domingo, 29 de septiembre de 2013

Una familia del Camino Neocatecumenal, misionera en República Dominicana



Con motivo de la anterior entrada en Crux Sancta sobre la búsqueda de familias del Camino Neocatecumenal para la misión ad gentes, creemos importante recordar una entrevista en la que un cabeza de familia narra, entre otras cosas, algunos aspectos relevantes de su actividad misionera en República Dominicana durante los casi tres años que allí estuvo.

Cabe destacar que esta familia acude con ocho hijos (a la espera del noveno) y durante su estancia engendraron tres más.


José Luis Mendoza: «Me pusieron una pistola en la frente por anunciar el Evangelio»
Hay un aire de tribulación que empaña la paz sobre la que suele descansar José Luis Mendoza (Cartagena, 1949), un eco de Babilonia criminal que pone a prueba la fe que le salva, un rayo de enfermedad que ha caído sobre su casa. En mitad del éxito que está conociendo la UCAM, la universidad católica que él creó en Murcia, se repite a sí mismo: «Si no tengo amor, nada soy». 

-¿Qué somos?

-Somos seres creados por Dios para toda la eternidad. Cuando mi padre murió, en mis brazos, fuertemente apretado contra mi pecho, yo me despedí de él diciéndole: «¡Papá, nos veremos ya en el cielo. Me despido de ti!». Inmediatamente, noté cómo el alma salía de su cuerpo con una fuerza impresionante; noté una sacudida, enorme, que me impactó. Y una vez que el alma salió de su cuerpo, éste ya no era nada. 

-¿Usted se imaginó alguna vez que llegaría a ser padre de 14 hijos?

-(Risas). ¡Jamás en la vida llegué a pensar que podría tener 14 hijos! Cuando yo conocí a Lola, mi mujer, en la Facultad de Medicina, y nos hicimos novios, recuerdo que, de cara a casarnos, hablábamos de este tema. Ella quería tener cuatro hijos, y yo le decía «¡tú estás loca, Lola, cuatro hijos!». Yo tenía un referente familiar muy claro: mi hermano Vicente y yo. Y, fíjese, 14 hijos tenemos: 7 varones y 7 hembras. Y acabo de tener una nieta preciosa, María Dolores. 

-Desde luego, podrán acusarle a usted de lo que sea, pero no de ser impotente.

-(Risas). Ni lo he sido, ¡ni lo soy! Dios me ha dotado de una gran fortaleza física, es verdad. Lola y yo nos hemos fiado de Dios, no hemos abandonado nunca su voluntad, y hemos tenido todos los hijos que Él ha querido concedernos. También le digo que con cada hijo viene un pan debajo del brazo. 

-¿Qué conoce bien?

-Lola y yo entramos en el Camino Neocatecumenal siendo muy jóvenes, y aquí conocimos el amor de Dios, que transformó por completo nuestras vidas. Llegamos a fiarnos tanto de Él que, incluso, lo dejamos todo para irnos de misioneros a la República Dominicana; era un salto al vacío, pero nos fuimos con la confianza puesta en Dios y ¡con 8 hijos! 

-¿Cuál fue el peor momento?

-Delante de mi mujer, que tenía a mi hijo Juan Pablo en los brazos, llegaron a ponerme una pistola en la frente por anunciar el Evangelio. '¡Aquí nadie va a levantar una iglesia!', me dijeron. Estábamos evangelizando en una zona de sectas, a la que el cardenal de Santo Domingo me contó que hacía 40 o 50 años que nadie se había atrevido a meterse, por miedo a que lo mataran. Yo lo hice. Pedí ayuda al Gobierno, y al comandante que enviaron a la zona para garantizar la seguridad, lo acuchillaron y lo mataron el primer día. Fue muy fuerte, pero al final allí nació una iglesia, surgieron muchísimas vocaciones y se está haciendo una gran labor. Eran sectas muy peligrosas, que adoran al dinero y a Satanás. 

-¿Tuvo miedo?

-Tuve fe. Un día, de pronto, empecé a orinar sangre. Hacían todo tipo de ritos, no se paraban ante nada. Cuando vinieron a por mí, me saqué una cruz del bolsillo, que me había entregado Juan Pablo II, y les dije: «Mátenme si quieren, pero yo no voy a dejar de anunciar el Evangelio». Y añadí: «No les tengo miedo, aquí habrá una iglesia». A lo único que yo le tengo miedo es a poder hacerle algún daño a alguien, porque siempre he intentado hacer el bien y rechazar el mal. 

