Mamotretos varios

lunes, 29 de junio de 2015

Catequesis de inicio. Día 13 (I)




ÉX0D0
El día anterior dijimos que en esta última catequesis buscábamos hacer una breve introducción a la Palabra de Dios, descubriendo un poco como el Kerygma, la Buena Nueva, es anunciada y prometida, e incluso realizada parcialmente, a través de los acontecimientos que Dios ha realizado con el pueblo de Israel. Por lo tanto esta historia que Dios ha hecho con el pueblo anuncia y encierra una promesa que se cumple en plenitud en nuestro Señor Jesús.
También dijimos que no queremos hacer una exposición sistemática ni de cultura bíblica sobre la historia de la salvación, sino sólo unas pinceladas sobre dos temas bíblicos, para entrever un poco la maravilla de la Palabra de Dios, para gustar esta Palabra antes de recibir la Biblia de manos del obispo. Antes de adheriros a esta palabra, tenéis que degustarla, saborearla, ver un poco que se realiza en ti.
Vimos en la catequesis anterior como Abraham es una palabra de Dios para nosotros. Abraham ha sido escogido por Dios para ser padre de muchas generaciones. Abraham ha recibido una promesa, tener un hijo y una tierra. El anuncio de esta promesa le ha puesto en camino. Hemos visto cómo Dios ha cumplido sus promesas a Abraham y como esta es una palabra de Dios que significa la fe.
Abraham ha seguido un camino para aprender a creer. Así hemos visto que la fe es un camino. Quién quiere saber qué es la fe debe buscar la palabra de Dios que es Abraham. Porque la fe no se adquiere por arte de magia, sino que es un camino”.
La fe no se adquiere por ese arte mágico que consiste en que una vez al año, si vas donde te dicen y haces lo que te manda, Dios te dedica una palabra. Tampoco se adquiere por crucificar la razón, ni por tener una túnica implanchable.
¡Tampoco las bolsas se llenan por arte de magia!
“Tenemos que aprender a creer recorriendo un camino que es el catecumenado.
Dios prometió a Abraham una descendencia: “En tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra”. Y por otra parte, le ha prometido una tierra grande y espaciosa. Estas promesas Dios las ha comenzado a cumplir en Abraham, como hemos visto; pero no se ha cumplido en plenitud en Abraham. Esta promesa que Dios hizo a Abraham, éste la pasa a su hijo Isaac. La bendición de Dios recae sobre Isaac. Él portará estas promesas, porque Dios actuará con él.
Isaac significa el Siervo, que es sacrificado, el que ve la gloria de Dios en la zarza, cuando el padre le va a sacrificar.
Todas estas figuras de los patriarcas son palabras de Dios muy importantes, pero no puedo pararme porque hoy quiero hablar del Éxodo.
Isaac tiene dos hijos: Esaú y Jacob.
Jacob heredará las promesas de su padre. No será Esaú, a quien correspondía por derecho la primogenitura. Sabéis que Esaú vende la primogenitura a su hermano por un plato de lentejas.
Recordad también que Isaac es viejo y ciego, es engañado por su esposa Rebeca y por Jacob para que las bendiciones de Isaac recaigan sobre Jacob; para suplantar a Esaú usan piel de cordero.
Nadie pide explicaciones a Dios, ni a Pako
Jacob es una palabra de Dios para Israel muy importante. Tal vez es el nombre que aparece más veces en las Escrituras. ¿Qué significa Jacob para ti y para mí hoy? Como toda palabra de Dios, Jacob te busca hoy para ver si estás dentro o fuera de ella. Jacob significa la Elección. Dios ha elegido a Jacob y ha rechazado a Esaú, porque él lo ha querido así. Nadie puede pedir explicaciones a Dios.
