Mamotretos varios

miércoles, 8 de febrero de 2012

Otra anécdota dentro del Camino Neocatecumenal



La alfombrita no merece la pena. Es tamaño pie de cama, de poca calidad y diseño tradicional. 
Su uso, al menos según nos contaron a nosotros cuando nos la regalaron en la Domus Mambré, NO es para rezar sobre ella, sino que es un símbolo de ACOGIDA, porque el cristiano está llamado a acoger a TODOS sin distinción de raza, credo, lengua o nación (ya os digo que hablar, lo que se dice hablar, en el CNC se habla muy bien, otra cosa es que se predique con el ejemplo) y como en el Antiguo Testamento un signo de acogida es el ofrecimiento de la casa propia, pues nos dan la alfombra para que lo tengamos presente y actuemos de igual forma, teniendo nuestra casa siempre abierta para los que vienen de paso. 
La otra domus, la Galileae, es muy resultona. Se come estupendamente en ella y las habitaciones son muy decentitas. Además tiene estupendas vistas al lago de Galilea y, por supuesto, durante la estancia se aprovecha para contar que seguro-seguro-segurísimo que el monte de las Bienaventuranzas es justo-justo-justísimo el lugar donde está la domus. 
Basan la afirmación en que según la leyenda (perdón, según la tradición trasmitida por nuestros padres en la fe hasta nuestros días), Jesús predicó las Bienaventuranzas a la sombra de tres árboles, de los cuales uno era un terebinto y resulta que hay un terebinto en el jardín de la domus. Para que la cosa cuadre, también te cuentan que los otros dos árboles (que no recuerdo si eran higueras, eucaliptos o qué) desaparecieron hace siglos. 
Por cierto, también te hacen un regalito en la domus Galileae: un icono de Kiko que representa el juicio final (personalmente me parece aún más feo que la alfombra). El icono original adorna la capilla de la domus. 
A la vuelta del viaje, mi hija pequeña me preguntó por el icono, así que como tenía fresca la catequesis que nos dan sobre el mismo, le conté de qué iba. La chiquilla se asustó tanto con el anti-cristo, hijo del demonio que no se ha vuelto a ver el cuadro por casa.
Acerca de los Terceros Escrutinios, también estoy de acuerdo con libre. 
En primer lugar, se supone que ya has cambiado de vida tras los Segundos: ya te has probado seriamente en los bienes, ya tienes experiencia de que es Dios quien provee a todas tus necesidades, ya has descubierto que la posesión de bienes no da la felicidad, ya sabes que Dios es tu padre, fiel y misericordioso... 
Así que el objetivo de los Terceros es dar gloria a Dios. Los catequistas te preguntan para ver si reconoces el amor de Dios en tu vida y si, en y por agradecimiento a ese Padre bueno que te ha amado cuando tú has sido malvado y pecador, perdonas (o al menos deseas perdonar) a los que te hacen mal. 
 Ya os digo que además los catequistas están deseosos de que hacer ese viaje gratis a Israel, así que antes de empezar ellos mismos te indican que lo que quieren oir es tu experiencia de lo bueno que ha sido Dios contigo y si no te sales del guión y no les caes mal, todo va como la seda. 
Lo chungo llega cuando el catequista de turno no puede o no quiere ser imparcial, sino que sus simpatías / antipatías personales son las que deciden la marcha y el resultado del escrute. 
En mi comunidad está la típica señora que, sin ninguna misericordia, culpa a su marido de todo cuanto le ocurre, se fue de rositas. 
Hubo otra que intentó conseguir el apoyo del catequista para reprender a su hermana, cuyo delito era que se casaba, cuando toda su familia tenía clarísimo que Dios la destinaba a permanecer soltera, para cuidar de los padres ancianos y del hermano enfermo, se fue de rositas también. 
Hubo uno que no se había probado en los bienes, pero su esposa le había hecho algunos favores al catequista, gracias a lo cual también rositas para éste. 
Por último, hubo un hombre cabal cuyo delito era no obligar a su hijo a continuar después de los Segundos, con éste el catequista se ensañó, humilló a él y a su esposa y, por descontado, a ambos les dejaron sin vestir la túnica blanca. Todo ello con el silencio cómplice del resto de catequistas (quiero pensar que no hablaban por temor, no porque estuviesen conformes) y de los bienamados hermanos de comunidad... bueno, el silencio de todos menos de los dos que preferimos estar a buenas con nuestra conciencia antes que buscar el afecto de un catequista injusto. 
Así que me jugué la túnica y la perdí, pero el viaje de bodas a Israel lo he hecho (nunca tuve dudas acerca de que la comunidad no iba a dejarnos al margen del pago de los gastos de 7 catequistas + 1 cura que nos acompañaron).