-¿A qué ha dicho siempre que no?

-A los sobornos, ha habido momentos en mi vida en los que he tenido que rechazar grandes sobornos. Recuerdo que, a principios de los años 80, cuando monté una clínica de rehabilitación y me dieron el concierto con la Seguridad Social, dos altos cargos del mundo de la Sanidad de la Región de Murcia, me invitaron a una mariscada en el Paseo Alfonso X de Cartagena, y me dijeron: «Te vamos a hacer de oro, José Luis; te vamos a desviar más de mil enfermos mensuales y no sé cuántas más cosas». Y me ponían una condición: «El 40% de lo que te dé el Insalud, para nosotros». Yo tenía 29 años, los dejé plantados en el restaurante y me marché. Por no aceptar, echaron para atrás el concierto que se me había aprobado ya en Madrid con la Seguridad Social. 

-¿Qué le ha gustado hacer?

-Siempre me ha gustado asistir a los partos de mis hijos; y dormirlos por las noches cuando eran pequeños, en mi brazos, cantándoles canciones que yo me inventaba. Que un hijo tuyo se duerma en tus brazos es maravilloso. 

-¿Es un buen padre?

-Me gustaría ser mejor padre de lo que soy, me gustaría amar a mis hijos más de lo que los amo, y poder ayudarles mejor de lo que les ayudo. La verdad es que llevo toda mi vida trabajando sin parar -¡son ya 23 los años que llevo sin vacaciones!-, y que dedico mucho tiempo a intentar ayudar a la reconstrucción de la Iglesia de Cristo. Pero, mire, no hay nada que me haga más dar gracias a Dios que ver a mis hijos juntos. ¡Es que son un ejército! (Risas). Es impresionante ver cómo se quieren y cómo se apoyan entre ellos. Son todos personas de fe y a veces, cuando hemos tenido momentos de gran sufrimiento, sin decirles nada ellos se han puesto a rezar juntos el Santo Rosario. Todos tenemos claro que queremos ser una familia útil a la sociedad. 

-¿Qué ha sentido estos días?

-Una presencia muy fuerte del Espíritu Santo, en el convento de clausura de San José, en Ávila, donde he estado con mi mujer y tres de mis hijas. Vi claramente el amor de Dios en aquellas carmelitas descalzas, y tuve la suerte de poder besar una gran reliquia: el pie incorrupto de Santa Teresa de Jesús. 

-¿Cuántas reliquias tiene?

-En la UCAM tenemos varias: de San Francisco de Asís, de San Alberto Magno, de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de Ávila; y, en mi casa, tengo una muy querida de San Pío V. Me encomiendo mucho a los santos, y compruebo cómo desde el cielo me ayudan cada día. 

-¿Quiénes le han alucinado?

-Me alucinó mucho Juan Pablo II: su testimonio de santidad, su capacidad de sufrimiento hasta el final de sus días, su alegría de vivir. Estuve con él 19 veces, y siempre recibí afecto y ánimos. Recuerdo la alegría que se llevó cuando le presente la UCAM, la primera universidad católica fundada por un laico. Me dijo: 'Adelante, porque esta universidad es muy importante para la Iglesia'. También me ha impactado mucho Benedicto XVI, quien cuando era cardenal estuvo aquí en Murcia con nosotros. Pude hablar con él durante muchas horas; desayunábamos, comíamos y cenábamos juntos. Entre nosotros surgió una amistad y un cariño muy grandes. Es una constante lección de inteligencia, de fe, de bondad, de modestia. Es un hombre de una gran ternura. 

-Al que usted llegó a pasear por la región en su coche.

-¡En un 4x4 que me quieren comprar! No lo vendo, claro. 

-¿De qué no se olvida?

-Una vez, en mi despacho, lo vi emocionado y me atreví a preguntarle: «¿Qué le pasa, eminencia?». «Estoy impresionado por el testimonio de fe vivido en esta universidad», me respondió. Y entonces fui yo el que se emocionó. 

-¿Usted llama por teléfono al Papa y se le pone? Ya sabe que eso se dice.

-Eso es falso, nada más lejos de la realidad. (Risas). 

-¿Qué le consuela?