Esta palabra es muy importante, porque si nos fijamos en Jacob vemos que no es ningún ejemplo de perfección, sino que, por el contrario, es un mentiroso, es un poco ladrón, un rival: suplanta a su hermano Esaú aprovechándose de su fatiga. Esaú en cambio es un valiente, amigo de la caza. Jacob es un poco traicionero y tortuoso. Pero, a pesar de esto, Jacob es elegido por Dios. ¿Por qué? Porque Jacob representa todo lo que es el pueblo de Dios. Dios no ha elegido al pueblo de Israel porque sea bueno, sino porque es el peor de todos: un grupo de esclavos. El pueblo que nadie ha amado, Dios lo ha elegido como su pueblo.
Esta Palabra de Dios, cuando más adelante el pueblo traiciona, miente y quiere chantajear a Dios y es falso y mentiroso, esta palabra se presenta delante de Israel. Cuando los pecados del pueblo amenazan con hacerle pensar que Dios le ha rechazado, entonces el pueblo tiene aquí una palabra que se llama Jacob, que vienen a salvarlo y viene a decirle: Yo te he elegido y yo sigo eligiéndote. Y mi elección no se cancelará nunca: está aquí.
Esto es muy importante. ¿Crees que el Israel de la carne, los de la sinagoga de Madrid, han sido rechazados por Dios? Ni lo sueñes. Este pueblo es el verdadero olivo, dice S. Pablo, nosotros somos el olivastro, el olivo silvestre: somos gentiles. Dios ha permitido que este pueblo rechazase a Jesucristo para que entrasen las naciones, nosotros, los gentiles, para que, cuando llegue a la plenitud de los tiempos, este pueblo se convierta al Mesías.
Frutos del olivastro
Y si la caída de Israel ha sido la salvación para las naciones, cuánto más será la conversión de este pueblo. Este pueblo que ha negado al Mesías es un evento que está hablando constantemente. De hecho rechazó al Mesías para que se cumpliesen las Escrituras que dicen: Yo endureceré su corazón, para que no se puedan convertir, de modo que viendo no vean y oyendo no oigan (Is 61)”.
Invito a todos a leerse Isaías 61 y a buscar esta ‘cita’. Mi Biblia debe estar defectuosa, porque no la tiene.
“Jacob, veréis en la Escritura, lucha con Dios. Ahora entenderéis que significa el nombre de Israel. Jacob tiene una pelea con un ángel: luchar con Dios. Una noche se le aparece una figura extraña y lucha con ella toda la noche hasta el amanecer. Jacob descubre el inmenso poder de este hombre con quien está luchando, descubre que es superior a él, porque le vence. Entonces Jacob se aferra a él y no quiere dejarle ir hasta que lo bendiga. El ángel, que se tiene que ir, porque está amaneciendo, le dice que le deje ir, pero Jacob insiste: no te dejaré ir hasta que me des tu bendición. ¿Por qué Jacob quería que él le bendiga? Porque ha descubierto que éste es más fuerte que él y lo quiere como aliado. Porque Israel cree en la eficacia de la Palabra, Jacob sabe que, si este desconocido le bendice, la bendición se cumple. El ángel se libera de él tocándole en la articulación de la cadera y dejándole cojo. Pero le bendice diciendo: Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, que significa FUERTE CON DIOS.
Cuando soy débil, entonces soy fuerte
Jacob y sus descendientes serán más fuertes que cualquier otro pueblo, porque han luchado con Dios y han descubierto su debilidad, pero también han descubierto la fuerza poderosa de Dios, que se ha convertido en su aliado. En una guerra, un pueblo es poderoso según el aliado que tenga. El pueblo de Israel es el más fuerte de todos los pueblo, porque tiene a Dios como aliado, es el pueblo de Dios. “Tú serás fuerte porque te apoyarás en Dios; así vencerás a todos tus enemigos”. Esta bendición se cumpla en Israel para siempre”.
Nuevamente, el texto entrecomillado no es una cita, aunque lo parezca precisamente por ir entrecomi-llado. ¿Será para inducir a error?
“Esta bendición ha pasado a nosotros que somos el nuevo Israel. Somos llamados para formar un pueblo que destruirá a todos sus enemigos, porque el poder de Dios está con nosotros. Así será si hemos luchado con Dios y hemos descubierto su poder y nuestra debilidad. No te preocupe tu debilidad, porque sabes a quien recurrir, que es el fuerte y el poderoso. El verdadero Israel no es el que se llama así, sino aquel en quien la palabra ISRAEL se realiza y cumple".
