionados todos los hebreos. Y ha sido providencial sobre todo para las convivencias de obispos; llevamos ya veinte convivencia de obispos, han pasado ya lo menos más de mil obispos por la Domus, ha sido verdaderamente maravilloso. Y Asia se está abriendo gracias a los encuentros de los obispos en la Domus, porque hemos mandado al P. Gregorio este verano a visitar todas estas naciones. Y ha vuelto con todas las
peticiones de la Missio ad gentes de obispos que habían estado en la Domus; hasta el obispo de Mongolia ha estado en la Domus. Si no, no conoce el Camino y no pide nada. Y los de Vietnam no hubieran pedido nada. Por eso, el poco dinero que nos vais a dar para pagar los billetes, no creo que haya dinero mejor usado que para la evangelización, para que puedan venir los obispos.