-La oración íntima con Dios. Sentir cómo Dios me ama, a pesar de mis pecados y de mis debilidades. 

-¿Qué tiene muy presente?

-Unas palabras de Tobías: «No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti. Bendice a Dios en todo momento, y pídele que allane tus caminos y que te dé éxito en tus empresas y proyectos». 

-«A Dios rogando, y con el mazo dando». ¿Estamos de acuerdo?

-Totalmente de acuerdo. 

-¿Cómo era usted de niño?

-Muy tímido, y tenía muchos complejos. Pero encontré consuelo, desde pequeño, en la Virgen María y en Jesús Nazareno. Luego descubrí que tenía facultades para el deporte: era un gran corredor de atletismo, incluso llegué a ganar varios campeonatos; y me gustaba remar en el mar, y nadar. Ahora, todos los días hago una hora de gimnasia muy completa en mi casa, con pesas incluidas. Aunque no haya dormido más de tres o cuatro horas, eso no lo perdono. 

-De sexo, drogas y 'rock and roll', ¿qué tal?

-Mire, de sexo muy bien, gracias a Dios. Yo con el sexo no tengo ningún problema, porque cuando se vive según la voluntad de Dios, el sexo es maravilloso. De drogas, nada de nada, no he probado ni un porro en mi vida. Y sobre el rock and roll, tengo que decirle que yo soy un fanático del rock and roll y de la música en general. Conservo más de dos mil elepés: de Led Zeppelin, Pink Floyd, Jethro Tull, Bob Dylan, Bob Marley, 'country', de todo. 

-¿Sintió usted cerca la presencia del Diablo?

-Lo he sentido, sí, y es un monstruo deforme, terrible, que se reviste de ángel de luz y que puede llevar al hombre a la destrucción total y a la muerte. 

-¿Cuándo no está en paz?

-Por ejemplo: cuando juzgo, critico o murmuro. 

-¿Cómo anda de paciencia?

-A veces, soy poco paciente. Me gusta que se hagan las cosas con diligencia. No admito la pereza y la desidia en el cumplimiento de nuestras obligaciones. 

-¿Qué reconoce?

-Que si algo bueno hago, es por la gracia de Dios. 

-¿A qué no está dispuesto?

-A deshacerme de la UCAM por dinero. Han intentado comprármela ofreciéndome más de 300 millones de euros, y me he negado rotundamente. Esto es una obra de Dios que no se puede vender. 

-¿Qué es verdad?

-Que por los frutos los conoceréis. 

-¿Va a pecho descubierto por el mundo?

-Sí, y quizás sea una imprudencia por mi parte. 

-¿Ha puesto la otra mejilla?

-He procurado poner la otra mejilla, para poner en práctica lo que Cristo nos dice en el Evangelio. Lo he hecho en contra de mi voluntad, pero he visto que ahí radica la verdad. Dios me ha concedido la gracia de poner en práctica su palabra, y nunca me he arrepentido de hacer su voluntad; hacerla te salva. 

-¿Cuando lloró por última vez?

-(Un largo silencio). A una de mis hijas le acaban de diagnosticar una enfermedad... muy grave; he llorado muchísimo. A ella la veo fuerte, valiente, con fe; pero... es muy joven, y le espera...; también he recibido el consuelo del Espíritu Santo. Yo daría mi vida por la suya, pero que no nos falte a ninguno de nosotros su madre, porque su madre es más importante que yo, es más necesaria que yo. Sin Lola a mi lado, yo no habría montado la UCAM ni hubiera sido capaz de hacer muchas de las cosas que he hecho en la vida. 

-¿Con qué se obsesiona?

-A veces, lo reconozco, me obsesiono más de la cuenta cuando determinados grupos de poder me persiguen y me odian sin motivo. La UCAM ha sufrido muchas persecuciones, y mis hijos han tenido que escuchar cómo decían de su padre mil barbaridades y falsedades. 

-¿Qué es usted aunque no lo parezca?

-Tengo fama de ser grosero, de tener mal genio y mal carácter, pero creo que soy muy respetuoso con los demás. 

-¿Logró olvidarse de las amenazas de muerte que recibía en su propia casa?

-No es fácil. Lo peor no era, ni mucho menos, que me amenazasen a mí. Era que amenazaban de muerte a mis hijos y a mi mujer. Mis hijos han llegado a pasar, por el pánico, noches enteras sin poder dormir. Un día cogió el teléfono un hijo mío, menor de edad, y le dijeron: «Que sepas que te vamos a matar». 