El cristiano está llamado a AMAR a sus enemigos. No pasad por alto que el kikiano dice estar llamado a DESTRUIR A TODOS SUS ENEMIGOS, que no es lo mismo.
"Esta palabra es hoy para nosotros. Buscamos y nos quiere decir algo. Cada hombre, tú y yo, luchamos con Dios y queremos vencer a Dios, pero el hombre siempre es vencido por Dios. Esto es evidente en nuestra debilidad, nuestro pecado. Y quien ha descubierto su debilidad también ha descubierto que hay alguien más poderoso que él: ha  descubierto que él no es Dios. Esta palabra nos invita a confiar en Dios, a apoyarnos en Dios, para ser fuerte en Dios, para que esta palabra Israel se cumpla en nosotros.
Palomeras: el inicio de la leyenda
Jacob tuvo doce hijos, como sabéis. La promesa recayó sobre José. Entonces, lo mismo que Jacob significa la elección, José significa el siervo de Yahve, el siervo sufriente.
A José todo le va mal. En primer lugar, porque el carisma que Dios le da de interpretar los sueños, provoca la envidia de todos sus hermanos que lo venden a unos mercaderes, pensando que nunca le verán de nuevo. Las fuerzas del mal se han aliado contra José. Le llevan a la casa de Putifar y la esposa de éste quiere irse a la cama con él; como José no cae, ella le calumnia y es encarcelado. Esta es la profunda kenosis que hace José. Detrás de la figura de José, podemos ver la figura de Jesucristo: Jesucristo será el verdadero siervo.
Pero desde los abismos más oscuros, de la profundidad mayor, Dios guarda a su siervo y le saca elevándolo al puesto más alto: hasta hacerle el primogénito, el más grande, el primer ministro de Egipto. Esto es figura de Cristo: Cristo ha descendido por nosotros hasta hacerse un gusano. Las fuerzas del mal se han aliado contra Él hasta mutarle. Pero Dios le saca de la muerte y le hace Primogénito, Kyrios, y Señor de todas las potencias de los cielos y de la tierra.
Ya sabéis cómo continúa la historia. Los hermanos de José tienen que bajar a Egipto debido a una gran hambruna. Imagínate: José es la piedra angular. La piedra que fue rechazada por los constructores (sus hermanos lo habían vendido como esclavo), se convierte en la piedra angular de todo el edificio (se convierte en la salvación para todos los hermanos). Esto que está profetizado en José, se cumple en Jesucristo.
Los tres en el Sinaí
Los hermanos de José que se morían de hambre, gracias a su hermano, que era ministro, reciben grano hasta saciarse y vienen a vivir a Egipto, recibiendo grandes tierras. Así entra en Egipto un grupo de judíos descendientes de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Sabéis que durante 400 años este pueblo va creciendo y multiplicándose. Aquí termina el Génesis y comienza el Éxodo.
A la muerte de José, al nuevo Faraón no le agradan los judíos. De hecho empieza a tener miedo del crecimiento prodigioso de este pueblo y comienza a esclavizarlo, a darle los últimos puestos.
Cuando aparecen en el Éxodo después de 400 años, la situación es caótica; la vida de un judío no valía nada; la ley no prohibía matar judíos. Los judíos eran obligados a fabricar ladrillos mezclando barro con paja y prensándolo. Eran condenados como esclavos para hacer este trabajo agotador. Llevaban una vida miserable en la que valían menos que bestias. Así que nos encontramos con los descendientes de los patriarcas en la esclavitud de Egipto. Durante 400 años, Dios está en silencio con ellos, porque ha trazado un plan de salvación para ellos. Dios permite que caigan en la esclavitud. Esta esclavitud es el prototipo de toda esclavitud.