5 comentarios:

  1. Cada día el Señor nos visita regalándonos su Palabra. Este ¡¡¡¡¡¡ DOMINGO !!!!!! nos recuerda el Evangelista Mateo que debemos de ser perfectos como Dios es perfecto. ¿Se nos está pidiendo un imposible? ¿Podremos llegar a tocar la perfección? Para comprender bien esta Palabra del Señor, debemos partir del encuentro con Cristo Resucitado. Sólo cuando verdaderamente hemos experimentado en nuestra propia persona la misericordia de Dios, que perdona todas nuestras culpas y no nos trata como merecen nuestros pecados (Sal 102), podremos ver a nuestros hermanos no como enemigos sino como pobres pecadores. Y si Dios tiene misericordia de nosotros, quiénes somos nosotros para no tener misericordia de los demás, aunque estos sean o se comporten como nuestros enemigos. Por tanto, el amor a los enemigos que Dios Padre nos pide no es un acto voluntarista, sino la consecuencia lógica de un alma que se siente profundamente enamorada de Dios y que ha experimentado la ternura y misericordia divina. Dios no nos pide un imposible, sino que nos basta su Gracia derramada en nuestros corazones para alcanzar la perfección.

    Posiblemente esta Palabra nos traiga a la memoria el rostro de algún enemigo nuestro. La pregunta no es quién es mi enemigo; más bien la pregunta es quién me considera a mí su enemigo. No pensemos tanto en los que nos crucifican, pensemos más bien en los que nosotros crucificamos.

    San Pablo se dirige a los fieles de Corinto para decirles que son templo de Dios y el Espíritu habita en ellos. La unidad de la comunidad se veía amenazada y San Pablo quiere recordarles esta evidencia. También hoy la unidad en nuestras comunidades parroquiales se siente amenazada. El Papa Francisco nos recuerda una y otra vez el daño que hace a la Iglesia lo murmuración y como ésta dinamita la unidad. No somos ni de Pablo, ni de Apolo, ni de Cefas, somos de Cristo. Superemos toda división absurda y procuremos que nuestro amor a la Iglesia goce de una salud inquebrantable.

    Bendito sea el Señor.

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  2. No soy del CNC,y les podría criticar muchas cosas (por ejemplo, les falta aún mucho discernimiento). El icono del juicio final me parece una preciosidad y una buena versión del original.

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  3. ¿¿¿ COMO DICE ??? ¿¿ QUE EL "ICONO" DEL JUICIO FINAL ES PRECIOSO ??? ¿ Cómo annda usted de la vista ? Menudo espanto de dibujito infantiloide, el remate es el extraterrestre de la parte de abajo de la derecha, ¿ o será un zomi volatil ? Que horror, que espantoso dibujito,oiga. ARTE ATROFIADO........

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    1. Si un niño hiciera esos dibujos con las cuencas de los ojos vacías y negras, en el colegio le envíarían urgentemente a atención mental.

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  4. con los comentarios de tu vista a la domus galileae realmente te juegas la fe de muchas personas ..... el camino no te ah servido para nada .... todo lo miras con el afan de destruir, por eso todo esta mal para ti .... piensa muchach@ piensa

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Antes de comentar, recuerda que tú eres el último y el peor de todos, y que el otro es Cristo.