-¿Llegó a sentir odio?

-Dios me llama a perdonar y a olvidar. 

-¿Se supo quién fue?

-Yo sé quiénes eran.

Fuente:  La Verdad.



Después de leer lo que nos cuenta el azote de los corruptos, el insobornable, el laico que más prelados tiene en nómina (según apunta la prensa), el generoso de los cheques en mano... uno se lo pensaría dos veces antes de acudir a evangelizar con tantos hijos a los que prestar atención, y más aún si se trata de lugares en los que la violencia campa a sus anchas. 



jueves, 26 de septiembre de 2013

Responsable Neocatecumenal busca familias misioneras para Venezuela



Hemos tenido acceso al correo que ha dirigido un responsable de unas comunidades neocatecumenales en Venezuela a las comunidades de una región hispanohablante a las que informa de la situación concreta de su comunidad de destino y, acto seguido, pide familias voluntarias para una misión ad gentes.

En ningún momento tratamos de generalizar las dificultades y problemáticas sociales que ocurren en esa zona en particular como si se trataran de la totalidad del país. Sabemos que esto ocurre incluso en los países que quieren aparentar un mejor nivel de vida.

El nombre de la comunidad, así como otros datos que podrían contribuir a identificarle han sido omitidos voluntariamente para garantizar de algún modo la seguridad (tanto al responsable como a su comunidad).

El e-mail es el siguiente:


> De: JXXXXXX  XXXXX
> Fecha: XX de agosto de 2013 XX:XX
> Asunto: Correo de JXXXXXX (CXXXXXX)
> Para:<itinerantesXXXXXXXXX@gmail.com<mailto:itinerantesXXXXXXXXXX@gmail.com>>, XXXXX <XXXXXXXXXX@cantv.net<mailto:XXXXXXXXXX@cantv.net>>
Querida comunidad, os envío esta copia del correo que envié a los catequistas de XXXXXXXXX:

Primero os puedo contar que las obras aquí en la capilla avanzan muy bien como ya le informé en un correo que le envié a XXX.

Os escribo este correo para presentaros una situación que en esta parroquia de XXXXXX ha evolucionado de una forma sumamente acelerada en los últimos meses.

Vosotros sabéis que hasta ahora esta parroquia estaba limitada por el terreno del llamado XXXXXXXXXXXXXXXX, es verdad que mucha gente intentaba construir sus casas o ranchos en esos terrenos y de hecho lo hacían, pero también muchísimas veces la policía paraba las obras y no pasaba de hacer unos dibujos o trazos con escombros en el piso y ya. Lo que se construía al mismo tiempo no era nada legal, era como vulgarmente se dice a la brava: "yo construyo y a mi nadie me saca".

Bueno, ahora esto ha cambiado de una forma rapidísima se está construyendo en esa extensión de tal manera que en un área [...] está llenándose o ya se ha edificado. todo eso sin ningún tipo de legalidad.

Yo me he acercado a preguntar con OXXX de la segunda comunidad quien construye o como se vende y me dicen que hay algunos (no muchos) espacios libres, aunque muchas casas están desocupadas pues lo que en muchos casos han hecho es empezar una construcción para apropiarse de algo y luego venderla,

una característica que hay allí es la de una enorme violencia, lo que teníamos en las otras zonas aquí esta girando a mucho peor aunque parece mentira que tal cosa suceda. [...] hablando con ellos [los muchachoscuentan cosas que son realmente horribles, desde la droga hasta una situación donde los niños y niñas les hacen de todo y no me atrevo poner en este correo lo que he ido viendo y en cuanto a los mayores humanamente se hacen entre las parejas tales atentados que yo no me explico como no se matan.

Es verdad que hay niños que se acercaron a la Iglesia pero tienen una vida muy difícil pues teniendo en cuenta lo que ven que suceden entre sus padres, lo que ven hacer a sus hermanos y sus antiguos compañeros de juegos del vecindario, todo esto los hace muy agresivos, ahora bien si les digo que no vengan mas siendo así violentos no paran de llorar (días), hay casos de muchachos de las comunidades que viven por allá que ya no tienen ni un solo amigo, todos los que hasta hace un año jugaban al beisbol con ellos son ahora "mala-conducta".