Para colmo de males, el faraón da órdenes de matar a todos los varones judíos que nazcan.
Recuerdo los hechos rápidamente. Estad atentos a los acontecimientos que suceden a este pueblo, porque son una palabra de Dios para nosotros. No son pura historia que ha sucedido. La historia de este pueblo es tu historia y mi historia. El Éxodo es una palabra de Dios para ti.
Un bebé es salvado de las aguas: Moisés. Una vez más el agua significa la muerte de la que es rescatado Moisés. La hija del Faraón recoge a este niño que crece en la corte de Faraón. Moisés ya adulto descubre la opresión que sufre su pueblo y un día mata a un egipcio que estaba discutiendo con un judío. Luego trata de poner paz entre dos judíos y es rechazado. Debe huir porque se sabe que mató a un egipcio.
Dios elige al que quiere, otros también
uye a Madián y se casa con la hija de Jetro. Un día Dios se manifiesta a través de una zarza que arde y no se consume. Oye una voz que dice: ¡Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas es sagrado! Después de 400 años, Dios aparece de nuevo. Moisés le pregunta: ¿Quién eres? Y Dios dice: Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Moisés quiere saber su nombre y le dice: YO SOY EL QUE SOY (Yo soy el que soy; soy el que me manifiesto, tú sabrás quién soy a través de lo que voy a hacer). Moisés recibe la misión de salvar a su pueblo de la esclavitud, para que vaya al desierto para rendir culto y adorar a su Dios. Moisés se niega a ir, porque es tartamudo. (Otra cosa importante de la elección, alguien puede decir: ¿por qué Dios me elige si yo soy como soy? Dios elige a quien quiere). Moisés recibe como ayudante a su hermano Aarón y es convencido por una serie de milagros que Dios le hace hacer: tirar un palo que se convierte en una serpiente, poner su mano en su bolsillo y sacarla con lepra, etc. Y, sobre todo, Dios le dice: yo hablaré por ti, yo voy a estar contigo.
Moisés regresa a Egipto y pide a Faraón que deje ir al pueblo al desierto para adorar a su Dios. Porque la opresión también era religiosa. Era la época de la fiesta de la primavera, la fiesta de Pascua (el paso de la muerte del invierno a la vida de la primavera). Moisés pide tres días para ir al desierto para celebrar esta fiesta. El Faraón se niega y Moisés hace prodigios para convencerle. Dios obra en favor de su pueblo. El último desastre es la muerte de todos los primogénitos egipcios, hombres y animales.
Dios actúa para romper la cadena de esclavitud
DIOS ACTÚA CON PRODIGIOS PARA ROMPER ESTE CÍRCULO DE ESCLAVITUD QUE ATA A LA GENTE. Imagínate lo que esto implica: que los esclavos, que eran la base de la economía nacional, puedan salir libremente del país. Humanamente es imposible de romper este cerco. DIOS LO ROMPE EN FAVOR DE SU PUEBLO. Los egipcios estaban abrumados e incluso les dan dinero cuando se van.
Sabéis que Dios manda al pueblo celebrar esta noche la fiesta de Pascua (el paso de Dios que saca a su pueblo de la esclavitud) con los lomos ceñidos y rápidamente. ESTA NOCHE ES EL PASO DE YAHVE. ESTA NOCHE YAHVE PASA CON MANO PODEROSA Y BRAZO EXTENDIDO PARA LIBERAR A SU PUEBLO, Y DESTRUIR AL ENEMIGO.
Recordad los detalles de la fiesta: el primer cordero del año, el pan ácimo hecho con las primeras espigas; la sangre del cordero sobre las jambas de la puerta y la abertura de las tiendas. Pasa el ángel de Yahvé matando a todos los primogénitos de los egipcios, y respetando todas las casas de los judíos.
Así este pueblo deja la esclavitud de Egipto, inicia un camino de liberación. Caminan con todo su ganado y sus pertenencias. No saben a dónde van. Son guiados por Moisés. No es un único hombre el que camina: ES TODO UN PUEBLO CAMINANDO EN CARAVANA, HACIA LA LIBERTAD, CON UN JEFE EN MEDIO DE ELLOS.

viernes, 26 de junio de 2015

Técnicas de persuasión coercitiva



Las técnicas de persuasión coercitiva actúan básicamente en dos direcciones:
1) acrecentando la vulnerabilidad del sujeto para hacerlo más influenciable
2)  interviniendo manipuladoramente sobre él y su entorno para conseguir transformar sus formas de sentir, pensar y actuar.

Identidad implantada sobre la original diseñada por Dios

El objetivo es desarrollar en él una nueva identidad. Dicha identidad, implantada, coexistirá con la subjetividad previa, contra la que el adepto luchará, mediante la disociación y la negación, para satisfacer la exigencia de cambio que el grupo le impone.
De la misma forma en que Jesús ha entrado en la muerte y ha sido arrancado de ella por Dios como un hombre nuevo resucitado, tú entrado y saliendo del agua, mueres y resucitas, realizándose en ti la Muerte y Resurrección de Jesucristo. El que sale de este agua es un hombre nuevo, el mismo Jesucristo Resucitado, el hombre nacido del Espíritu Santo” (mamotreto de inicio).

La cita previa ilustra una técnica complementaria típica para lograr implantar esta nueva identidad: se embarca a la víctima en un proyecto supuestamente fundamental para su crecimiento espiritual, intelectual, económico, etc., según los rasgos del grupo.


Según este ‘proyecto fundamental para su existencia presente y futura’, todos sus deseos, hábitos, proyectos anteriores, etc., son calificados como negativos para los nuevos propósitos y se impulsa al adepto a abandonarlos, a sustituirlos por los que el grupo necesita. En este ‘camino de salvación’ también son criticados y rechazados el entorno familiar  y social y cualquiera que se oponga a los dictados grupales.
Atrapados por el miedo a la muerte

aunque tengas éxito, porque aunque hagas millones, aunque tengas un yate y una isla o lo que te dé la gana, no estas de verdad satisfecho, no eres verdaderamente feliz, porque no te puedes dar, no sabes que te pasa, no puedes amar” (RM de Managua 2004).
“Estamos atrapados por el miedo a la muerte, y no podemos amar a nadie, porque pasando al otro nos encontramos con la barrera de la muerte que nos amenaza. El otro nos destruye y nos mata y no podemos amarle porque no queremos morir” (mamotreto de inicio).

Se incluye aquí la demanda del desapego, considerado como el rasgo más valioso a adquirir. Con ello, el grupo pretende que el sujeto se desprenda de antiguos afectos, vínculos, proyectos, ideas, y –desde luego- también de bienes materiales si los tuviese.
Que a una persona le hayamos dicho: despréndete, y se haya desprendido por gracia de Dios, éstos son fundamentos que tendrá en su vida y que le ayudarán en el futuro para siempre. Por lo tanto es muy importante que alguien un día te diga: ve y vende lo que poseas” (convivencia 1º escrutinio).
Es necesario, según pide el grupo, privarse. Para dejar de ser un burgués indeseable, el sujeto entra en toda clase de privaciones: anímicas, afectivas y materiales, que pueden incluir los hábitos de alimentación y sueño. Pues ya se ha dicho que para someterlo es necesario que el adepto se vuelva vulnerable
Las confesiones vergonzantes hechas frente a otros miembros, el maltrato del líder, el escaso descanso, son todas prácticas que van en el sentido de doblegar al sujeto. Desde luego, se ejercen acompañadas con la prédica del amor -que supuestamente inspira al líder y a toda la comunidad- y la promesa de la elevación, cualquiera que sea, que espera al final del tétrico camino.

Privación, pero no de puros ni de copas

Yo, como tú, vengo a esta convivencia cansado y con sueño, pero espero que el Señor me ayudará, no sólo para que pueda haceros un servicio, sino también para vivir esta convivencia con vosotros. Os pido un poco de colaboración, de disponibilidad y de esperanza. Estamos a la espera de que el Señor venga en medio de nosotros.
(…) Se ve, por ejemplo, que uno va a preparar la Palabra a una casa con mucha alegría y otro siempre que puede se escapa porque tiene un montón de cosas importantes que hacer. Para uno este camino es una salvación y para otro es un problema...” (convivencia 1º escrutinio).
Cómo es posible que alguien –salvo que esté en muy malas condiciones psíquicas- pueda acceder a ser manipulado de este modo. Hay etapas de la vida o crisis personales que pueden poner al sujeto en mayor riesgo, hacerlo más vulnerable; pero las técnicas de manipulación también ejercen su efecto sobre personas que simplemente están a la búsqueda de algo nuevo, supuestamente bueno para su crecimiento, para avanzar en un proyecto vital, etc., o simplemente sobre personas interesadas en integrarse en algún grupo humano.
Fin del noviazgo: echa pa'trás, estorbo