Vosotros sabéis muy bien que yo no soy precisamente muy bueno para nada, pero al mismo tiempo no he dejado de pensar que se puede hacer por esa gente, ni yo ni nadie creo que pueda por si solo hacer gran cosa. por eso me atrevo a pediros si se podría plantear que vengan unas familias para una misión ad gentes para vivir allí, pues ya en la zona limítrofe con todo esa extensión crecida no se atrevían a venir ni a la capilla XXXXXXXXXXX ni a al templo parroquial y en cuanto a las otras dos hay no puedo de momento XXXXXXXXXX.

Se que lo que pido es mucho y difícil, por mi parte tentativamente para enterarme he preguntado quienes son los que están vendiendo esas casas semi construidas y a cuanto, veremos.

Bueno para compensar todo esto también puedo deciros que ya he hablado con Mons XXXXXXXXXXXX para explicarle nuestro deseo de que XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX parasen en esta parroquia, eso si, después de informarle de toda la obra que estamos haciendo y que lo había dejado todo contento. [...]. Dios quiera que sea así,, de cualquier manera la fecha sería en el mes de XXXXX.

Muchos saludos XXXXXXXXXXX

Como católicos debemos agradecer a este hombre, como a todos aquellos que dedican su vida al anuncio del Evangelio en regiones lejos de sus casas, y en situaciones en las que la integridad física puede verse afectada por situaciones de violencia.

Por lo demás, habría que preguntarse si es necesario llamar a familias para la misión ad gentes comprometiendo el bienestar de los hijos ya que, según apunta el responsable de las comunidades, las viviendas son infraviviendas (hacen uso de escombros para parte de su construcción) así como ser ilegales (con lo cual, suponemos que no tendrá agua corriente). Por no hablar de las situaciones de violencia y drogas. Si todos sabemos reconocer que este no es el mejor ámbito para la educación y desarrollo de los niños (muestra de ello es que el responsable de las comunidades quiere prevenir a los jóvenes de estas situaciones nocivas), ¿qué necesidad hay de enviar familias?

Así y todo, queremos recalcar que el testimonio y mensaje que nos da el responsable es muy valioso y digno de admirar. Todo ello puede motivar tanto a religiosos como a seglares a un cambio de sus vidas, sin la necesidad de implicar a cónyuges e hijos menores.





martes, 24 de septiembre de 2013

¡Ya son 100 los Redemptoris Mater!

Si hace unas horas decíamos que el blog Crux Sancta está de enhorabuena, por el incesante número de visitantes que nos visitan, con una media de 253 usuarios nuevos diarios, quién también está de enhorabuena es la Iglesia Católica ya que mediante el Camino Neocatecumenal se alcanzan los 100 seminarios que ayudarán a la evangelización de los pueblos.


El Camino Neocatecumenal acaba de finalizar en Italia un encuentro internacional de seminaristas en el que han participado 357 jóvenes que se sienten llamados al sacerdocio. En estos ddías de convivencia se ha constatado la creación de 7 nuevos seminarios diocesanos misioneros Redemptoris MaterEn total, son ya 100 los seminarios de estas características que están presentes en los cinco continentes.

Los nuevos seminarios corresponden a Filadelfia (USA), Vancouver (Canadá), Belén (Brasil), Carúpano (Venezuela), Kampala (Uganda), Úzhgorod (Ucrania) y Campobasso (Italia).

En el transcurso de la convivencia, estos 357 jóvenes fueron distribuidos en los cien seminarios en los que a partir de ahora comenzarán a formarse y a estudiar para el ministerio presbiteral al servicio de la Nueva Evangelización
En la jornada participaron el cardenal de Viena, Christoph Schönborn; el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput; el obispo de Carúpano, Jaime Villarroel y el obispo greco-católico de Úzhgorod, Milan Shashik. 

Formar candidatos al presbiterado

Los estatutos del Camino, aprobados por la Santa Sede en 2008, señalan que “el Camino Neocatecumenal, como todo verdadero itinerario de catequesis, es también un medio para suscitar vocaciones sacerdotales y de especial consagración a Dios en las diferentes formas de vida religiosa y apostólica, y para suscitar en el corazón de cada uno la específica vocación misionera”. Por ello, “es también un instrumento que se ofrece al servicio de los obispos para la formación cristiana de los candidatos al presbiterado”.