De entrada, el sujeto se encuentra con un grupo sumamente afectuoso, dispuesto a recibirlo y a mostrarle su disposición a amarlo ya que él es muy importante y merecedor de grandes cosas. Es un “bombardeo” afectivo, una seducción programada. De hecho, en muchos grupos los adeptos reciben instrucciones precisas acerca de cómo recibir a los “nuevos”, cuánta información darles, qué datos ocultarles. Los que se ocupan de la captación también son víctimas que creen estar haciendo un gran favor al grupo, al cumplir con los mandatos del gurú/jefe, y brindándole un regalo precioso al sujeto en vías de captación, al acercarlo a los supremos fines que persiguen.
El hombre busca la vida en los bienes. (Por esto en la comunidad venderéis los bienes. No le digas esto a la gente, porque si no se largarían a la carrera)” (mamotreto de inicio).
En ese estado de bienestar narcisístico, en el que el sujeto está propenso a aceptar lo que se le proponga, comienza el uso de técnicas de alteración de conciencia orientados a acrecentar la disponibilidad del individuo a caer en estados de sugestión. Así, la relajación inducida; la meditación; la repetición ininterrumpida de “mantras”, o sea de frases o términos utilizados como talismán (como pueda ser el término ‘hermano’); la escucha de largos y monótonos discursos; la escucha y la participación en cantos devocionales; el uso de una jerga propia construida con palabras de otros idiomas (janucáh, kerigma) en desuso (disdascalia, ostiario) o con un nuevo significado (paso, escrute, hermano); oraciones; prácticas de no pensar, rituales de renuncia al pasado…

Todo ello busca la disminución de la resistencia hasta sumir al sujeto en un estado sugestivo en el que sea apto para recibir la influencia del grupo, sus creencias, sus certezas.
San Pablo nos invita a revestirnos de las armas de Dios. El Camino nos va a enseñar a combatir, la vida del cristiano es un combate constante. ¿Por qué Dios ha hecho que la vida del cristiano sea un combate todos los días? Para que podamos mostrar a todos la fidelidad” (JMJ Roma 2000).
El control, arma que se ejerce sobre el adepto para lograr someterlo, abarca todas las áreas (conducta, información, pensamiento, emociones y lenguaje). Muchos grupos recurren incluso al aislamiento físico de los miembros. En este sentido son comunes los seminarios de fin de semana, los retiros, etc. En un extremo de este aislamiento encontramos las comunidades permanentes, así como la asistencia a escuelas propias para los niños, el traslado a otros países, etc.
Veamos los diversos tipos de control: 

Control de la conducta: Regulación de la realidad física del individuo: dónde vive; qué viste; qué come; cuándo duerme; en qué y cuándo trabaja; enseñanza de rituales y estímulo para su repetición.
Sé lo que les digo, porque hago fuentes fálicas así de largas

Les enseñamos cómo se debe cumplir el acto conyugal, que antes necesitan rezar, y se enseña a los niños que el dormitorio de los padres es un lugar santo. A los cristianos hay que enseñarles que el tálamo nupcial se debe tener en gran honor y gloria” (mitin sobre la transmisión de la ‘fe’ a los hijos 2003).

Control de la información: Restricción de acceso a prensa, TV, internet, libros, radio, etc. Se controlan las relaciones internas y externas; se vigila a las parejas; información fragmentada que depende del grado de compromiso del adepto, o sea que hay niveles de verdad que son develadas de acuerdo a ese compromiso. Se connota como negativo para el crecimiento los contactos externos al grupo, sobre todo si se trata de quienes se pueden oponer al mismo.