Los Seminarios diocesanos y misioneros Redemptoris Mater son erigidos por los obispos diocesanos, de acuerdo con el Equipo Responsable internacional del Camino, y se rigensegún las normas vigentes para la formación e incardinación de los clérigos diocesanos y según estatutos propios, de conformidad con la Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis.  

Seminaristas en el Camino Neocatecumenal

En ellos, los candidatos al sacerdocio encuentran en la participación en el Camino Neocatecumenal un elemento específico y básico del iter formativo y, al mismo tiempo, son preparados a la “genuina opción presbiteral de servicio al entero Pueblo de Dios, en la comunión fraterna del presbiterio”.

En un momento de crisis vocacional en todo el mundo, esta realidad del Camino Neocatecumenal hace presente las palabras de Juan Pablo II en el VI Simposio del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa en 1985, en el que afirmó que “se debe comenzar la evangelización invocando al Espíritu y buscando allí donde está soplando. Algunos síntomas de este soplo del Espíritu están hoy ciertamente presentes en Europa. Para encontrarlos, sostenerlos y desarrollarlos es necesario dejar esquemas atrofiados para ir allí donde se inicia la vida, donde vemos que se producen frutos de vida según el Espíritu”.
Fuente: Religión en Libertad


Sagrario de toda la vida de K.
Después uno se pregunta si existe una imperiosa necesidad de tener, en el caso de España, nueve Seminarios Redemptoris Mater (en las diócesis de Burgos, Cartagena, Córdoba, Granada, León, Madrid, Oviedo, Pamplona y Segorbe) cuando los propios seminarios de las diócesis no alcanzan la veintena de seminaristas.

Esto no es baladí, pues si la veintena de seminaristas que suele rondar en cada centro se divide por el número de cursos (siete), observamos que no se llega a tres seminaristas por curso. Entonces, ¿por qué hay diócesis que no llegan a los 30 seminaristas y tienen dos seminarios?

Por suerte tranquiliza saber que los presbíteros (que no sacerdotes o curas) formados en base a las particularidades del Camino Neocatecumenal, prestan servicio al entero Pueblo de Dios, por tanto podremos estar seguros que cuando vengan a nuestras parroquias nos prestarán la misma atención que a los caminantes.



Nos visitan desde...



Desde que el pasado día 10 de septiembre el blog Crux Sancta pusiera un contador de nuevas visitas, nos han visitado desde 54 países diferentes, de los que cabe destacar  el número de visitas desde España y América, gracias al vínculo común que nos une como es la lengua.

Esto nos permite constatar que la realidad vivida no es un caso aislado en una determinada parroquia. Ahora podemos saber que en el otro lado del océano también están ocurriendo aquellas prácticas que se denuncian en este blog (siempre y cuando exceptuemos el País del Arco Iris) y como así lo confirman los lectores y participantes de Crux Sancta.

Los datos demuestran que no somos cuatro malcontados. Las nuevas visitas desde España superan las 1.400 en dos semanas y eso que los españoles no son ni el 40% del total de los visitantes. En dos semanas el blog ha recibido 3.258 visitas nuevas, con una media de 253 visitas nuevas diarias.

¿No decían de nosotros que eramos un profesor despedido y algún que otro joven adicto a los videojuegos?

Podemos hablar con números en la mano y contar hasta la última cifra, aún sabiendo que existe un margen de error (pues aquellos usuarios que borren las cookies serán contabilizados de nuevo, o que otros tendrán una visita fugaz).

Sabiendo que son cifras modestas: somos humildes y vamos a lo sencillo. Huimos de las grandes cifras redondeadas al alza y que nadie sabe de dónde provienen.

Nosotros, gracias al Flag Counter, damos la posibilidad a todos los lectores de conocer nuestras cifras. Un pequeño ejemplo de ello es la siguiente imagen:


























Para finalizar, solo podemos decir una cosa: 

Por sus visitas, sus comentarios, sus aportaciones...


¡Gracias!




domingo, 22 de septiembre de 2013

DE CATEQUISTAS Y ESCRUTES (III parte)

 
De la convivencia de los segundos, el único recuerdo que conservo es que escrutaron a uno de los corresponsables de la comunidad. Un señor mayor, serio y formal, casado, con varios hijos, todos ellos también casados. Este hombre tenía las ideas muy claras: el CNC era un instrumento, sólo un instrumento y ningún instrumento es más importante que una persona.

No recuerdo que saliera ningún asunto digno de mención en su escrutinio. Pero al finalizar, otro corresponsable informó a los catequistas de que el escrutado se escaqueaba mucho de las convivencias de mes, porque prefería visitar a los hijos y nietos. Actitud absolutamente coherente con quien da mayor valor a las personas que al instrumentillo.

Por eso, ingenua de mí, pensé que los catequistas aplaudirían la decisión de este abuelo y explicarían pacientemente al chivato que faltar a las convivencias ni es pecado ni síntoma de fe débil. Me equivoqué.
¿Qué es más importante que una persona?
Cayeron sobre el escrutado a degüello. De repente, este hombre serio y formal y con mucha experiencia de vida a su espalda, se vio tratado de ignorante, imprudente, inconsciente e indigno de confianza. Y por descontado, de pecador, por osar discutir el dictamen de los catequistas.

A su esposa no llegaron a escrutarla. Salió del escrute del marido tan indignada como él. Recogieron sus cosas, dejaron la convivencia y no volvieron a pisar el CNC.

Esta fue mi primera experiencia de los segundos. 


Pero me estoy adelantando a los acontecimientos, porque no he expuesto el motivo por el cual el objetivo de los segundos es cambiarte la vida. La razón es que debes asumir que durante toda tu vida has sido un idólatra.

En los primeros, te explican que no tienes fe. En el Shema empiezan con el comecocos de que quien no se desprende de todos su bienes, es porque no pone a Dios por encima de todo. En los segundos, te cuentan que eres esclavo de los ídolos y necesitas ser liberado. Ellos, de parte de Dios, dicen, vienen a liberarte (obsérvese como quitan de en medio a Cristo y se arrogan a sí mismos la misión liberadora) y si liberarte implica poner patas arriba tu vida, lo harán, no lo dudes. 

Había escrutes en los que los catequistas organizaban peloteras por auténticas chorradas y otros en los que salían temas serios o graves.

Hubo escrutes subrealistas como el humor de los Marx
De los de peloteras absurdas, me impactó el de una jovencita que tenía un nombre bastante largo, pongamos que fuese Candelaria del Sagrario. En lugar de su nombre de pila, la joven prefería ser llamada por su apodo familiar, que era algo así como Delina. Bueno, pues a Teo se le metió entre ceja y ceja que Delina era una inmadura y que para curarla había que prohibirle usar el apodo y todos debíamos llamarla por su nombre completo. Delina replicó que sabía de un catequista llamado Teodoro al que todos llamaba Teo, cuya esposa, Dorotea, prefería ser llamada Dorita y que el equipo de catequista lo completaban Ubi, Nildita, Gini, Crispi y Leo, que no usaban sus nombres, sino abreviaturas. Teo se puso furioso y no se le ocurrió nada mejor que decirle a Delina que ella no estaba capacitada para decidir su propio nombre y que ya le comunicarían ellos, sus catequistas, cuando alcanzase la madurez necesario para poder usar un apodo.

Delina no pasó por el aro y se fue de la comunidad.

Otro escrute absurdo fue el de una hijita del CNC. Esta casi niña, aún menor de edad, lloraba porque desde que tenía uso de razón se afanaba por complacer a los demás para que la quisieran. No se sentía querida por sus padres, que nunca estaban en casa y dejaban a los abundantes hijos con niñeras a cual peor; el afán de cariño hacía que envidiase a todos sus hermanos y buscando afecto iba de novio en novio… Una historia lamentable. Y Teo, que no soportaba a sus propios hijos y aún menos a los de los demás, afirmando que era bueno anteponer la comunidad a los caprichos de una niñita, y que ya lo entendería cuando tuviese hijos.
Otros dejaban un regusto...
De entre los escrutes con temas serios, recuerdo el de otra joven que esperó a ser escrutada para contar públicamente que estaba embarazada de su novio. Como el novio no era del CNC, el consejo de los catequistas fue que no se casara. La chica esperaba todo lo contrario, que le animasen a acelerar la boda, ya que poco antes habíamos tenido otro caso de matrimonio apresurado en otra comunidad de la parroquia. Pero no era lo mismo, ya que en el caso precedente los dos eran caminantes.