Así que este año vais a obedecer, y los jóvenes no se van a bailar con los amiguitos y las amiguitas después de que se han puesto de acuerdo en Facebook. Primero porque no van a tener Facebook, que vais a echar a la basura Facebook y el ordenador, si hace falta, si lo que haces es ver en él pornografía” (anuncio Adviento 2010).
El bailoteo es muuuuu malo


Control del pensamiento: Ejercicio de la negación: Se advierte a los miembros que perversas fuerzas negativas harán surgir críticas al grupo, pensamientos que deberán negar; Ejercicio de la racionalización y la justificación: Se induce a pensar que todo lo que ocurre tenía que suceder así y por las mejores razones, generalmente para favorecer la pureza creciente de los que se someten a lo que entienden como “pruebas”. Cada vez que surgen pensamientos independientes le sobrevendrá al sujeto una alarma; cuando experimente ese estado de disonancia cognitiva entre sus postulados y los de la secta, se sentirá culpable de haberse desviado de su doctrina, tenderá a eliminar la disonancia retirando sus postulados y reafirmando los del grupo de nuevo para recuperar así la congruencia cognitiva.


Ser cristiano es una cosa muy seria y maravillosa que no te mereces. Y a lo mejor un hijo tuyo, pues no se lo merece. Y te duele, porque ya te gustaría que tu hijo fuera también elegido, pero la fe no es de todos. "No me habéis elegido vosotros a mí, os he elegido yo". Mira esa hija que Dios ha elegido, como le da un espíritu maravilloso de unción y se quiere ir a un monasterio; y reza. Dios la ha elegido y le ha dado gracias especiales para eso. A ese otro no, ese está todo el día viendo pornografía, es como Esaú. Esaú siempre está fuera, en la calle, nunca está en casa: está siempre buscando divertirse; las maquinitas, los amigos, etc. Jacob está siempre con el Señor” (anuncio Adviento 2010).
Asimismo, se hacen aseveraciones con apariencia entre científica y mística y se invoca a personalidades –siempre se encuentra quien- para sostener causalidades bizarras en las que el adepto ha de creer a pie juntillas. Cualquier crítica o duda es tildada de negativismo y como prueba a superar en el camino del crecimiento.
Sé que eres culpable

Control de las emociones: Se inculca culpa, miedo; se plantea como fin una felicidad basada en sufrimiento y sacrificio; se premia la lealtad y devoción; se censuran las relaciones interpersonales frecuentemente censurando las parejas e incluso decidiendo acerca de cuestiones sexuales; se incita a la confesión pública de cualquier desviación de la doctrina propuesta; se implantan fobias mediante variadas amenazas que se explica cómo acechan al que se aparta del camino del grupo.
Nos hemos enfadado con  muchos padres que, porque el niño decía que se aburría, no le traían a la Eucaristía, porque el niño tiene que comprender la importancia de la Eucaristía, porque el padre tiene que poner en la  casa una jerarquía de valores: Dios es el primero y con eso no se juega. Si el chico ve que el padre y la madre unidos son serios en este sentido (y es anti-pedagógico que la madre ceda en este sentido) ya nunca jamás lo cuestionan: ya saben que a la Eucaristía tienen que ir, y van a la Eucaristía. Si alguno deja que no vengan está haciendo daño a  sus hijos” (mitin a los didáscalos).
Control del lenguaje: Se utiliza una jerga en la que los viejos introducen a los nuevos, fortaleciendo así el sentimiento de pertenencia. Esto permite algunos sobreentendidos cómplices que fortalecen los lazos intragrupales, marca una clara división entre el interior y el exterior del grupo y determina un creciente aislamiento respecto de los que no comparten la terminología.
necesitamos que destruya nuestro Faraón, necesitamos que tú seas santo. Porque a lo mejor te separas de tu mujer por algo que te va a pasar, porque a lo mejor te vas a ir… no sé qué es lo que te va a pasar, no sabemos en qué batalla nos va a meter el Demonio” (anuncio Cuaresma 2011).