Entre los temas graves, el que me viene a la cabeza es el escrute de una joven que sostenía una tensa relación de amor-odio con su padre. El problema de fondo era que el matrimonio de sus padres era pura fachada social, pero no había ni amor ni respeto entre ellos, y la madre desahogaba sus penas con la hija, que se debatía entre el cariño filial hacia su padre y la lealtad hacia su madre. Por supuesto, Teo mandó a la hija a pedir perdón al padre.

En la siguiente sesión, me tocó a mí. Yo estaba en el grupo de quienes no teníamos secretos ocultos (hijos extramatrimoniales, relaciones con terceros, identidades secretas, abortos juveniles…) ni tampoco dramas familiares (padres separados o mal avenidos, hermanos drogatas, enfermedades incurables…), ni he tenido nunca apodo, ni poseía bienes propios porque había empezado a trabajar poco antes, ni mis aficiones implicaban tener un grupo estable de amigos fuera del CNC, ni faltaba a las convivencias, sino que hacía el trípode y preparaba cuantas veces me tocase. Me eché a temblar temiendo la ira de Teo si no le daba algo que le permitiera lucirse.
Podría haber hablado del desasosiego que me provocaba el proteccionismo de mi madre, pero ya llevaba visto lo suficiente para saber que es mejor no mentar a nadie de fuera. Así que me preparé para el chaparrón.

Mi temor fue infundado; mi escrute fue de los más ‘light’. Tuve la suerte de que en cada segundo escrutinio los catequistas deben localizar a jóvenes con posible vocación. Yo tenía ventitantos y sin novio, pero también tenía clarísimo que lo mío no era la clausura. Por supuesto, lo que yo opinase, Teo se lo pasó por el arco del triunfo y me mandó hacer una experiencia conventual. Eso fue todo.


Ven con nosotras, hay sitio
Todos los escrutes siguieron la misma tónica: los catequistas nos transmitían que toda nuestra vida anterior había sido puro paganismo, ninguno había agradado a Dios en toda su vida, ninguno le había servido con sincero corazón, todos debíamos asumir que éramos tan malvados como necios, incapaces de pasar al otro; daba igual de donde viniéramos y cuales fuesen nuestras circunstancias familiares: 

Los casados usaban su matrimonio para su realización social y personal.

Los solteros se aprovechaban de los padres retrasando el momento de independizarse.

Los que tenían trabajo, estaban esclavizados por sus responsabilidades laborales.

Los estudiantes, idolatraban la carrera que cursaban por tomársela en serio.

Las amas de casa eran las peores, había que explicarles el papel de la mujer como ayuda adecuada para el varón.

Los jóvenes eran unos burgueses mimados. Los mayores, unos aburguesados relamidos.
Y de telón de fondo, siempre la cuestión del dinero, dinero, dinero. Porque el CNC idolatra al dinero, de forma que sólo miden la 'konversión' del catecúmeno con la vara del dinero dado a los pobres.
Hubo un señor que entregó una cantidad importante a un R.M., pero lo hizo por transferencia bancaria, sin trampa ni cartón. Se llevó una bronca de Teo, que dictaminó que tener justificante de las limosnas para desgravarse en la declaración de la renta era un engaño del maligno. Este señor era economista y respondió que con su dinero no iba a propiciar la economía sumergida de nadie. Le vaticinaron toda suerte de desgracias personales y familiares por obcecado.
Invariablemente, se trataba de hacernos ver que nuestra vida anterior era, a los ojos de Dios, un total fracaso que nos hubiese conducido irremediablemente a la condenación eterna. Pero Dios, en su infinita misericordia, ponía en nuestro camino, nunca mejor dicho, a unos hombres y mujeres que no dudaban en desgañitarse (ni en ensordecernos) con tal de despertarnos de nuestro sueño de muerte.

La conclusión es que sólo atendiendo las indicaciones de los profetas y ángeles enviados por Dios alcanzaríamos el verdadero cristianismo y, por tanto, adquiriríamos ¿el derecho? a gozar del Cielo.

Adicionalmente, dejaban caer el corolario de ‘pobres de aquellos que se escandalicen de lo que predicamos, más les valdría no haber nacido’.

Y había un segundo corolario, el de que si fuésemos agradecidos, besaríamos los pies de quienes nos rescataban de la muerte. Como suena, pues ya he indicado que actuaban como si no fuese a Cristo a quien debemos agradecer el rescatarnos de la muerte.

Eso fue lo que aprendí en los segundos escrutinios según el CNC.